Luego de la reunión de este martes del Consejo Nacional de Estupefacientes el presidente Juan Manuel Santos anunció que en adelante se acudirá a los drones para asperjar con el herbicida glifosato los cultivos ilícitos.

Aclaró que no se debe interpretar que se está volviendo a la aspersión aérea y los daños que ésta conlleva porque estos artefactos volarán a baja altura. No obstante esta es la primera consecuencia al informe de la Casa Blanca (Estados Unidos) conocido el pasado lunes, el cual muestra su alarma porque los cultivos de coca crecieron el año pasado a 209.000 hectáreas, cuando en 2016 estaban en 188.000 hectáreas.

Este martes, explicó el jefe del Estado, “discutimos la utilización de los llamados drones, de los vehículos o los aviones no tripulados, los avioncitos no tripulados, que por su altura se asimilan a una aspersión terrestre, no aérea”.

Al respecto indicó que “se han hecho una serie de planes pilotos que han dado pie al Ministerio de Salud y al Ministerio de Ambiente para decir ‘cumple con las condiciones de salud y de medio ambiente para poderla autorizar’”.

“Repito”, insistió Santos: “esto es una aspersión terrestre, que se asimila a lo que ya estamos haciendo, cuando los erradicadores van con unos tanques al hombro haciendo una aspersión terrestre. Este tipo de utilización de los llamados drones se asimila, por la altura, a una aspersión terrestre…o sea, no va a haber la deriva que llaman, que en la aspersión aérea los vientos se llevaban el glifosato a otros lugares y hacían estragos, aquí va a estar mucho más concentrado; además tiene algo muy importante: la concentración en la utilización de los drones va a ser del 50 por ciento de lo que se utilizaba anteriormente. Por eso desde el punto de vista de salud y de medio ambiente, recibimos de los dos ministerios la autorización”.

Santos dijo también que se usarán las “orugas, que son una especie de tractores, para hacer más eficiente la erradicación forzosa”.

El mandatario explicó que con la incorporación de los drones se busca hacer más efectiva la erradicación forzosa de los cultivos ilícitos, no obstante no reveló cuál sería su impacto.

Sin embargo según lo dicho este martes por el presidente Santos la meta de erradicación para este año el Gobierno la mantiene en las mismas 70.000 hectáreas que anunció en mayo pasado el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, cuando el uso de drones era apenas una posibilidad.

El jefe de Estado explicó que a través de la sustitución voluntaria “podemos acabar este año con 40.000 hectáreas que han sido sustituidas voluntariamente”. Continuó: “A esto se le agrega o se complementa con la erradicación forzosa…la meta este año son 70.000 hectáreas, y como vamos la vamos a cumplir: hay un compromiso de la Fuerza Pública y del Ministro de Defensa de que esas 70.000 hectáreas se van a cumplir. Sumados los dos: las 40.000 hectáreas sustituidas y las 70.000 erradicadas forzosamente, quiere decir que este año, el año 2018, vamos a poder erradicar 110.000 hectáreas”.

Presión de EEUU

El anuncio se da un día después de que la Oficina Nacional de Control de Drogas (ONDCP) estadounidense revelara que el área de cultivos de coca en Colombia  experimentó en 2017 un crecimiento de 11 por ciento para alcanzar las 209.000 hectáreas, el mayor nivel de la historia.

"El mensaje del presidente (Donald) Trump a Colombia es claro: el crecimiento récord en la producción de cocaína tiene que ser revertido", dijo el subdirector de la ONDCP, Jim Carroll; mientras que el embajador estadounidense Kevin Whitaker señaló “es un problema y debemos enfrentar eso, como hemos hecho estos veinte años".

El diplomático aseguró que su país no cuenta con experiencia en el uso de drones para combatir los cultivos de hoja de coca, "ojalá sirva para algo", expresó.