La posibilidad de importar gas de Venezuela volvió a generar polémica ayer, luego de conocerse las declaraciones del expresidente Iván Duque en contra de esta opción, un mes después de dejar su cargo.
El exmandatario criticó la posibilidad de que el gobierno de Gustavo Petro contemple importar gas venezolano luego del hallazgo de dos yacimientos gasíferos en la costa Caribe colombiana.
Duque escribió en su cuenta de Twitter: “Colombia encuentra dos mega-yacimientos de gas y algunos salen a decir que tenemos que comprarle gas a la dictadura de Maduro, después de casi una década en la que nunca le cumplieron a Colombia. La soberanía energética no está a la venta”.
De esta manera, no solo lanzó dardos contra el actual mandatario sino también contra el nuevo embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, quien ayer aseguró que Colombia debe comprar gas desde ya al país vecino.
El embajador manifestó que esta compra es necesaria porque “nuestro país se quedará sin gas en los próximos siete años. Ellos ya tienen el gasoducto que sale del propio golfo de Maracaibo. Ellos ya tienen la explotación, un gasoducto, solamente habría que buscar unos 30, 40 kilómetros para que se pueda empezar a comercializar desde Colombia”.
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Del mismo modo, Benedetti aseguró que la ministra Vélez se equivoca sobre las reservas de gas en Colombia y que la importación del combustible hay que hacerla desde ya; “hay que prever para guardar, siete años no es nada”, sostuvo.
Vale recordar que la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, hace pocos días se refirió a la posibilidad de que Colombia importe gas desde Venezuela: “Tenemos reservas de gas de siete a ocho años. Si necesitáramos llenar nuestra matriz energética se podría hacer la conexión de transporte de gas con Venezuela. Si llegara el caso en que nuestras reservas no fueran suficientes para nuestro autoabastecimiento, necesitamos soluciones, que podrían ser conectarse con otros países”, dijo la ministra en su momento.
Sin embargo, también ha mantenido una posición radical y ha dicho que no es la prioridad del Gobierno, pues el foco es la intensificación de producción de las energías renovables.