Radiografía consulta anticorrupción (III) | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 27 de Junio de 2018
Redacción Política

 

El contralor general Edgardo Maya ha revelado que cada año la corrupción en Colombia se embolsilla 50 billones de pesos, la mayoría de los cuales se produce por la vía de la contratación estatal.

Frente a ello la consulta anticorrupción del próximo mes  de agosto preguntará a  los colombianos si están de acuerdo con que los pliegos tipo que por ley ya son obligatorios para obras de infraestructura a nivel nacional, se generalicen a toda la contratación estatal.

Los pliegos tipo son condiciones estándar que deben cumplir los proponentes para contratar con el Estado.

Precisamente la pregunta número tres en el tarjetón de la consulta anticorrupción indica ¿aprueba usted establecer la obligación a todas las entidades públicas y territoriales de usar pliegos tipo, que reduzcan la manipulación de requisitos habilitantes y ponderables y la contratación a dedo con un número anormalmente bajo de proponentes, en todo tipo de contrato con recursos públicos?

Sobre el particular EL NUEVO SIGLO consultó al director Ejecutivo de la Federación Colombiana de Municipios, Gilberto Toro. “La pregunta parte de supuestos falsos pues tal como la plantean el que vote tendría que hacerlo que claro que está de acuerdo conque no haya manipulación de requisitos y todo lo demás. Pero es que aquí el problema con los pliegos tipo es que es estandarizar el país, es pretender que las necesidades que se tienen en un municipio para construir una obra o para contratar un servicio son iguales. Y eso no es cierto, no es posible aplicar un pliego que en Bogotá se hace con unas características por la cantidad de oferentes que hay, por el acceso a los diferentes servicios, tecnologías, proveedores, que hacerlo en Puerto Nariño, Amazonas, porque si se hace un pliego tipo igual en Amazonas, pues la gente no va a ir, no hay quien vaya allá sobre todo cuando son obras pequeñas. Entonces vale más ir y asistir a las audiencias que lo que seguramente se podría ganar un contratista”.

Toro resaltó que “hay que combatir la corrupción, hay que buscar más eficiencia, más transparencia, pero no podemos seguir pretendiendo en el país que con normas vamos a resolver un tema que es cultural y que es de valores. Entonces utilicemos las tecnologías para hacer seguimiento, monitoreo, para controlar los resultados. Si se hace una inversión en cualquier municipio con unos recursos determinados, esos recursos determinados tienen que producir una obra con las características que se pretendían, no pueden ser inferiores. Y eso es más fácil controlarlo que pretender que todo el país sea homogéneo porque vamos a paralizar muchas regiones porque no va a haber quién vaya a esos municipios más pequeños, más apartados, a participar de unos pliegos que son iguales a los de las ciudades grandes”.

 

Un ingrediente más

 

El excontralor de Ibagué, Rafael Bernal Poveda, le dijo a este Medio sobre generalizar los tipos pliego a toda la contratación pública que “es un ingrediente pero no es la receta completa en el proceso de contratación en Colombia. Hay que innovar muchísimo porque los mecanismos, y más en las esferas de corrupción que se manejan  en nuestro país, deben de ir todavía más cohesionados con otros mecanismos”.

Añadió Bernal que “se han hecho algunas reformas fundamentales en contratación como el hecho que hoy en día los contratistas hagan sus obras, muestren su calidad y después el Estado proceda al pago. Ese es otro mecanismo fundamental, todas las obras importantes del pasado se quedaron a mitad de camino porque no había mecanismos adecuados de control, ni siquiera las contralorías contábamos con las herramientas adecuadas”.

No obstante el excontralor de Ibagué consideró que el tipo pliego puede tener dificultades para su aplicación, “eso es un sueño, cada región tiene su propia cultura, su propia capacidad económica, sus propias condiciones, sus propios contratistas. Es una buena intención y me parece importante pero es simplemente un ingrediente en un proceso que todavía hay que estructurar más a nivel nacional”.

 

Buena medida

 

El exgobernador Cristian Moreno Panezo indicó a este Diario que el “alcance de la medida en sí mismo genera una gran oportunidad a las entidades territoriales porque regularmente la debilidad institucional es en muchos casos del camino del que abusan los contratistas para someter a los mandos medios en la administración pública o amangualarse con ellos y construir agendas con intereses muy particulares”.

Moreno consideró que “si hoy se instituye por mandato de ley un diseño de pliegos tipo eso le garantiza un instrumento para estandarizar no solo la dinámica contractual  sino asegurar un mejor control en la ejecución de las obras. En todo sentido es una gran oportunidad, no solo para mejorar la transparencia sino especialmente para entregarle herramientas de control a los jefes de las entidades públicas”.

Añadió el exgobernador que “tiene total vocación de éxito y es una medida que es bien recibida frente a la responsabilidad de la administración pública”

 

Reconocen diferencias

La representante verde Angélica Lozano, una de las impulsoras de la consulta anticorrupción, le dijo a este Medio que “hoy el grueso de la contratación es directa, eso impide la competencia, la transparencia, implica vínculos preestablecidos de favoritismo en muchos casos, también en las licitaciones hay un fenómeno dramático, es que más o menos el 70 por ciento de las licitaciones son de un oferente, cuando el sentido de la licitación es que haya muchas opciones”.

Agregó la parlamentaria de la Alianza Verde que “los pliegos tipo son una buena medida porque facilitan la apertura a gente que no tiene esas palancas ni esos vínculos, ni esas intenciones y que puede ofrecer un buen servicio”.

Añadió que usar pliegos tipo no implica que el de un pequeño municipio sea idéntico al de Bogotá, “precisamente los pliegos tipo permiten reconocer, cuantificar y diferenciar los costos, por ejemplo, logísticos y de traslado. Pero hoy tenemos, por ejemplo, en el PAE una ración en Bucaramanga, en Barbosa y en San Andrés en tres precios distintos, y de pronto el de San Andrés no es el más caro”.

Agregó que “decir que los pliego tipo implica desconocer las diferencias es falso, permiten reconocer que si una hoja de papel en Bogotá vale 10 pesos, es razonable que en el Vichada, Vaupés haya un componente específico de transporte, entre otras cosas”.