La pandemia del coronavirus ha afectado la reputación e imagen de los mandatarios en el mundo. Para bien o para mal, la emergencia sanitaria ha sido la prueba de fuego para sus capacidades de gestión y liderazgo y ha puesto en evidencia los puntos flacos y las fortalezas de lo que implica manejar un país en tiempos de la peor crisis social, económica y de salud de los últimos tiempos.
El análisis de los factores que han sido determinantes en este aspecto va desde la perspectiva de género, pasando por la capacidad empática y humana, hasta las decisiones económicas para salvaguardar los presupuestos de los países, incluso a costa del riesgo que suponen algunas de estas medidas para la población.
EL NUEVO SIGLO presenta la situación de cinco mandatarios quienes gracias a su gestión frente a esta emergencia global han visto crecer el respaldo de su gobernados.
- Angela Merkel
La canciller alemana Angela Merkel ha sido una de las grandes figuras globales en la lucha contra la pandemia. El manejo que ha hecho en Alemania de la crisis, ha dado de que hablar en la comunidad europea y en el mundo entero, y su gestión ha sido resaltada como modelo de liderazgo femenino. La aprobación de su gestión ha alcanzado en el último mes un nuevo máximo, a pesar del repunte de las última semanas. Según las últimas encuestas, el 66% de los alemanes apoya la gestión de Merkel, dos puntos más que en el sondeo anterior.
De su estilo de liderazgo resalta la sobriedad y firmeza con la que ha asumido los retos de la pandemia y la no tan común actitud de evitar sacar ventajas políticas a los problemas. El rigor científico ha sido su bandera en la formulación de políticas públicas y este mecanismo ha conseguido trasmitir tranquilidad a la ciudadanía en un momento en el que la irracionalidad y la histeria colectiva están a la orden del día.
- Emmanuel Macaron
Por su parte, el presidente francés Emmanuel Macron ha alcanzado, en medio de la crisis, su mayor índice de aprobación. Este es un dato llamativo, dado que el mandatario nunca había registrado esos niveles de popularidad. Después de enfrentar duras criticas, tras las acciones de los chalecos amarillos y levantamientos sociales, el mandatario francés ha logrado repuntar en su gestión con la remodelación de su gobierno y al motivar en la población una mayor confianza, derivada de las decisiones económicas y sociales para enfrentar al Covid-19. Su respaldo al sector cultural, uno de los más fuertes para la economía francesa y, desde luego, de los más afectados por la crisis sanitaria, generó un creciente espaldarazo ciudadano. Los retos que tiene para la reactivación económica y el plan de rescate que acaba de lanzar son, sin duda, otros jalonadores de la aprobación a su gestión.
- Boris Johnson
Uno de los liderazgos que ha generado polémica en estos tiempos de la pandemia ha sido el mandatario británico Boris Johnson. Tras su contagio y recuperación del virus en marzo, comenzó a percibir la empatía de la población, lo que se tradujo posteriormente en una mayor aprobación a su gestión. Sin embargo, algunas de las decisiones con las que ha enfrentado la crisis, a pesar de su efectividad, no han surtido el mismo efecto en la opinión. En los últimos meses, el índice de aprobación general del primer ministro Boris Johnson bajó a un 36% de aprobación. Y, frente a su manejo de la crisis sanitaria perdió algunos puntos frente a la medición anterior, ubicándose en 32%. Sin embargo, su espaldarazo a los desarrollos científicos para el desarrollo de una vacuna ha sido reconocido.
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- Jair Bolosonaro
Por su parte, el para algunos “impopular” presidente brasileño, Jair Bolosonaro, ha conseguido registrar sus mejores índices de aprobación durante la pandemia, los que no lograba ni siquiera cuando asumió el poder. La favorabilidad viene en su mayor parte, de los beneficiarios de ayudas para la atención a esta crisis que ya deja 105.000 muertos en ese país y que ha atacado con fiereza a la economía del país, dejando hasta el momento una alta tasa de desempleo en agosto, como ha ocurrido en todo el mundo. Desde junio, el índice de aprobación del mandatario subió cinco puntos porcentuales, a saber, pasó de 32% a 37% y el rechazo cayó diez puntos, del 44% al 34%.
- Vladimir Putin
Contrario a los anteriores ejemplos, para el líder ruso, la pandemia ha representado un detrimento fuerte en su imagen. Si bien, el anuncio de la vacuna contra el virus representó esperanza para la población, las medidas económicas tomadas por el mandatario no han sido recibidas positivamente por la mayoría de los ciudadanos. Su paquete de ayudas destinado principalmente a las grandes empresas estatales no alcanza el 3% del PIB, mientras que por ejemplo, el de Alemania es del 22% y el de Estados Unidos el 10%. La caída del PIB pronosticada para este año está estimada en 5.5% y el desempleo alcanzará los 8 millones de personas, a raíz de la crisis sanitaria. La popularidad del líder, que por demás había sido históricamente muy favorable, ha caído al 59% en los últimos meses y se reporta como la más baja de su gestión en 20 años, a pesar de haber conseguido la aprobación del referéndum que propuso hace algunos meses. Este detrimento en la imagen se explica, en gran medida, por su desconexión con la ciudadanía y las políticas calificadas por los pequeños empresarios como poco justas frente a la atención a la crisis.
En términos generales, la imagen de aprobación de los líderes durante la pandemia ha subido. Esto refleja una ya probada tesis que indica que en las crisis las poblaciones se apoyan en sus líderes con mayor confianza y esperanza, que en tiempos de normalidad. La incertidumbre y el miedo suelen ser componentes claves para que las poblaciones busquen en sus líderes apoyo y orientación. Si bien, las soluciones a los problemas derivados de la pandemia del coronavirus aún están lejos de vislumbrarse con claridad, es el momento clave para que los líderes mundiales generen confianza y guien con claridad y firmeza a sus países.