Gases de efecto invernadero están en nivel récord | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 1 de Agosto de 2018
Agence France Presse

La emisión de gases de efecto invernadero alcanzó un nuevo récord en 2017, mientras las altas temperaturas asolan el planeta y el deshielo en el Ártico alcanzó su nivel más alto debido al cambio climático, según un estudio publicado el miércoles y en el cual han contribuido 450 científicos.

El informe anual sobre el estado del clima pone de manifiesto el empeoramiento de las condiciones climáticas en todo el mundo durante 2017, año en el que el presidente Donald Trump anunció la retirada de Estados Unidos del acuerdo de París sobre el clima.

Precisamente, Estados Unidos es el segundo país que más contamina, por detrás de China, y aun así ha revertido su política ambiental desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, quien ha declarado que el cambio climático es un “engaño chino”, por lo que abandonó el acuerdo de París, firmado por más de 190 países para reducir las emisiones.

El informe, de 300 páginas y publicado por la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y la Sociedad Estadounidense de Meteorología, usa la palabra “anormal” una docena de veces, en referencia a las tormentas, sequías, temperaturas altas y el tamaño de la superficie glaciar en el Ártico.

El año pasado, la concentración de los tres gases de efecto invernadero más peligrosos que hay en la atmósfera (dióxido de carbono, metano y óxido nitroso) alcanzaron un nuevo récord.

La concentración media de dióxido de carbono en la superficie de la tierra aumentó hasta las 405 partes por millón, “la más alta en el registro de medición moderna de la atmósfera”, afirma el estudio.

Otro récord adverso es el aumento del nivel del mar, que fue de 7.7 cm, cuando por década se promedia en 3.1 cm. El calor en el océano combinado con la superficie subió entre .38 y .48 grados centígrados.

En el Ártico, el hielo marino fue 25 por ciento menos que el promedio, reduciéndose 2.1 millones de kilómetros cuadrados en la Antártida, el valor más bajo registrado desde 1978.

Por último, el informe destacó que los ciclones tropicales subieron ligeramente, al pasar de 82 tormentas promedio a 85 en 2017.

Los datos que arroja el estudio sobre la situación del Ártico no son tampoco alentadores: Un calor sin precedentes envolvió el Ártico, ya que la temperatura de la superficie terrestre durante 2017 fue 1,6 grados centígrados superior al promedio registrado entre 1981 y 2010.

Preocupación

La situación preocupa considerablemente debido a que la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera había aumentado a una velocidad récord en 2016, alcanzando el nivel más alto en 800.000 años, según el Boletín de la OMM sobre los Gases de Efecto Invernadero. Los bruscos cambios observados en la atmósfera en los últimos 70 años no tienen precedentes.

La concentración media mundial de CO2 pasó de las 400,00 partes por millón (ppm) de 2015 a 403,3 ppm en 2016 y en 2017 a 405, como resultado de las actividades humanas combinadas con un intenso episodio de El Niño. Actualmente la concentración de CO2 representa el 145% de los niveles preindustriales (antes de 1750), se señala en el Boletín sobre los Gases de Efecto Invernadero.

El rápido aumento de los niveles atmosféricos de CO2 y de otros gases de efecto invernadero podría producir cambios sin precedentes en los sistemas climáticos, causando “graves perturbaciones ecológicas y económicas”, se indica en el Boletín.

El crecimiento demográfico, unas prácticas agrícolas más intensivas, un mayor uso de la tierra y el aumento de la deforestación, la industrialización y el consiguiente uso de energía procedente de fuentes fósiles han contribuido, todos, a una aceleración de la tasa de aumento de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera desde el inicio de la era industrial, en 1750.

Desde 1990 se ha registrado un aumento del 40% del forzamiento radiativo total –que tiene un efecto de calentamiento en nuestro clima− causado por el conjunto de gases de efecto invernadero de larga duración y del 2,5% de 2015 a 2016, según las cifras proporcionadas por la Administración Nacional del Océano y de la Atmósfera (NOAA) de los Estados Unidos de América que se citan en el Boletín./