Fue liberada en la Reserva Forestal Protectora Regional Alto de San Miguel, ubicada en el municipio de Caldas (Antioquia), una tigrilla lanuda melánica, de la especie Leopardus tigrinus, después de 6 meses de cuidados médicos y biológicos a cargo del convenio entre el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Corantioquia y la Universidad CES.
La tigrilla juvenil fue recuperada con apenas un mes de edad en noviembre de 2019, cuando fue encontrada en zona rural del municipio de Montebello, en el suroeste antioqueño, aparentemente abandonada en un cafetal recién guadañado.
Ante la imposibilidad de reunirla con su madre, la cachorra fue llevada al Hogar de Paso de fauna silvestre de Corantioquia, donde fue atendida por médicos veterinarios, zootecnistas y biólogos que completaron su crianza, asistiendo su alimentación y necesidades médicas.
Allí se determinó que la tigrilla presentaba melanismo, una condición genética en la que el pelaje es negro y no amarillo, como es normal en su especie. Esta mutación despertó interés en la comunidad científica y fueron tomadas muestras de sangre, pelo y heces que reposan en el banco genético de las Colecciones Biológicas de la Universidad CES (CBUCES) y, una muestra de sangre que fue enviada a la Colección de Recursos Genéticos del Instituto Alexander von Humboldt. En esta última, hará parte de un estudio de genómica con enfoque a la conservación de esta especie, con el objetivo de entender cómo esta alteración genética puede ayudarla en su capacidad de adaptarse al ambiente.
Una vez comenzó a cazar presas vivas, la tigrilla fue trasladada a unas instalaciones especiales para su readaptación en el Centro de Veterinaria y Zootecnia (CVZ) de la Universidad CES, donde se incentivaron sus capacidades para cazar distintos tipos de presas, refugiarse y desplazarse con habilidad, reconocer a sus depredadores y temer al ser humano. Por su positiva respuesta, que siempre fue huidiza y agresiva, y su crecimiento y desarrollo correspondiente a una tigrilla juvenil, los profesionales determinaron que estaba lista para continuar su vida en libertad.
Con el fin de ubicar al animal en un lugar cerca al que fue encontrado, y donde estuviera lejos de cazadores y de la intervención humana, fue llevado a la Reserva Forestal Protectora Regional Alto de San Miguel que cuenta con 1.622,22 hectáreas de extensión.
Esta reserva, custodiada por la Alcaldía de Medellín, es reconocida por ser el nacimiento de varios de los principales ríos de la región, entre los que se destaca el río Medellín - Aburrá, además por albergar una gran diversidad biológica, que representa el 16% de las especies reportadas para Colombia, y generar servicios ecosistémicos como la regulación climática e hídrica.