Eliminar el servicio militar obligatorio y crear el servicio social ambiental es el propósito de una iniciativa que empezará a debatirse en la Comisión Primera del Senado con ponencia positiva de la senadora Angélica Lozano, de la Alianza Verde.

El proyecto propone implementar el servicio social y ambiental en temas como servicios sanitarios sociales o educativos, conservación del medio ambiente, mejora del medio rural y protección de la naturaleza, como alternativa para vincular a los jóvenes en el fortalecimiento de su sentido de pertenencia nacional y para que contribuyan en la construcción de sociedad.

Según expresa el documento, al obligar a los ciudadanos jóvenes a incorporarse a las fuerzas militares, se les está constriñendo a recibir adoctrinamiento ideológico y forzando a instruirse en el uso de armas, lo que implica un propósito guerrerista. Y aunque los argumentos al interior de la milicia hacen referencia a sentimientos patrióticos y nacionalistas, lo cierto es que el servicio militar obligatorio garantiza mano de obra barata para la guerra.

Le puede interesar: Trámite para las vigencias futuras del Metro son legales.

Dentro de los argumentos en contra del servicio militar obligatorio, los congresistas mencionan que, desde el punto de vista económico, “el sistema de conscripción constituye un mecanismo de encubrimiento del gasto militar real, fomenta la inequidad social y funge como un factor que acrecienta la belicosidad, además de generar un mayor costo económico e injusticia social”.

Según el informe “Servicio militar obligatorio en Colombia: incorporación, reclutamiento y objeción de conciencia” de la Defensoría del Pueblo, en el período comprendido entre 2008 y 2012 de los jóvenes reclutados para prestar servicio militar obligatorio (entre soldados bachilleres, soldados regulares y soldados campesinos) el 9,5% pertenecen al estrato cero, el 17,58% al estrato uno, el 55, 31% al estrato dos y el 16,84% al estrato tres, es decir más del 99% de los conscriptos pertenecen a la población más pobre del país, convirtiéndose el reclutamiento en un factor de fomento de la inequidad social.