Este martes se produjo un hecho trascendental en lo que tiene que ver con los militares en la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), pues el mayor general del Ejército, Henry William Torres Escalante, se convirtió en el primero en firmar el acta de sometimiento que ya había suscrito en su momento ante la Secretaría Ejecutiva al postularse.

Ahora tendrá que presentarse ante la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas para que exponga las formas de contribución al esclarecimiento de la verdad a favor de las víctimas y la sociedad, la cual resolverá sobre la concesión de los beneficios previstos, como sería inicialmente otorgarle la libertad mientras que define su situación jurídica.

El mayor general Torres Escalante se encuentra privado de libertad en la Escuela de Infantería del Cantón Norte en Bogotá por unos casos de ‘falsos positivos’ que se produjeron en el año 2007 en el Casanare, pues fue relacionado con el crimen de dos campesinos que posteriormente  fueron presentados por el Ejército como guerrilleros muertos en combate.

La JEP explicó que a la fecha, 2.159 miembros de la Fuerza Pública se han presentado ante esta jurisdicción, discriminados así: 2.019 del Ejército Nacional, 34 de la Policía Nacional y 16 de la Armada Nacional. De igual manera, 965 personas se han beneficiado con la libertad transitoria, anticipada y condicionada. De ellos, 944 son del Ejército Nacional, 8 miembros de la Policía Nacional y 13 de la Armada Nacional.

Justicia ordinaria

El mayor general Torres indicó que “como es innegable que estas víctimas por las cuales estoy siendo procesado se presentaron, fueron cometidas por hombres de la brigada que yo comandé, sin que yo haya tenido conocimiento o que yo hubiera dado alguna orden para cometer esas muertes, por ese motivo quiero pedir perdón a las víctimas por el daño causado con la esperanza de que esto nunca vaya a volver a suceder”.

El oficial dijo también que “estoy ante la JEP porque considero que en la justicia ordinaria no tengo garantías para defenderme. Señalo desde ya mi compromiso de contribuir a la verdad sobre hechos relacionados sobre cualquier muerte, pero eso no implica una confesión. Yo no he causado ni ordenado ninguna de las muertes que se me imputan. Mi sometimiento es para que se practiquen pruebas necesarias para que se sepa la verdad y de ser el caso me perdonen y proceda la reparación".