¿Y si la consulta anticorrupción no pasa? | El Nuevo Siglo
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Domingo, 26 de Agosto de 2018
Redacción Política

LLEVAR A las urnas hoy a más de 12,1 millones de ciudadanos es el gran reto que tienen los impulsores de la consulta popular anticorrupción. Ese monto de votos es una meta muy alta si se tiene en cuenta que estamos en una época fría en materia electoral, que los colombianos ya han sufragado tres veces este año, que no habrá hoy incentivos como el medio día de permiso laboral pagado y, más importante aún, que la campaña sólo tomó algo de vuelo en estas últimas dos semanas, sin que los dos máximos potenciales políticos del momento, que sumaron más de 18 millones de votos en junio pasado, el presidente Iván Duque y el excandidato Gustavo Petro, se hubieran jugado realmente a fondo por impulsar la aprobación de los siete mandatos de la consulta.

Aunque este año las urnas han dado más de una sorpresa, como ocurrió con las consultas interpartidistas de marzo pasado, que casi rozan los 10 millones de votos, o la misma segunda vuelta presidencial, que sumó más de 18 millones de sufragios, no se ve nada fácil que hoy asista a las urnas la tercera parte del censo electoral vigente, que está por encima de los 36 millones de ciudadanos habilitados para votar.

En ese orden de ideas, es válido vislumbrar qué pasará con la consulta aún si no obtiene en ninguna de sus siete preguntas los 12,1 millones de votos. Esto bajo la tesis de que la gran mayoría de personas que asistan a las urnas votará positivamente, ya que la campaña por el No ha sido casi inexistente. En otras palabras, el lío no es lograr el umbral de aprobación (seis millones 100 mil votos como mínimo por el Sí), sino alcanzar el umbral de participación, es decir los 12,1 millones de votos.

Si lograra pasar, es claro que por más que todos los partidos políticos (a excepción de algunos sectores del Centro Democrático), Duque y Petro (que se han pronunciado apoyándola pero no han realizado campaña alguna) y otras instancias nacionales estén impulsando la consulta, los honores se los llevaría la Alianza Verde que, con Claudia López y Antanas Mockus a la cabeza, han liderado todo el proceso. Incluso si bien el propio excandidato presidencial Sergio Fajardo dijo que abanderaría la campaña, su rol ha sido criticado por frío y distante.

Tres escenarios

Ahora bien, si la consulta anticorrupción no llega a los 12,1 millones de sufragios, habría que evaluar, según los votos que consiga, tres escenarios, cada uno con sus respectivas implicaciones.

En primer lugar, es claro que si la consulta suma más de seis, siete u ocho millones de votos, sería un resultado muy positivo, dadas las difíciles condiciones de campaña ya descritas.

Resulta evidente que entre más se acerquen los votos de hoy a los 10 millones que sumó Duque en junio pasado, la consulta –aun sin lograr aprobar una sola pregunta- se convertirá en un mensaje claro y contundente para el Gobierno y el Congreso sobre la necesidad de volver una realidad la mayoría de los siete mandatos anticorrupción, en especial la rebaja de sueldos a los congresistas y altos funcionarios; prohibir la casa por cárcel a condenados por corrupción; terminación automática y sin indemnización de contratos oficiales a empresas y particulares culpables de estos ilícitos; la generalización los pliegos tipo en licitaciones o el limitar a máximo tres periodos la estancia en el Congreso, asambleas, concejos y JAL.

Si la Casa de Nariño y el Legislativo desconocieran ese eje de presión nacido de las urnas, o trataran de dilatar las reformas anticorrupción, los capitales políticos de una y otro sufrirían un duro golpe, con muchas implicaciones a futuro.

En segundo término, es claro que si la consulta no llega a los cinco millones de votos, se estará confirmando que no entusiasmó a la ciudadanía más allá de la votación de Fajardo y su coalición (Alianza Verde, Polo y Compromiso Ciudadano), que llegó a 4,6 millones de votos en la primera vuelta del 27 de mayo. Si esto ocurriera la presión sobre el Gobierno y el Congreso para viabilizar en leyes y actos legislativos los mandatos de la consulta sería menor, al confirmarse que esta no dejó de ser una iniciativa de un sector político en particular. El Ejecutivo se enfocaría, entonces, en su propia agenda anticorrupción, de la que ya radicó varios proyectos con temas similares a los de la consulta.

Y, por último, si la consulta no llegara a superar los dos o tres millones de votos, difícilmente se podría escapar de una sentencia de fracaso, más aún en un país agobiado por el auge de la corrupción y que está urgiendo una reforma a fondo en todos los frentes en donde se están robando o malgastando el erario. Es claro que en el juicio de responsabilidades se cruzarían culpas los verdes, Fajardo, Duque, Petro, los partidos, el Centro Democrático… Se discutiría desde la inversión desperdiciada (300 mil millones de pesos), la excesiva politización de los verdes en su campaña, y hasta el temario de la consulta, que algunos critican por redundante con legislación ya vigente o por tener temas ‘efectistas’ pero no de fondo y trascendentales para luchar contra este flagelo.

¿Cuál de esos escenarios terminará primando? Solo hoy, hacia las seis de la tarde, se sabrá. Sin embargo, más allá de todo lo anterior, no dejaría de ser sintomático de la crisis nacional que cuando la corrupción está en su pico más alto, los colombianos no asistieron en masa a las urnas para accionar reformas y medidas concretas en su contra.