¿Va la guerra entre Rusia y Ucrania hacia un punto de inflexión? | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Domingo, 5 de Junio de 2022
Redacción internacional

EL ESCASO margen de acción que tiene Rusia para evitar que el peso de las sanciones internacionales se sienta sobre el bolsillo de la gente y la escasa probabilidad de que Ucrania por su notoria desventaja bélica pueda ganar la guerra forzarían, en breve a reinstalar el diálogo para buscar una salida negociada.

A 102 días del conflicto que altera el orden mundial, impacta la economía global, amenaza la seguridad alimentaria y aviva los temores de una nueva guerra fría, hay hechos ‘sobrevinientes’ que podrían llevar a un punto de inflexión en esta tan impensable como prolongada guerra.

Las turbulencias económicas que afronta el Kremlin fruto de las sanciones occidentales, que acaba de aprobar un sexto paquete con medidas que van desde el veto financiero hasta el embargo petrolero, así como la entrega a Kiev de misiles de alta precisión que podría cambiar el “juego” sobre el terreno, son algunos de ellos.


Le puede interesar: Biden visitará Arabia Saudita, al que antes consideró ´paria´


Con el consabido desgaste de ambas partes sobre el terreno, el alto costo económico y de vidas, así como la dificultad para cantar una victoria, lo que espera la comunidad internacional es que reinstalen la mesa de negociación. Lo ocurrido esta semana puede presionar tal situación. Estas fueron las principales decisiones:

1. Misiles Himars. Estados Unidos confirmó el envío de cuatro sistemas avanzados Himars, así como 1.000 armas antitanque Javelin y cuatro helicópteros Mi-17 en un nuevo paquete de armamento valorado en USD700 millones. Los primeros son unidades móviles de lanzamientos de misiles de precisión guiados que pueden dar a los ucranianos más exactitud en la batalla de artillería en la región del Donbás. Tienen un alcance de 80 km, lo que les permitirá impactar objetivos lejanos. Es por tal razón que la presidencia rusa dijo que EE.UU. “echaba más leña al fuego” porque salvo la palabra del presidente Volodomir Zelenski no tiene ninguna garantía de que los mismos no sean utilizados para atacar el territorio ruso. El presidente estadounidense Joe Biden indicó que su objetivo es que Ucrania esté "en la posición más fuerte posible" tanto sobre el terreno como en el caso de negociaciones con Rusia. Fue enfático en señalar el apoyo de la comunidad internacional permanece inquebrantable y que no tiene intención alguna de entrar en un conflicto directo con Rusia.

2. Terreno perdido. El presidente Zelenski admitió que aproximadamente el 20 por ciento del territorio ucraniano está bajo control de las tropas rusas, lo que representa unos 125 mil kilómetros. "Esto es un área mucho mayor que los países del Benelux", afirmó en su intervención ante el Parlamento europeo donde reiteró su pedido de “armas modernas que aseguren la superioridad de nuestro Estado contra Rusia en esta guerra". Entre tanto, Biden en una columna que escribió en el New York Times dijo que "no presionará al gobierno ucraniano, ya sea en privado o en público, para hacer concesiones territoriales", respondiendo a llamados de antiguos diplomáticos, como el exsecretario de Estado Henry Kissinger, quienes consideran que ello permitiría iniciar rápidamente negociaciones de paz.  En otras palabras, consideran que Kiev deberá sacrificar algunos territorios del este, donde precisamente hoy se concentra la ofensiva rusa, para allanar el camino a un entendimiento.

3. Alud de sanciones. La Unión Europea (UE) adoptó su sexto paquete de sanciones contra Rusia, que incluye un embargo progresivo sobre la mayor parte de sus importaciones de petróleo ruso. Incluye el veto al mayor banco ruso, Sberbank, en el sistema interbancario Swift -una pieza esencial para procesar pagos y transferencias internacionales- y amplía la lista de personas y entidad rusas sancionadas, al igual que saca del aire de tres cadenas de TV rusas (Rossiya RTR, Rossiya 24, y TV Centre International) en el espacio de la UE. La propuesta original de la Comisión Europea establecía un embargo total de las compras europeas de petróleo ruso hasta el fin de este año, pero la idea se estrelló contra la firma oposición de Hungría, que temía por su seguridad energética. La salida fue limitarlo inicialmente al petróleo que llega a la UE por vía marítima, excluyendo así el oleoducto que abastece a Hungría, en un paso que afecta más de dos tercios de las compras europeas de crudo ruso. Además, Alemania y Polonia renunciarán este año a la parte de sus importaciones de petróleo que llega por oleoducto, y de esa forma la UE estima que afectaría hasta el 90% de las importaciones petroleras provenientes de Moscú. El cese de importaciones por barco se producirá en un plazo de seis meses, mientras que el suministro por tubería podrá continuar en forma temporal, aunque sin plazo para tres países sin salida al mar: Hungría, Eslovaquia y República Checa.

4. Restricciones a exportaciones. En un paso más, este sexto paquete incluye restricciones a las exportaciones de productos de tecnología avanzada a Rusia, ampliando la lista a productos químicos que podrían ser utilizados en la fabricación de armas químicas. La lista de entidades bielorrusas bajo el paraguas de sanciones de la UE se amplía a 25, todas ellas relacionadas con la venta, suministro, transferencia o exportación de bienes y tecnología de doble uso que puedan contribuir a mejorar el desarrollo militar y tecnológico bielorruso.

5. Viraje de la OPEP+. Tras meses de espera pese a la subida de los precios, los miembros de la OPEP+ decidieron subir de marcha y aumentar su producción de petróleo, respondiendo a los llamados de los países occidentales, pero sin contrariar a Rusia. Los representantes de los trece miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus diez socios (OPEP+) acordaron que "la producción de julio se ajustaría al alza de 648.000 barriles diarios", en comparación con los 432.000 barriles fijados en los meses anteriores, anunció la alianza en un inesperado giro ya que desde mediados del año pasado se había limitado a aumentar levemente sus cuotas, para recuperar los niveles previos a la pandemia de covid-19. El anuncio no frenó la escalada del precio ya que el barril West Texas Intermediate (WTI) para entrega en julio subió 1,71% cerró el viernes a USD 118,87, mientras que el Brent llegó a USD 119,72.

6. Economía rusa se resiente. Pese a las informaciones oficiales de que la economía resiste, ya se sienten los efectos del cerco financiero y económico en ese país. Según las autoridades, la situación económica es mejor a la de las primeras semanas tras el inicio de la invasión, cuando el rublo se hundió y la inflación se disparó. Ahora prevén una recesión limitada al 8% este año y proyectan retomar la senda del crecimiento a partir del próximo año. Pero si se observa la situación en detalle, se ve rudo impacto sobre la economía. El valor del rublo y la bolsa rusa se estabilizaron, pero fueron anclados bajo el peso de un estricto control de capitales, mientras que la inflación escaló al 18%, la más alta en dos décadas. Según Chris Weafer, de la asesoría estratégica Macro-Advisory, "en marzo y abril, las sanciones afectaron principalmente el sistema financiero", pero a partir del verano llegarán a la sociedad en general.

7. Otros indicadores. Y aunque Moscú suele relativizar el impacto de las sanciones occidentales sobre su economía, sus indicadores revelan lo contrario. Los servicios estatales de estadísticas indicaron que la producción industrial cayó un 1,6% interanual en abril y comparada con marzo fue un 8.5% menor. La de automóviles disminuyó un 85,4% en comparación con la del mismo mes del año anterior y un 51,3% respecto a este marzo. El sector minero también se vio afectado: la producción de carbón presentó una bajada interanual del 6,5% y del 8,2% respecto a marzo. En cuanto a la producción de petróleo y de gas, esta registró una bajada del 3,6% interanual y del 10,9% en comparación con la de marzo.