Victoria Sandino está lista para librar su tercera gran batalla. Ya no será en la selva, con un fusil, sino en el Congreso como senadora del partido Farc.
Judith Simanca (43 años), su nombre legal, ocupará desde hoy uno de los diez escaños del Congreso reservados a la organización política nacida tras la desmovilización guerrillera.
Dice que en el Senado librará su tercera contienda ondeando la bandera de la defensa de las mujeres, del acuerdo de paz y los derechos de las minorías.
¿Cómo piensa hacer escuchar su voz en un Congreso dominado por la derecha?
VICTORIA SANDINO: Estar en el Congreso va a ser abrumador. Será un ambiente bastante hostil, sobre todo porque la extrema derecha ganó las elecciones y se envalentonaron.
Sin embargo, esto no es un tema de odios personales ni de resentimientos, estoy dispuesta a hablar con todo el mundo. Ha habido un periodo de guerra en donde el señor Uribe ha sido protagonista, pero de cómo pasar la página del conflicto es de lo que se habla entre adversarios.
Nosotros venimos de discusiones con lo que hemos llamado la bancada de la paz y estamos en disposición de poner los temas pertinentes sobre la mesa.
¿Qué temas piensa impulsar desde el parlamento?
VS: La agenda de género tiene un papel prioritario, estará en el eje central de mi actividad parlamentaria y política.
En las Farc no había una agenda específica dirigida hacia las mujeres. Es una de las ganancias del acuerdo a nivel interno de la organización.
También hemos avanzado muchísimo en temas Lgbti, porque en un principio no había comprensión hacia la participación de las personas de diversidad sexual al interior de las Farc. Era una cultura patriarcal y machista a la que no era ajena la organización.
Hemos avanzado a tal punto que muchos de nuestros compañeros y compañeras ya abiertamente han reconocido lo que son. Ayer terminamos un encuentro de mujeres donde participaron muchas compañeras nuestras que son trans, sexualmente diversas.
Otra de las iniciativas legales que no puede faltar, es lo relacionado a las circunscripciones especiales para las víctimas y los territorios afectados por el conflicto.
Así como el ingreso vital: una renta básica para las mujeres cabeza de hogar, los adultos mayores que no tienen ingreso ni pensión. Para toda esta población que de una u otra manera puede ser vulnerable.
¿Existe el riesgo de que vuelvan a la guerra si se incumplen los acuerdos?
VS: Hay un grupo de personas muy amplio que estuvo en la guerra y que siente que si esos atentados siguen contra nuestra gente, van a perder la confianza, eso no es ningún secreto.
Pero también está la disposición a la paz de nuestros compañeros, la gran mayoría ha tenido hijos durante todo ese periodo.
Antes del proceso de dejación de armas, se estaban ubicando en los puntos de asentamiento para trasladarse a las zonas veredales. Veníamos con una mentalidad de que íbamos a echar eso para adelante y eso sigue. Lo que hay es frustración en torno al cumplimiento del gobierno para que la gente pueda hacer sus proyectos, tener un modo de vida digno. /AFP