Para las nuevas generaciones es inimaginable pensar que Colombia, Cundinamarca y Bogotá gozaran de una fructífera tradición ferroviaria que a finales del siglo XIX era un orgullo nacional y, tristemente, el Estado dejó acabar.

Sin embargo, el Regiotram de Occidente que será el primero de por ahora dos trenes de cercanías que se tienen proyectados a largo plazo para la conectividad de Bogotá con su departamento y municipios circundantes (conjuntamente con el Regiotram del Norte), le devolverá algo de dicha tradición al interior del país. Precisamente al respecto, cabe preguntarse ¿en qué va?

Este proyecto, uno de los varios contemplados en el Conpes 4034 que presentaron a comienzos de julio en la Casa de Nariño el presidente Iván Duque, la alcaldesa Claudia López y el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García en junio de 2020 inició su fase de preconstrucción, como estaba previsto. Por lo mismo, en estos momentos el concesionario está adelantando los diseños de ingeniería de detalle, licenciamiento ambiental y actividades propias de esta etapa. Así lo indica el Conpes ya citado.

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La historia 

En principio hay que retroceder a agosto de 2019, cuando la Empresa Férrea Regional (FER) adjudicó la concesión del Proyecto Regiotram de Occidente, entre lo que queda de una vieja vía ferroviaria que otrora fue sinónimo de progreso y de bienestar, para la capital del país.

Cofinanciado por la Nación, esta construcción comprende la ejecución de un sistema de transporte público férreo de pasajeros, que conectará a la ciudad de Bogotá con municipios que conforman la región de la Sabana de Occidente como Funza, Mosquera, Madrid y Facatativá.

La concesión del Regiotram quedó establecida por un período de 26 años, su valor asciende a los $3,43 billones y comprende la financiación, estudios y diseños; la gestión social y ambiental; la ejecución de las obras de construcción; las obras de adecuación y reparación de desvíos, redes, la operación, el mantenimiento y la reversión de la infraestructura correspondiente al Regiotram.

También incluye la financiación, estudios y diseños, instalación, suministro, pruebas, puesta en marcha, operación, reposición, mantenimiento y reversión del material rodante, de los sistemas ferroviarios, y por último la prestación del servicio público de transporte férreo de pasajeros en Bogotá y Cundinamarca a través del Regiotram, incluyendo su recaudo.

Puntos específicos del proyecto

Para tener en cuenta algunas de las características del Regiotram de Occidente, además de conectar el mercado de la Sabana de Occidente con la ciudad de Bogotá, este corredor de 39.6 kilómetros, 17 estaciones, 2 patios y un taller que estará ubicado en Facatativá, terminará en lo que será el portal de la primera línea del Metro de Bogotá, con una demanda estimada de 41.259.684 pasajeros en sus años de operación. Esta obra, se prevé, reducirá un viaje convencional de 3 horas a solo 48 minutos.

Del total de su extensión, 24,9 kilómetros serán suburbanos y 14.7 kilómetros estarán en suelo urbano. La porción del corredor que se encargará de hacer la conexión con el Metro será de 1.03 kilómetros. Así mismo, el trazado urbano tendrá 9 de las 17 estaciones y una cochera, y el trazado que estará en Sabana Occidente será de 24.9 kilómetros y tendrá las ocho estaciones restantes y el taller-cochera.  

Debido a que el material rodante del Regiotram deberá operar con energía eléctrica, la infraestructura involucra la construcción de un sistema de electrificación para proporcionar una tensión nominal de 1.500 voltios en corriente directa. 

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Sistema de transporte unificado

Ahora bien, el día que el Gobierno nacional acompañó a la Alcaldía de Bogotá en la estructuración de la segunda línea del Metro de la capital y el presidente Duque reafirmó su compromiso con la conectividad de la región, el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, agradeció el apoyo del gobierno Nacional al Regiotram y se refirió a la unificación del sistema de transporte.

A este respecto es importante destacar que, de acuerdo con el Conpes, para mejorar la calidad del servicio de transporte público de la Región Bogotá-Cundinamarca, se debe facilitar la integración de la red de transporte público colectivo de pasajeros, con la red de transporte masivo, como mínimo reduciendo las barreras para una integración física, tarifaria, operacional e institucional.

Pues bien, el gobernador García refirió que gracias a la iniciativa de la Región Metropolitana, radicada  el pasado 21 de julio, este proyecto se vería robustecido por la unificación de un sistema de transporte unificado.

“Fueron 15 años para estructurar Regiotram de Occidente y solo dos para estructurar el Regiotram del Norte, completo. Con esto no solo generamos integración entre las provincias sino también con la ciudad de Bogotá (…) Vamos a radicar el proyecto de ley de Región Metropolitana. La reglamentación del acto legislativo. Muchas cosas interesantes pero una con ocasión de este evento: La autoridad de transporte, en cabeza de la Región Metropolitana le permitirá a un cundinamarqués, con una sola tarjeta, subirse al Regiotram, al Transmilenio y al Metro; y le permitirá a los bogotanos también no tener que usar diferentes sistemas para poder llegar a nuestros municipios”, indicó hace algunos días el el gobernante.

Sistema de alimentación

Adicionalmente, hay que tener presente que el Regiotram de Occidente es apenas uno de los varios  proyectos de carácter regional que buscarán articular el Distrito, la Gobernación de Cundinamarca y los municipios pertenecientes a la región. De ahí la importancia de pensar de manera cohesionada esta obra con la extensión del Sistema Transmilenio a Soacha, la ampliación del mismo y la construcción de infraestructura del SITP por fuera de Bogotá.

Por lo mismo, como lo establece el Conpes arriba mencionado, desde la Gobernación y municipios se buscará el desarrollo de rutas de alimentación a los trenes de cercanías (Regiotram de Occidente y del Norte) para facilitar la accesibilidad a estos sistemas.

Esta red podrá incluir soluciones para prestar servicios de primera y última milla de acuerdo con las necesidades de viajes de cada zona, y dentro de estas soluciones se analizará la aplicabilidad del servicio público de transporte de pasajeros en triciclos o tricimóviles no motorizados o con pedaleo asistido de acuerdo con la normatividad vigente, según las necesidades específicas de cada territorio y definiendo sus reglas de tránsito y circulación para evitar siniestros viales y congestión vehicular.

En línea con lo anterior, señala el Conpes que los servicios de transporte colectivo se podrán prestar en las configuraciones vehiculares dispuestas en la reglamentación vigente, y en sistemas de transporte tipo cables, que funcionarán como sistemas alimentadores a los sistemas masivos de acuerdo con las necesidades de las rutas, zonas y topografía, buscando priorizar tecnologías que reduzcan el impacto en el medioambiente.

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Por último, en el caso de Bogotá se plantean siete cables adicionales al existente para mejorar el acceso al transporte público en los barrios que se encuentran en zonas montañosas de difícil acceso de la ciudad e incluso con los límites de la ciudad con Soacha y en el borde oriental, que se planea, también serán alimentadores del Regiotram de Occidente.

Este, como bien hizo en señalarlo el presidente Iván Duque, es un proyecto contemplado en un Conpes que, lejos de ser declarativo, filosófico y de buenas intenciones, “es una visión con recursos, una visión con obras que ya empezaron, que van a empezar, que están licitadas y que tienen estudios y diseños”.

“Lo que hoy se está presentando es la más grande transformación de nuestra ciudad capital y de nuestra región Cundinamarca. Estamos hablando de un Conpes de más de $30 billones y de los grandes corredores de carga y de pasajeros que van a mejorar la calidad de vida de esta región”, indicó el pasado 13 de julio el presidente Iván Duque