Putin-Zelenski, en nuevo pico de tensión mundial | El Nuevo Siglo
AFP
Viernes, 30 de Septiembre de 2022
Redacción internacional con AFP

Rusia, Ucrania y sus aliados occidentales volvieron a “mostrarse los dientes” con decisiones políticas tan trascendentales que amenazan con cambiar el curso de la guerra, que corre por su octavo mes.

El presidente Vladimir Putin dio un nuevo paso en su ofensiva soberanista al proclamar la anexión de cuatro regiones ucranianas, lo que de inmediato fue respondido por Occidente no solo con el desconocimiento a ese hecho por ser violatorio del Derecho Internacional, y el gobierno de Kiev anunció que solicitará su ingreso a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), precisamente la razón con la cual Rusia justificó su “operación militar especial” al país vecino que inició el pasado 24 de febrero.

Tras orquestar referendos en la región del Donbás (Donestk y Lugansk donde los prorrusos se autoproclamaron repúblicas hace años y fueron reconocidas a comienzos de éste por el Kremlin), Zaporiyia y Jersón (que controlan mayoritariamente), Putin formalizó este viernes la anexión de los mismos a Rusia, marcando así un punto de inflexión en el conflicto y en la historia reciente posoviética.

Haciendo caso omiso de las advertencias de los gobiernos occidentales y de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que consideran “fraudulenta” e “ilegítima” esas anexiones y anunciaron nuevas sanciones, Putin proclamó ciudadanos rusos “por siempre” a los habitantes de las mencionadas regiones ucranianas y anticipó que las defenderá a como dé lugar.

En tono alto y desafiante Putin expresó ante la élite política rusa, que la anexión de dichos territorios era irreversible, insistió en que "no aspira" a restaurar la Unión Soviética y llamó a Kiev a deponer las armas para negociar, lo que de inmediato recibió el portazo de su par ucraniano quien expresó “no negociaremos con Rusia mientras Vladimir Putin esté en el poder”.

"Quiero decirle esto al régimen de Kiev y a sus amos en Occidente: los habitantes de Lugansk y Donetsk, Jersón y Zaporiyia se convierten en nuestros ciudadanos para siempre", afirmó Putin ante una atestada sala del Kremlin, donde los asistentes corearon al unísono "¡Rusia! ¡Rusia!", después de que los cuatro líderes de las cuatro regiones ucranianas ratificaran el pacto. 

"¡Bienvenidos a casa!", declaró Putin, dirigiéndose a los habitantes de los territorios rusos anexionados, y consideró que volvieron "a su patria histórica".

El hombre fuerte del Kremlin también sostuvo que "La URSS desapareció, el pasado no puede ser traído de vuelta. Y Rusia no tiene necesidad de eso hoy en día”, al tiempo que acusó a los últimos líderes de la Unión Soviética de "destruir nuestro gran país".

En otro de sus apartes afirmó que los países occidentales quieren hacer de Rusia una "colonia" y les acusó de librar una "guerra híbrida" contra Moscú "con el objetivo de mantener su poder ilimitado".

"No necesitan a Rusia en absoluto…Occidente está dispuesto a todo para preservar el sistema neocolonial que le permite parasitar y, en realidad, saquear el mundo entero", agregó.

Según él, para los occidentales es "crucial que todos los países rindan su soberanía a Estados Unidos".

Cerró su intervención asegurando que "¡La victoria será nuestra!".

Posteriormente se trasladó a la emblemática Plaza Roja de Moscú donde se festejó la anexión de los territorios de los ucranianos. "Nos hemos vuelto más fuertes porque estamos juntos", declaró Putin, micrófono en mano, al tiempo que aseguró que “este es un "día especial, histórico, de verdad y de justicia" y exaltó a los soldados ruso que "defienden heroicamente la decisión de la gente" en Ucrania.

"Haremos todo lo posible para apoyar a nuestros hermanos y hermanas en Zaporiyia, Jersón, Lugansk y Donetsk, para mejorar su seguridad, relanzar la economía, construir", dijo en la Plaza Roja, recibiendo cerrado aplauso de los asistentes, muchos de los cuales ondearon las banderas rusas, mientras algunos llevaban cintas de San Jorge con rayas de color negro y naranja, una antigua condecoración militar zarista convertida luego en un símbolo de la victoria del Ejército rojo sobre la Alemania nazi.

Varias grandes pantallas y una poderosa sonorización también fueron instaladas para posibilitar a las personas seguir el discurso del presidente ruso y a varias estrellas de la música rusa que se presentaron en el escenario.

Los cuatro territorios proclamados ayer como territorios rusos conforman un corredor crucial entre ese país y la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014. Sin embargo, el Kremlin admitió que "necesitaba aclarar" las fronteras exactas de Jersón y de Zaporiyia. La razón es que no controla totalmente ninguno de esos territorios.

Juntas, las cinco regiones, incluida Crimea, representan aproximadamente el 20% del territorio de Ucrania, cuyas fuerzas han registrado varias victorias en las últimas semanas en el marco de una contraofensiva.



Rumbo a OTAN

Minutos después de que las fastuosas ceremonias de anexión en Rusia, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski,  anunció que su país iba a firmar una solicitud de adhesión acelerada a la OTAN, a la que había renunciado meses atrás al inicio de las negociaciones directas para encontrar una salida pacífica al conflicto.

 "Adoptamos una medida decisiva al firmar la candidatura de Ucrania con vistas a una adhesión acelerada a la OTAN", dijo Zelenski en un video difundido en las redes sociales, por las que también descartó retomar los diálogos para buscar la paz mientras Putin siga al mando de la Federación de Rusia.

El ingreso de un país a dicha Alianza es un proceso complejo, largo y sobre todo requiere consenso, tal cual lo recordó su secretario general, Jens Stoltenberg.

"Toda democracia en Europa tiene el derecho de presentar una demanda de adhesión a la OTAN (...) Y tomamos esas decisiones por consenso", dijo el funcionario al hacer referencia a la anunciada solicitud ucraniana, tras recordar que las puertas de la Organización “siempre están abiertas”.

Sin embargo, añadió, el foco de la OTAN "ahora es brindar apoyo inmediato a Ucrania para ayudarla a defenderse de la brutal invasión rusa, y ese es el enfoque y el esfuerzo principal de los aliados en estos momentos".

Putin en su discurso también se refirió a los planes de esa Alianza. Sostuvo que los compromisos de no expansión de la OTAN en el este de Europa han resultado ser un "engaño", así como los acuerdos para frenar el desarrollo armamentístico. "Estados Unidos es el único país del mundo que usó dos veces armas nucleares", recordó, en alusión a los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki.

“Anexiones son fraudulentas”

La airada reacción de la comunidad internacional ante el plan expansionista de Putin fue inmediata, no sólo con un cerrado rechazo de Occidente, con Estados Unidos a la cabeza, sino con el anuncio de más y fuertes sanciones contra los dirigentes del gobierno ruso.

Estados Unidos tildó de "fraudulenta" la anexión rusa de los cuatro territorios ucranianos e informó que sus aliados del G7 están de acuerdo en sancionar a "cualquier país, individuo o entidad" que respalde el intento del Kremlin de anexionarse las regiones ucranianas.

En un comunicado, el presidente Joe Biden dijo que "Estados Unidos condena hoy el intento fraudulento de Rusia de anexionar el territorio soberano de Ucrania. Rusia está violando el derecho internacional, pisoteando la Carta de las Naciones Unidas y mostrando su desprecio por las naciones pacíficas en todas partes".

"Estados Unidos siempre respetará las fronteras internacionalmente reconocidas de Ucrania. Continuaremos apoyando los esfuerzos de Ucrania para recuperar el control de su territorio" tanto desde el punto de vista militar como diplomático, añadió.

El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que "Estados Unidos rechaza inequívocamente el intento fraudulento de Rusia de cambiar las fronteras internacionalmente reconocidas de Ucrania".

Según el gobierno estadounidense, las sanciones apuntarán a decenas de miembros del parlamento ruso, funcionarios gubernamentales y familiares suyos e industrias que abastecen al ejército ruso, "incluidos los proveedores internacionales".

Como se ve se vive otro pico de tensión entre Rusia y Occidente, que tiende a agravarse con el sabotaje realizado a los gasoductos Nord Strem en el mar Báltico con explosiones que según un informe oficial de Suecia y Dinamarca -los directamente afectados con las fugas de gas metano- equivalen a cientos de kilos de TNT.

En el mismo, que fue entregado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, agregan que "todas las informaciones disponibles indican que estas explosiones fueron actos deliberados". Sin embargo, el método, la fuente y el autor de esas explosiones siguen en el misterio, mientras Washington y Moscú se acusan recíprocamente de ser los responsables.