Sofisticación de los chatbots intensifica debate sobre la IA | El Nuevo Siglo
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Domingo, 4 de Diciembre de 2022
Redacción internacional

La empresa californiana OpenAI puso en marcha un robot conversacional (chatbot) capaz de responder a diversas preguntas, pero sus sorprendentes capacidades vuelven a lanzar el debate sobre los riesgos relacionados con las tecnologías de inteligencia artificial (IA).

Las conversaciones con ChatGPT, publicadas sobre todo en Twitter por internautas sorprendidos, dan cuenta de una especie de máquina omnisciente capaz de explicar conceptos científicos, de escribir una escena de teatro, redactar una tesis universitaria o bien líneas de un código informático perfectamente funcionales.

"Su respuesta a la pregunta '¿Qué hacer si alguien tiene una crisis cardíaca?' fue de una claridad y de una pertinencia increíblemente relevante", dijo a la AFP Claude de Loupy, director de Syllabs, una empresa francesa especializada en la generación automática de texto.

"Cuando comenzamos a hacer preguntas muy precisas, ChatGPT puede equivocarse por completo", pero en general sus capacidades siguen siendo "realmente impresionantes" y con un "nivel lingüístico bastante alto", estimó. 

La compañía emergente OpenAI fue cofundada en 2015 en San Francisco por Elon Musk, quien se retiró de la empresa en 2018, y recibió unos 1.000 millones de dólares de Microsoft en 2019.

OpenAI es conocida principalmente por dos programas informáticos de creación automática, el GPT-3 para la generación de texto y el DALL- E para generar imágenes.

ChatGPT puede solicitar precisiones a su interlocutor y "tiene menos alucinaciones" que el GPT-3, que pese a sus proezas, es capaz de dar resultados completamente aberrantes, comenta de Loupy.



"Hace algunos años los chatbots tenían el vocabulario de un diccionario y la memoria de un pez. Hoy son mucho mejores para reaccionar de forma coherente en función del historial de búsquedas y de respuestas. Hoy ya son más que simples peces", destacó Sean McGregor, un investigador que compila incidentes relacionados con inteligencia artificial en una base de datos.

Como otros programas que se basan en aprendizaje profundo (“deep learning”), ChatGPT tiene una gran debilidad: "No tiene acceso al sentido", explica de Loupy. El programa no puede justificar sus decisiones, es decir, explicar por qué seleccionó así las palabras que forman sus respuestas.

Las tecnologías con base en inteligencia artificial y que pueden comunicar son, sin embargo, cada vez más capaces de dar la impresión de que de verdad piensan.

Investigadores de Meta (Facebook) desarrollaron recientemente un programa bautizado Cicero, como el estadista romano Cicerón.