Esta tarde se pondrá la banda tricolor el primer presidente de izquierda en Colombia en su historia, por lo que no pocos ciudadanos han mostrado prevención con Gustavo Petro por los alcances de los cambios que se propone y que quiera llevar al país al desarrollo de esa ideología. EL NUEVO SIGLO consultó a decanos de prestigiosas universidades para conocer la opinión que tienen sobre el particular. 

Los académicos, en términos generales, consideran que si bien Petro tiene unas raíces en la izquierda, e incluso en algún momento de su vida empuñó las armas contra el Estado, es poco probable que quiera ideologizar su gestión en la presidencia, por ejemplo, buscando conducir a Colombia al socialismo.

Así mismo, algunos de los decanos entrevistados creen que Petro a nivel regional si bien sería cercano a gobiernos de izquierda, por ejemplo con Brasil, si gana Lula; con Chile, Perú, Argentina, no participaría a nombre de Colombia en un proyecto supranacional específicamente para extender la izquierda en América Latina o para conformar un bloque contra Estados Unidos.

Estaría en la centroizquierda

Sebastián Líppez De Castro, decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, dijo que “el gobierno de Petro es el primero de izquierda en Colombia en la historia, y lo es porque efectivamente no había existido en otro momento un presidente de una fuerza distinta a las tradicionales, digamos históricas del país”.

Agregó que “los presidentes anteriores fueron de partidos distintos al Liberal y Conservador, pero al final de cuentas eran de grupos políticos que se desprendieron de esos partidos tradicionales. Entonces realmente es la primera vez que tenemos un gobierno alternativo, distinto, y eso lo hace un gobierno más hacia la izquierda respecto a lo que hemos tenido”.

No obstante el académico consideró que en América Latina no será un gobierno a la extrema izquierda; “más bien a la centro izquierda, si se quiere, porque Gustavo Petro no es el líder socialista, aunque sí es producto de una guerrilla, no de una guerrilla comunista ni socialista tampoco, sino de un grupo con tintes más nacionalistas y democráticos que comunistas. Entonces no va a ser una izquierda extrema”.

Sebastián Líppez De Castro dijo que se puede caer en el facilismo de decir que en América Latina “estos presidentes están a la izquierda y algunos a la derecha, pero hay muchos matices y realmente todas las izquierdas no son iguales”. 

“Creo que todavía es muy prematuro para saber exactamente en qué posición se ubica (Petro) respecto de cada uno de los países, pero lo que sí es cierto es que no parece ser el gobierno más hacia la izquierda sino a una izquierda moderada, una centroizquierda por ahora”, señaló el decano.

Dijo también que las relaciones que busque fortalecer Petro con los países de la región, sean gobiernos de izquierda o de derecha, “no son más que atender lo que ya constitucionalmente habíamos definido como un norte de las relaciones de la política exterior. Pero al tiempo que señala esas necesidades de fortalecer las relaciones con el vecindario, tampoco va a descuidar las relaciones con Estados Unidos”.

Agregó que “tal vez lo de la paz haya generado un ruido con algunos sectores de la  política norteamericana, pero por ahora no parece que se vaya necesariamente a poner en riesgo esa relación. Entonces, no es un cambio de paradigma total, simplemente es lo que siempre hemos buscado en términos de fortalecer las relaciones con América Latina”. 

El fiel de la balanza 

Fredy Andrés Barrero Escobar, decano adjunto de la Escuela de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Sergio Arboleda, indicó que “las elecciones locales de 2019 pusieron en evidencia el giro político hacia la centro izquierda que estaba dando Colombia. En ese entonces, la pregunta consistió en cuánto de ese giro iba a impactar en las elecciones de Congreso y en las presidenciales”.

Agregó que aunado a lo anterior, los “bloqueos y las movilizaciones sociales durante el gobierno Duque, promovidos por algunos líderes de la centroizquierda, contribuían al desgaste natural del Gobierno, ubicado, claramente, en la centroderecha”.

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Anotó Barrero que a juzgar por los resultados de las elecciones de Congreso y las presidenciales de este año, “se puede identificar un cambio en el electorado colombiano, cuya tendencia es moverse hacia la centroizquierda, tanto en las elecciones nacionales como en las locales”.

Dijo que habrá que esperar a las elecciones regionales del 2023 para “evaluar si estos giros se consolidan o si respondieron a situaciones específicas derivadas de las movilizaciones sociales y los bloqueos”.

Enfatizó que “las ejecutorias y la agenda legislativa del presidente Petro será el fiel de la balanza para entender si estamos ante una línea ideológica de gobierno que se mantendrá”. 

Habrá cambios

Juan Carlos Gómez Benavides, director del Programa Cip - Ciencia Política, en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Icesi, señaló que “con la llegada de Petro a la presidencia obviamente Colombia se ubica dentro de la izquierda, y hace parte de la suma de los países que más recientemente se están ubicando en esa parte del espectro político”.

Agregó que si bien es un gobierno de izquierda, con la conformación de su gabinete ha buscado ir “un poquito hacia el centro”.

No obstante consideró que se sentirá la ideología de izquierda en las ejecutorias de Petro. “Creería que sí porque obviamente es una ideología completamente opuesta a lo que la historia colombiana ha venido viviendo, y los resultados como país no son los más deseables para la mayoría de los ciudadanos”, dijo.

Entonces, agregó Gómez, “esperaría que sí haya un cambio importante, no en el modelo económico, creo que por los nombramientos de Ocampo y Gaviria en los ministerios de Hacienda y Educación, no va a ser un cambio radical, pero sí un cambio donde se le van a dar prioridades más a los aspectos sociales que al relacionado con el cuidado de las élites, como históricamente se ha hecho en Colombia”.

En tanto que en el plano internacional, Gómez prevé que el entrante presidente “va a tratar de establecer unas relaciones más o menos estables con Estados Unidos. Sin embargo, creo que va a ser una relación muy difícil de mantener. Ya el Partido Republicano, el jueves anterior, pasó una ley para castigar a Colombia en caso tal de que Petro no cumpla los acuerdos en términos de lucha contra el narcotráfico, la migración, a pesar de que Biden está tratando de establecer las relaciones de amistad con Colombia”.  

Sin embargo, cree que Petro va a jugarse la otra carta, “es de establecer alianzas con sus aliados de izquierda latinoamericana: con Brasil, con Lula si gana la presidencia; con Chile; con Argentina; con Bolivia; hasta con Venezuela, para tratar de establecer un bloque de ideología de izquierda”.

No vamos al socialismo

El excanciller Julio Londoño Paredes, decano de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos, de la Universidad del Rosario, dijo: “Creo que en América Latina se han dado cambios y situaciones muy importantes. No creo que el señor Petro en el siglo XXI, en la condición actual del mundo, vaya a constituir a Colombia como un Estado socialista, eso no es posible política y económicamente. Puede hacer una serie de cambios, pero en el mundo actual eso no es posible”. 

Londoño tampoco cree que Petro como presidente busque ser parte en la región de un bloque de países con gobiernos de izquierda, ni que haya espacio para este tipo de proyectos.

“Cada país tiene sus propios problemas y sus propias circunstancias, eso de bloques con una diversidad de intereses, de problemas, de angustias y dificultades, es imposible. Entonces cada uno puede coger por su lado. Fíjense que Chile es una cosa, Perú es otra, Bolivia es otra. Todos son diferentes, ya eso de bloques por ideologías no existe. Puede haber concertaciones y acuerdos pero no más”.