Son miles de razones por las que los colombianos le apuestan a las ventas informales: falta de empleo, inestabilidad económica, la necesidad de ganar recursos extra, entre muchas otras. Sin embargo, en Bogotá la lucha por sacarlos de las calles ha sido dura. 

Por esta razón, con muchos se ha llegado a acuerdos y negociaciones para que así, ellos sigan teniendo sus fuentes de dinero y, al mismo tiempo, la ciudadanía sigue disfrutando de espacios libres y caminables. 

Aquí un informe especial de la situación y los resultados obtenidos hasta ahora.