A escasos cuatro días la elección del Contralor sigue peleada. Todo se definirá el lunes festivo, cuando el Congreso en pleno se reúna a las 2 de la tarde y elijan al sucesor de Edgardo Maya.

Los partidos políticos se han venido alineando y los candidatos se han estado moviendo.

Muy temprano ayer los partidos políticos comenzaron a moverse.

Luego de reunirse primero con el presidente Iván Duque y luego entre congresistas de cada una de las bancada, los partidos Cambio Radical y Social de Unidad Nacional (La U) anunciaron que por unanimidad decidieron apoyar la candidatura de Felipe Córdoba, director de la Federación Nacional de Departamentos.

Así las cosas, Córdoba asegura 134 de los 141 votos necesarios para ser el sucesor de Maya, luego de haber conseguido también el apoyo del Partido Liberal.

Sobre Córdoba, Aurelio Iragorri, presidente de La U, dijo que "reúne las calidades, cualidades, perfil, características e independencia para ser un Contralor de lujo".

Más temprano, el presidente Duque se había reunido con los representantes de las bancadas para analizar el proceso de elección de Contralor, sin embargo, el Mandatario enfatizó que no iba a interferir en este proceso.

Duque insistió en que el Congreso debe escoger un Contralor que no sea de bolsillo del Gobierno pero tampoco de la oposición.

Como lo informó ayer EL NUEVO SIGLO, los liberales, que son la segunda bancada más grande en el Congreso, decidió respaldar unánimemente a Córdoba en una reunión de las bancadas de Senado y Cámara que lideró el expresidente César Gaviria, jefe único de la Dirección Nacional Liberal.

Por su lado, como se esperaba desde un principio, el Centro Democrático apoyaría al presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), José Félix Lafaurie. Con 33 votos, Lafaurie se impuso en una votación interna de la bancada uribista en el Congreso ante al exmagistrado del Consejo de Estado, Marco Antonio Velilla, quien obtuvo nueve votos.

El Centro Democrático es el quinto partido en anunciar su apoyo en la carrera hacia la Contraloría. Mientras Cambio Radical, el Partido Liberal y La U se definieron por Córdoba, el Partido Conservador lo hizo por el exmagistrado del Consejo Superior de la Judicatura, Wilson Ruíz.

Se conoció que en la noche del martes algunos congresistas del Polo Democrático, la Lista de la Decencia y la Alianza Verde se reunieron para evaluar varios aspectos de esta elección y el papel que van a cumplir en la votación. Aunque no anunciaron como se iban a mover, sí declararon su desaprobación a la candidatura de Lafaurie.

Ayer la bancada verde se reunió con cuatro de los cinco candidatos a los que convocó: Ruiz, José Andrés O'Meara, Pío Fernández y Julio Cárdenas. Córdoba se excusó por una emergencia médica, por lo que será escuchado hoy, a las 2 de la tarde, en la sede nacional del partido.

En la reunión de ayer, los aspirantes se presentaron ante los congresistas y luego intervino el senador Iván Marulanda, vocero de la bancada, quien insistió en la generación de espacios meritocráticos para la toma de decisiones.

Al cierre de esta edición se decía con insistencia que entre los sectores de oposición ganaba terreno Cárdenas, quien en las audiencias en las plenarias de Senado y Cámara, realizadas el martes y el miércoles, ante una pregunta del partido Farc sobre el papel de la Contraloría en el posconflicto, señaló que destinará un gran esfuerzo de este ente de control para revisar que los recursos destinados para el cumplimiento del acuerdo de paz se inviertan correctamente. Además, empezó su intervención señalando que apoya y votará la Consulta Anticorrupción.

En las mencionadas audiencias, Córdoba habló de la necesidad de vigilar en tiempo real a través de aplicaciones móviles cómo se invierten los recursos públicos y así detectar rápidamente y en línea donde hay posibles casos de corrupción.

Lafaurie habló en sus presentaciones ante las plenarias de su experiencia como vicecontralor y lo difícil que ha sido fortalecer los controles para la vigilancia de los recursos públicos. Aseguró además que no va a llegar a vigilar para atrás sino a dejar un legado y las bases de la verdadera lucha contra la corrupción.

Por su parte, en las plenarias O’Meara aseguró que los órganos de control no pueden seguir siendo un objeto de venganza que haga que los mejores profesionales prefieran el sector privado a arriesgarse a una sanción por cuenta de su origen político. Sobre la problemática del sector salud manifestó que la Contraloría debe separar su competencia del sector social que hoy maneja la vigilancia de la salud y la educación saturando esta dependencia e impidiendo un control efectivo de cómo se invierten los recursos.

Cuando le tocó intervenir en las plenarias, Ruiz planteó la necesidad de tecnificar el control fiscal y buscar la manera de reducir los términos de los procesos fiscales para evitar que prescriban y además de la impunidad penal también se pierdan los recursos. Habló de la necesidad de controlar el gasto público para evitar que por excesos burocráticos termine el gobierno afectando el funcionamiento del Estado. Fue el único que se manifestó frente a la necesidad de aprobar una reforma tributaria para financiar el posconflicto.

A su turno, Fernández propuso endurecer las sanciones a la corrupción para que lo funcionarios públicos y los contratistas se lo piensen dos veces antes de apropiarse de recursos públicos. También señaló que es urgente fortalecer la recuperación de los dineros, que hoy no llega ni al 1% de los que se pierde.