El mayor bombardeo lanzado contra las disidencias de las Farc dejó 16 muertos en una zona fronteriza entre Colombia y Venezuela.
El operativo de las Fuerzas Militares, en el que participó una flota de aviones militares KFIR y Super Tucano, se llevó a cabo en el municipio de Fortul, departamento de Arauca, se indicó en un comunicado.
“No bajaremos la guardia frente a estos criminales”, escribió el presidente Juan Manuel Santos en su cuenta en Twitter.
#Atención @FuerzasMilCol apoyados por @FiscaliaCol en #Arauca lograron neutralización de 10 integrantes del GAO residual frente 1, 10 y 45 al mando de alias #Burro. Estos delincuentes fueron los autores del ataque contra empleados del hospital de Saravena. #NoticiaEnDesarrollo
— Mindefensa (@mindefensa) 13 de junio de 2018
El grupo atacado está al mando de Alex Rendón, conocido como ‘Burro’, quien podría estar entre los fallecidos, aseguró en tanto el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.
El golpe “se constituye prácticamente en el desmantelamiento” de esta estructura, acusada de atentar contra el hospital de la región, la infraestructura petrolera y la Fuerza Pública, añadió.
Villegas aseguró que las autoridades aún vigilan la zona, por lo que el número de muertos puede aumentar. Además, que como parte de la ofensiva fue hallado “material de inteligencia de gran importancia” y se incautaron numerosos fusiles, munición y explosivos.
Este es el mayor bombardeo realizado por las autoridades contra los subversivos que se apartaron del pacto de paz firmado en 2016.
El gobierno de Juan Manuel Santos autorizó a finales de 2017 los bombardeos contra las disidencias.
La directriz las equipara a organizaciones del crimen organizado como el Clan del Golfo, la principal banda narcotraficante armada del país y surgida de remanentes de grupos paramilitares de ultraderecha desmovilizados en 2006.
El último gran golpe contra los disidentes fue el 19 de marzo pasado, cuando nueve combatientes fallecieron en las selvas del departamento de Guaviare, uno de los sitios de operación de la exguerrilla por la presencia de narcocultivos y su posición estratégica para el control del tráfico de drogas.
Según el Ejército, la disidencia de las Farc atacada tenía “nexos” con líderes del Eln, reconocida como la última organización rebelde activa en el país y que negocia la paz con el Gobierno.
A través de esta presunta alianza, ambos buscan controlar el narcotráfico en los departamentos de Arauca, Boyacá y Casanare, así como coordinar “actividades extorsivas, tráfico de armas y articulación de planes terroristas”, indicó el boletín.
Sin un mando unificado, los disidentes cuentan con unos 1.200 combatientes y operan en apartados puntos de Colombia donde controlan el narcotráfico o la minería ilegal.
Suscrito en noviembre de 2016, el pacto de paz con el ahora partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc) condujo al desarme de unos 7.000 combatientes y ha evitado unas 3.000 muertes al año, según datos oficiales.
La ofensiva contra las disidencias de las Farc se libra en varias regiones del país. Arauca es una, Norte de Santander la otra y en Nariño, en donde el objetivo de alto valor es alias ‘Guacho’, uno de cuyos hermanos fue capturado el martes y enviado a prisión.