Los daneses avalarían paso a la defensa europea | El Nuevo Siglo
DEBEMOS luchar por la seguridad europea, dijo la primera ministra danesa, Mette Frederiksen
Foto archivo AFP
Martes, 31 de Mayo de 2022
Redacción internacional con AFP y Europa Press

La decisión de Finlandia y Suecia de solicitar el ingreso a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) no fue la primera ni la única consecuencia de la guerra de la guerra en Ucrania a nivel político. La pionera de este cambio de actitud fue Dinamarca que solo diez días de iniciada la invasión rusa convocó a un referendo que mañana definirá si adhieren a las políticas defensivas de la Unión Europea.

Aunque ese país es fundador de la OTAN  y miembro del bloque comunitario desde 1972, hace más tres décadas se ha mantenido al margen de tales lineamientos y estaría a punto de abandonarlos precisamente como consecuencia de la forzada arquitectura que sobre seguridad europea pretende construir el Kremlin con la invasión al país vecino, la que iniciada hace más de tres meses sigue intensificando en el este del país para cumplir con uno de sus reales objetivos: asegurar el control de una vasta franja terrestre desde su anexionada Crimea hasta la región del Donbás.

Los daneses están convocados a las urnas este miércoles y, si se confirman los datos de las encuestas darán su espaldarazo a tomar parte activa en los programas de defensa de la UE, reconfigurándose así el mapa de seguridad europea, el que se reforzará una vez la OTAN apruebe el ingreso de Finlandia y Suecia, el que por ahora parece lejano máxime por el persistente veto de Turquía. Como se recordará ese aval debe ser unánime.

Según las últimas encuestas, más del 65 por ciento de la población votará a favor de abolir la reserva, dejando de lado la exclusión voluntaria del país en dicha materia y adherirse a las políticas de la UE, mientras que cerca del 36 por ciento apuesta por mantener el estatus de la nación nórdica.

Las intenciones de voto cambiaron en las últimas semanas, pasando de un empate táctico cuando las autoridades anunciaron el referéndum a comienzos de marzo, hasta los pronósticos actuales, que arrojan un posible apoyo histórico a la UE en Dinamarca.

De esta forma, el "sí" parece favorito entre los 4,3 millones de daneses convocados a la jornada de mañana. Los sondeos indican que más de 2.7 millones de ciudadanos lo respaldarían.

Pero la prudencia impera debido a la elevada abstención que se espera y a la tradición de este país acostumbrado a decir "nej" (no) a los referéndums sobre Europa.

"Creo de todo corazón que hay que votar sí. Dado que tendremos que luchar por la seguridad de Europa, tenemos que estar más unidos con nuestros vecinos", dijo la primera ministra Mette Frederiksen en el último debate televisado la noche del domingo.

Dinamarca disparó el primer cañonazo del euroescepticismo al rechazar en 1992 con un 50,7% el tratado de Maastricht, algo jamás visto en la época.

Para acabar con este bloqueo que amenazaba la entrada en vigor del tratado fundador de toda la Unión Europea, Dinamarca obtuvo una serie de cláusulas de exclusión conocidas como "opt out" en la jerga europea y finalmente dijo "sí" en una nueva votación el año siguiente.

 

Excepciones danesas

Desde entonces, Dinamarca ha quedado fuera de la zona euro tras un referéndum en 2000, pero también de la política europea de asuntos internos y de justicia (rechazada igualmente en referéndum en 2015) y de defensa.

Debido a esta última excepción, el país escandinavo y miembro fundador de la OTAN no ha participado en ninguna misión militar de la UE.

Dinamarca es el único país del bloque con esta desvinculación y ha hecho uso de esta excepción 235 veces en 29 años, según un recuento del centro de reflexión Europa.

Pero dos semanas después de la invasión rusa de Ucrania, la primera ministra danesa anunció un acuerdo con la mayoría de partidos del Parlamento para someter esta excepción a referéndum, además de importantes inversiones militares para superar el gasto de 2% del PIB en defensa deseado por la OTAN.

"Esto fue una gran sorpresa", señaló la directora del centro Europa, Lykke Friis.

"Hace muchos años que nadie pensaba que el gobierno convocaría un referéndum sobre el 'opt out' en materia de defensa", dice esta experta. "Sin Ucrania, este referendo nunca habría tenido lugar".

También ayudó la decisión de Alemania, el aliado más cercano de Dinamarca junto a Estados Unidos, de investir masivamente en su ejército.

"Dinamarca se encontró en la situación en que no podíamos escondernos más detrás de Alemania", estima Friis.

 

Mayoría por el sí

Antes marginal, la política de defensa de los 27 ha cobrado importancia en los últimos años, aunque la idea de un ejército europeo todavía hace rechinar a numerosos países.

En el referendo danés, once partidos de los 14 con representación parlamentaria hicieron campaña por el sí, lo que supone más del 75% de los escaños.

En contra solo se posicionaron dos formaciones euroescépticas de extrema derecha y un partido de izquierda radical.

Uno de los principales argumentos del campo del "no" es que la emergencia de una defensa europea se haría en detrimento de la OTAN, piedra angular de la seguridad danesa desde su creación en 1949.

"La OTAN es la garantía de seguridad de Dinamarca. Sería completamente diferente si esto tuviera que decidirse en Bruselas", sostuvo el dirigente del euroescéptico Partido Popular Danés (DF), Morten Messerschmitt.

En lo que respecta a la política interior, la formación de izquierdas Enhedslisten (Lista de la Unidad) es el único partido que ha apostado un rechazo rotundo a esta adhesión, si bien la prensa danesa apunta a que no habría sido capaz de convencer ni siquiera a la totalidad de sus votantes.

Según una encuesta de Gallup, el 41 por ciento de los simpatizantes de Enhedslisten apostaría por el 'sí', mientras que el 46 por ciento sí que estaría en línea con el partido y mostraría su negativa en el referéndum.

Los territorios autónomos de Dinamarca, Groenlandia y las islas Feroe, no participan en esta jornada de las urnas.

Con la histórica candidatura de Suecia y Finlandia para la OTAN y el referendo danés, los tres países escandinavos podrían participar próximamente de la política europea de defensa y de la alianza transatlántica. Y eso aumentará la seguridad y la disuasión en la región del mar Báltico, ya que esas naciones han estado desarrollando en los últimos años sus capacidades militares, en contraposición al resto de los europeos que empezaron a limitarlas tras el fin de la Guerra Fría./