El próximo 5 de diciembre será la primera reunión en la Mesa de Concertación de Políticas Laborales y Salariales, entre representantes de los empresarios y los trabajadores con el propósito de concertar el incremento del salario mínimo para el 2023. 

Es un pulso que se vive todos los años por esta época, algunas veces las partes logran ponerse de acuerdo, en otras no ha sido posible y tiene que el Gobierno Nacional establecer la cifra por decreto. 

Para el profesor Iván Daniel Jaramillo, director del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, en esta oportunidad puede ser más difícil que se pongan de acuerdo empresarios y los sindicatos por la situación que se vive con una alta inflación, que a su vez ha derivado en la pérdida del poder adquisitivo de las personas, y la posibilidad de una cercana recesión económica.

Jaramillo dijo que lo ideal es que se logre concertar el incremento del mínimo para el año 2023, al tiempo que remarcó que ya sea de esta forma o que tenga el Gobierno que decretarlo, es necesario cuidar el poder adquisitivo de los empleados, así como la economía.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo anticipa la discusión que se dará en la Mesa de Concertación Laboral por el incremento del salario mínimo para 2023? 

IVÁN DANIEL JARAMILLO: Este es un año complejo en particular por los altos niveles de inflación que está atravesando no solo Colombia sino el mundo, por el anuncio de una recesión el otro año y por las dificultades en la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores ad portas de un período de recesión. 

Parece complejo y parece difícil que pueda transitarse por un acuerdo, que es lo ideal, a lo que se orienta la Constitución y la ley, pero parece un contexto poco favorable para tener esa concertación. 

De cualquier forma es importante tomar precauciones sobre la afectación en el poder adquisitivo de los hogares, la anunciada desvinculación y actualización de muchos factores para no presionar la inflación, pero es importante además de la protección de la economía, proteger también la demanda agregada en cabeza de los trabajadores para que puedan mantener la capacidad de consumo, sobre todo de bienes y servicios, frente a una anunciada recesión y una situación de pérdida de poder adquisitivo progresivo durante todo el año 2022, estamos hablando casi del 13%. 

Luego el aumento del año pasado a la altura de abril- mayo ya se había neutralizado, y por eso de hecho las centrales habían pedido un nuevo aumento, que revela las problemáticas justamente de la pérdida de poder adquisitivo durante este año y que van a complejizar mucho el debate de la Mesa de Concertación de Políticas Salariales y Laborales.

ENS: ¿La inflación alta que hay en este momento implica que el incremento del mínimo en 2023 sea generoso? 

IDJ: Es que la inflación es un criterio de ajuste, lo que esté por encima de inflación es el aumento. Lo que ordena la Constitución y la ley es que debe tomarse en cuenta la inflación causada y proyectada, el Producto Interno Bruto, la contribución de los salarios al ingreso nacional y la productividad. 

Entonces hay que mirar la productividad, ojalá laboral, hay que mirar el criterio de ajuste a partir del cual se incrementa el salario mínimo como carácter de progresividad de derechos laborales, de protección de la demanda agregada y de compensación del movimiento que tuvo este año la remuneración de los trabajadores, que perdió poder adquisitivo de forma evidente.

ENS: ¿Se estaría hablando de un incremento del mínimo el próximo año de cuánto?, algunos proyectan entre 10 y el 15%... 

IDJ: Más porque todo parece indicar que la inflación va a ser entre 12 y 13 puntos, entonces parecería que va a aumentar por encima de ese nivel. 

Debería estar entre 4 y 5 puntos por encima de la inflación, muy posiblemente. Debería cerrar el 16%- 17%, es lo que he leído y lo que he podido observar que es posible que ocurra para compensar la pérdida de poder adquisitivo este año.