Fin de incertidumbre política reactivó la compra de vivienda | El Nuevo Siglo
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Martes, 11 de Septiembre de 2018
Redacción Nacional

Las perspectivas de recuperación de la economía colombiana y el fin de la incertidumbre política tuvieron un efecto positivo en la percepción y decisión de las familias para comprar vivienda. Así queda evidenciado en los resultados del Estudio de Oferta y Demanda de Vivienda y no Habitacionales, que cada año realiza Camacol Bogotá y Cundinamarca.

El 46,8% de los hogares encuestados en Bogotá y Cundinamarca manifestó que actualmente se vive un buen momento para comprar vivienda. En la capital, lo consideró así el 44,6% de los encuestados, mientras que en Cundinamarca la percepción favorable es para un 56,6%. Esta percepción aumentó respecto al año anterior en 7,1 y 13,9 puntos porcentuales respectivamente, y se ubica en el nivel más alto de los últimos años.

Los resultados arrojaron que un 42,3% de los hogares encuestados en Bogotá y 26,3% en Cundinamarca tiene planes de adquirir vivienda en los próximos 12 meses.

El 20,7% en Bogotá ya ha iniciado la búsqueda, mientras que en el departamento lo ha hecho el 12,4%.

“La intención de compra de vivienda en todos los estratos socioeconómicos muestra un repunte importante respecto al año anterior, y la motivación principal es el deseo de tener una vivienda propia. Este repunte es especialmente alto en los estratos dos y tres, lo que resulta muy positivo y se alinea con los mensajes que ha dado el nuevo gobierno sobre la continuidad de los programas de vivienda", explicó la gerente de Camacol B&C, Martha Moreno Mesa.

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Búsqueda

El 77,4% de los hogares bogotanos que está en proceso de búsqueda lo hace dentro de la misma ciudad, mientras que un 7,4% lo hace en los municipios aledaños. Un 10,2% busca en ambos y el 5% restante lo hace en otra zona del país. En cuanto a los sectores preferidos por los bogotanos, se destacan localidades como Engativá (28,6%), Chapinero (26,4%) y Kennedy (25,3%), desplazando a Fontibón y Bosa que en 2017 lideraban la preferencia. Los hogares bogotanos que buscan en municipios prefieren a Mosquera (35,7%), Chía y Funza (ambos con 33,3%). Por estratos, dos y tres realizan su búsqueda en Bogotá (79,5% y 78,6% respectivamente), en contraste con cinco y seis que buscan en igual proporción (48,3%) en la capital y los municipios aledaños.

En Cundinamarca, el 60% de los hogares encuestados está interesado en adquirir vivienda exclusivamente en alguno de los municipios, mientras que el 12,4% busca en Bogotá y el 22,3% lo hace en las dos partes. Un 5,3% busca en otras zonas del país. El interés se concentra especialmente en los municipios del corredor Calle 13: Mosquera (21,1%), Funza (17,9%) y Madrid (17,9). Girardot es la opción para el 20%. Soacha, Chía y Fusagasugá, que eran los tres municipios con mayor intención de compra en 2017, registran hoy un menor interés.

La ubicación y el precio de la vivienda son los factores decisivos de compra para la mayoría de los hogares encuestados tanto en Bogotá como en el departamento. En la capital, un 62% de los hogares visitantes de salas de venta manifestó que planea comprar su vivienda en un período menor a un año, mientras que un 22% de los hogares cundinamarqueses proyecta realizar esta inversión en los próximos tres meses.

Pagos

El estudio preguntó a los hogares si estarían dispuestos a pagar más para incorporar elementos de sostenibilidad a la vivienda. En Bogotá, el 68% dijo que sí, manifestando que los sistemas de reciclaje de agua (69,3%), los aparatos de bajo consumo de agua (12,9%), las energías alternativas (9,2%) y los equipos de ahorro de energía (8,0%) serían los elementos por los que pagarían. En Cundinamarca, el 77,4% está dispuesto a pagar el valor adicional por los mismos elementos en proporción de 66,1%, 20,2%, 10,1% y 3,6%, respectivamente.

El estudio realizó encuestas a hogares bogotanos que compraron vivienda durante el último año, lo que dejó ver que el 78% adquirió con el propósito de vivir en ella, mientras que un 17% compró como alternativa de inversión (arriendo o reventa). La mayoría de los hogares compradores (37,2%) percibió ingresos entre dos y cuatro salarios mínimos y fue encabezado por un jefe de hogar entre 36 y 50 años de edad (47%).