Desde hace años se ha dicho que el narcotráfico es el combustible que ha permitido que siga vivo el conflicto en el país, pues de ahí se financian los grupos armados al margen de la ley.
Sin embargo, así no tengan acceso al negocio de las drogas ilícitas, estos grupos siempre van a encontrar una actividad ilícita para sostenerse, argumenta Daniel Mejía, director del recientemente creado Centro de Estudios sobre Seguridad y Drogas (CESED) de la Universidad de los Andes.