Isabell II aprobó un texto presentado por la oposición para que Reino Unido no salga del bloque europeo sin acuerdo, al mismo tiempo en que el Parlamento entró en receso
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PARA el primer ministro británico, Boris Johnson, es una "ley de capitulación", pero para sus artífices es una medida esencial para impedir un desastre económico.
Estos son las disposiciones de la ley destinada a prevenir un Brexit sin acuerdo, que entró en vigor tras recibir la aprobación formal de la reina Isabel II.
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Al 19 de octubre
Si el 19 de octubre el Gobierno no ha logrado un acuerdo de divorcio con la Unión Europea, el Primer Ministro debe pedir un aplazamiento del Brexit, hasta el 31 de enero de 2020.
El límite se pone así entre el Consejo Europeo del 17 y 18 de octubre y la fecha prevista del Brexit, el 31 de octubre.
Pero este aplazamiento podría evitarse si los diputados votasen a favor de una salida sin acuerdo, una hipótesis altamente improbable, a menos que haya elecciones anticipadas y las formaciones favorables a un Brexit duro obtengan mayoría absoluta.
Johnson ha dicho y redicho que no pediría una nueva prórroga del Brexit.
Les corresponde no obstante a los 27 decidir si la conceden o no y deben hacerlo por unanimidad.
Carta al Consejo Europeo
El texto de la ley incluye una copia de la carta que el Primer Ministro debe escribir al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, para pedir oficialmente el aplazamiento.
La carta precisa que la fecha del Brexit podría avanzarse si se ratificase un acuerdo antes del 31 de enero de 2020.
Dos días para aceptar
El Primer Ministro deberá aceptar inmediatamente una oferta de los dirigentes europeos para retrasar la salida británica al 31 de enero de 2020.
Y si la UE propone una fecha diferente, el jefe de gobierno británico tendrá dos días para aceptar. Sin embargo, el único modo de rechazar la propuesta es si el Parlamento vota contra ella en esos dos días.
¿Un plazo adicional?
Si se acepta un aplazamiento, el Gobierno deberá publicar antes del 30 de noviembre un informe "que explicite los progresos realizados en las negociaciones sobre las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea".
El Ejecutivo deberá presentar otro informe en el que especifique sus planes para el Brexit antes del 10 de enero de 2020.
Y si a finales de enero sigue sin haber acuerdo, el texto prevé que el Brexit sea aplazado de nuevo. Esto llevó a Johnson a denunciar que el Brexit podría ser retrasado "potencialmente durante años".
Cierre del Parlamento
Por decisión de Johnson, las dos cámaras fueron cerradas ayer hasta el 14 de octubre, dos semanas antes de la fecha del Brexit, lo que sus detractores denuncian como una estrategia para amordazarlos.
La ceremonia de suspensión, rodeada de gran pompa, debe tener lugar en torno a la media noche, dado que la última votación en la Cámara de los Comunes está prevista hacia las 22h00 GMT. En ella se prevé que los diputados vuelvan a rechazar una moción gubernamental para convocar elecciones anticipadas a mediados de octubre, que requiere dos tercios de apoyo.
Añadiendo drama en la cámara, el que ha sido su presidente los últimos 10 años, el controvertido John Bercow, anunció que dejará el cargo a más tardar el 31 de octubre.
Conocido por su famoso grito de "¡Orden, orden!", Bercow, que jugó un importante papel en el convulso proceso del Brexit dando la voz a los diputados proeuropeos, alegó motivos familiares.
Pero afirmó ante los diputados: "He intentado aumentar la autoridad relativa de esta legislatura, por lo que no pediré disculpas".
Johnson llegó al poder en julio prometiendo que sacaría a Reino Unido de la UE el 31 de octubre, a toda costa.
Pero ante el temor de un caótico Brexit sin acuerdo, los legisladores aprobaron de urgencia la semana pasada una ley que le obliga a pedir un nuevo aplazamiento si al 19 de octubre no llega a un trato aceptable con Bruselas u obtiene la luz verde del Parlamento para una salida brutal.
El texto entró en vigor con la aprobación formal por la reina Isabel II. Johnson, quien expulsó del partido a 21 rebeldes conservadores que votaron contra su gobierno, perdió la mayoría parlamentaria siete semanas después de llegar al poder y esperaba que unos comicios le diesen un mandato fuerte antes del Consejo Europeo del 17 y 18 de octubre, en el que confiaba arrancar un nuevo acuerdo a los 27.
Pero estos afirman que Reino Unido no presentó alternativas reales al Tratado de Retirada firmado por May en noviembre y rechazado tres veces por el Parlamento.
La UE no recibió hasta el momento ninguna propuesta "realista" de Londres, afirmó el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, en una rueda de prensa conjunta con Johnson en Dublín.
"Las reuniones técnicas continuarán esta semana", se limitó a afirmar en Bruselas la portavoz de la Comisión Europea, Mina Andreeva.
Johnson pidió a la UE eliminar del acuerdo la "salvaguarda irlandesa", un mecanismo para evitar una nueva frontera en la isla de Irlanda que amenace al frágil acuerdo de paz de 1998 que puso fin a tres décadas de sangriento conflicto en Irlanda del Norte.
El ejecutivo británico propone reemplazarla por "arreglos alternativos", pero aún debe precisar en qué consistirían.
"Presentaremos ideas, tenemos tiempo para hacerlo y lo abordaremos con mucho entusiasmo", afirmó Johnson en Dublín