La recesión del gigante europeo | El Nuevo Siglo
Foto AFP
Sábado, 31 de Agosto de 2019
Sara Obando

Alemania, que representa el 29% de la economía europea, este año va sufrir una desaceleración económica por factores como la ‘guerra comercial’ y crisis en su industria nacional. Aunque no todos los indicadores son malos

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Especial para EL NUEVO SIGLO (*)

SE ESPERA que la recesión de Alemania continúe a lo largo del segundo semestre de 2019. El impacto de la ‘guerra comercial’ entre China y Estados Unidos, y del Brexit, han logrado influenciar negativamente la economía del país. Es posible que Berlín tome medidas cautelares para proteger su economía. De esta manera, tanto la economía alemana como la de la Unión Europea podrán mantenerse a flote de mejor manera durante esta crisis económica global propiciada por Washington y Pekín. 

Alemania, la cuarta economía mundial después de Estados Unidos, China y Japón y el tercer exportador a nivel global, entrará en recesión en el tercer trimestre de 2019. Según Datosmacro, este país representa el 29% de la economía de la zona Euro. Debido a esto, la caída de su economía repercutirá negativamente en los países de la Unión Europea. Además, al ser una de las primeras 5 economías mundiales es posible que esta situación también afecte los países de los otros continentes. 

Se espera una baja en la economía alemana en septiembre debido a una caída del 0.2% de su PIB. El comportamiento económico del Estado ha venido virando hacia una balanza comercial negativa desde hace meses. En 2018 Berlín terminó el año con un PIB del 0% después de haber decrecido un 0,2% en el tercer trimestre de ese mismo año. Según el Instituto de Investigación Económica de Alemania (DIW), la actividad económica de este país retrocedió un 0,1% entre abril y junio de 2019. 

Razones de la recesión

Uno de los factores que más influyeron en esta variación en la economía alemana han sido los cambios en el comercio internacional debido en gran medida a la ‘guerra comercial’ entre Estados Unidos y la República Popular de China. Según el Banco Mundial, las exportaciones alemanas hacia estos dos países representan un 47%. Es decir, una gran porción de las exportaciones del país europeo. Además, el proteccionismo de la presidencia de Donald Trump también ha sido una cuestión relevante para Alemania dado que ahora sus esfuerzos se están centrando en la industria automovilística, industria dominante en las exportaciones de Berlín. 

Sin embargo, el experto en economía alemana Simon Junker considera que esta caída en la economía de ese país es una muestra de las consecuencias del Brexit para Europa y de lo que podría pasarles a los estados que tengan estrechos lazos económicos con Reino Unido.  La incertidumbre provocada por esta coyuntura política también contribuye a afectar la economía alemana y la de todos los Estados pertenecientes a la Unión Europea. Si la incertidumbre aumenta, la demanda tiende disminuir porque la población incrementa su ahorro por miedo a lo que vaya a pasar a futuro a nivel económico. Por otro lado, si las personas tienen seguridad económica aumentan el nivel de consumo y por tanto la demanda de bienes y servicios incrementa también. Según datos del Eurostat el crecimiento del PIB de la Unión ha sido tan solo del 0,2% en el segundo trimestre de este año. Reino Unido por otra parte, tuvo un retroceso en su economía del 0,2%, enfrentando su primera contracción desde 2012.  

Ahora bien, la disminución de la demanda de productos alemanes importados dentro a los países de la Unión Europea ha incrementado a presión en la industria alemana, sector que actualmente es altamente dependiente de las exportaciones. “El comercio exterior frenó la evolución del crecimiento económico, porque las exportaciones retrocedieron más que las importaciones frente al trimestre anterior”, ha dicho la Oficina Federal de Estadística de Alemania. Por tanto, el gasto público y la demanda por parte de la población alemana no han sido lo suficientemente altos para compensar la caída de las exportaciones y por tanto para generar una balanza comercial positiva.

El Instituto de Investigación Económica de Alemania ha reiterado que es probable que la actividad Económica vuelva a disminuir en el tercer trimestre en un 0,2%, y que por lo tanto la economía alemana estaría en una recesión técnica tras presentar una caída económica dos semestres seguidos.

Esta es la primera contracción de la economía alemana desde hace 6 años. “El dato del PIB definitivamente marca el fin de una década dorada para la economía alemana”, ha declarado Carsten Brzeski, economista jefe de ING Alemania. En el cuarto trimestre de 2012 hubo un comportamiento similar con una reducción del PIB del 0,4% y una del 0,5%  en el primer trimestre del siguiente año. Brzeski asegura que independientemente de que Alemania presente un crecimiento económico en 35 de los últimos 40 trimestres, desde el tercer trimestre del 2018 la economía ha estado estancada debido a que ha tenido un crecimiento trimestral medio del 0%.

Según el último boletín del banco central de Alemania, el Bundesbank considera cada vez más la probabilidad de una recesión anticipando una ligera contracción de la economía del país. Sin embargo, aún no considera que sea necesario aplicar estímulos fiscales a la economía del Estado. Es necesario recalcar que no todo es negativo para Berlín. La continua creación de empleo ha generado que su economía doméstica continúe fuerte. De hecho, el gobierno alemán ha expresado que no ve “necesidad de nuevas medidas de estabilización de la economía”. “Estamos en una fase de debilidad económica, pero todavía no en una recesión; podemos evitarla si tomamos las medidas adecuadas”, ha declarado  Peter Altmaier, ministro de Economía. 

La realidad es que el final del año está muy cerca. Si el gobierno alemán y la Unión Europea van a tomar medidas cautelares para proteger el bastión económico de la Unión, deben ponerlas en práctica de inmediato. La preocupante situación alemana se suma a múltiples factores como la ‘guerra comercial’ entre China y Estados Unidos y el Brexit. Cuestiones que contribuyen a desestabilizar la economía global cada vez más y que al final terminan afectando a todos los Estados del mundo.