El presidente del Congreso, Roy Barreras, agradeció a los ministros que ya radicaron sus proyectos de ley y habló de la importancia de la reforma política así como sobre la ley seca para los congresistas.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo va la radicación de proyectos de parte de los ministerios al Congreso?

ROY BARRERAS: Quiero agradecer la celeridad del ministro de Hacienda, que fue el primero en radicar su proyecto; de la ministra de Agricultura, que ya ha radicado dos muy importantes iniciativas como el del estatuto del campesino y la jurisdicción especial agraria. El ministerio del Interior radicó muy temprano el Código Electoral y la Ley 418, con un capítulo especial de paz muy importante, y creo que lo que está en el tintero es la reforma política anticorrupción, que es fundamental para arrancar de raíz el sistema clientelar, y probablemente un par de reformas anunciadas en su momento por el ministro de Educación sobre la Ley 30 y por el ministro de Transporte para reconstruir caminos vecinales. Me parece que si se completa ese escenario de reformas tenemos todo lo que debe aprobarse en este semestre porque, como se dijo desde el principio, reformas como la de la salud, las pensiones o la laboral solo irán el año entrante.

ENS: ¿Cuál es la importancia de la reforma política que ustedes presentaron en el Congreso?

RB: Yo creo que es indispensable cambiar el sistema clientelar corrupto y creo que el invento de la lista abierta a la financiación del narcotráfico y de la corrupción en un mercado persa de compra y venta de votos tiene que ser limpiado y cerrado. Nosotros hemos dado testimonio en el Pacto Histórico de una lista cerrada, paritaria, de género; la mitad de nuestras senadoras son mujeres, una lista con defensores de derechos humanos, ambientalistas, animalistas, ecologistas y líderes populares. Eso le ofrecimos a la democracia colombiana, que la gente vote por ideas y esperamos que mañana, quedando solo 13 semanas, el Gobierno pueda radicar su versión de la reforma política para poderla acumular con las cinco que ya han radicado los distintos partidos.

ENS: ¿Cómo es su propuesta de la ley seca a los congresistas?

RB: La voluntad del presidente Petro es que haya diálogo en las regiones, y este Congreso está dinámico en las regiones. Instalamos el bloque regional del Pacífico y el del Caribe. Hay encuentros programáticos y temáticos y creo que a esos encuentros hay que ir a trabajar y no a beber, y me parece que deberíamos asumir todos el autocontrol. Los congresistas de Colombia deben asumir las salidas a las regiones como ley seca. No beber y sí trabajar. Para beber propongo un periodo de vacaciones de cinco días que yo ya programé del 20 al 25 de julio.

ENS: ¿Cómo ve el apoyo de los partidos a las propuestas del Gobierno?

RB: Yo quiero agradecer a la gran cantidad de los partidos de origen liberal, al Partido Conservador y por supuesto a estos compañeros de esta epopeya del Partido Verde, que hayan tomado la decisión de escuchar el mandato popular del cambio y de garantizar que Colombia supere las violencias, la pobreza y el hambre; esa es la misión común y se hace desde los partidos de gobierno. Yo creo que los partidos políticos de gobierno en el mundo entero tienen derecho a gobernar. En Colombia a eso se le llama ‘pedir puestos’, pero el puesto más importante que merecen los partidos de Gobierno es un puesto en la historia del cambio. También celebro que en democracia haya voces de la oposición, es necesaria la oposición y es sano que así ocurra, porque democracia sin oposición es una democracia coja.

ENS: ¿Ve factible el paso de la reforma tributaria en el Congreso?

RB: Debemos trabajar para reducir la brecha social de que Colombia sea el segundo país más inequitativo y que algunas personas no quieran perder sus privilegios. Ha ocurrido que muchos tienen voces en los medios de comunicación y por supuesto intentan de todas las formas impedir una reforma tributaria en la que habrá recursos para contener el hambre y la violencia. Nosotros tenemos el mandato popular de cerrar la brecha social, vamos a hacer una reforma tributaria responsable y viable.