Son 688 los procesos que ha abierto el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) entre 2016 y mayo de 2018 para restablecer los derechos de los menores de edad explotados sexualmente, informó la directora general de la entidad Karen Abudinen.
La funcionaria, al proclamar la campaña ‘Presente contra la Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños y Adolescentes’, precisó que en el 85 por ciento de los casos de este tipo de violencia afecta a las niñas y adolescentes.
“Los niños no tienen precio y los criminales que los explotan sexualmente deben ser castigados con todo el peso de la ley”, señaló Abudinen durante el lanzamiento de la campaña que busca llamar la atención de la sociedad para erradicar esta forma de violencia.
De los 688 procesos administrativos ya mencionados, el mayor número se presenta en Bogotá, con 145, seguido de Antioquia (112), Bolívar (56), Valle del Cauca (50), Atlántico (38), Córdoba (37), Caldas (32), Risaralda (31), Meta (21), Huila (19), Cundinamarca (18), Madalena (18), Tolima (16), Cesar (14), Boyacá (12), Amazonas y Nariño (11 cada uno), Cauca y Quindío (7 cada uno), Santander y Sucre (6 cada uno), Caquetá y La Guajira (5 cada uno), Guaviare y Norte de Santander (3 cada uno), Chocó y Putumayo (2 cada uno) y Arauca (1).
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"Nuestros niños no están para complacer a nadie. Los niños son para protegerlos. La explotación sexual no es turismo, es un crimen abominable. No podemos permitir que las niñas, niños y adolescentes sean esclavizados", señaló Abudinen.
La explotación sexual comercial no discrimina edades. En 2017 el ICBF registró que 14 niños y niñas entre 0 y 5 años fueron víctimas de este crimen, 46 menores de edad entre los 6 y 11 años y 237 entre los 12 y 17 años padecieron de esta forma de esclavitud.
Las niñas y las adolescentes mujeres son las que más padecen esta forma de violencia, el 85 por ciento de los casos que el ICBF ha atendido entre 2016 y mayo de 2018, corresponde al sexo femenino.
“Esta cifra demuestra los peligros a los que están sometidas nuestras niñas y adolescentes, para nosotros como ICBF es claro que la primera línea de protección es la familia”, aseguró.