La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von del Leyen, propuso ayer una modificación de las metas de reducción de emisiones de CO2, pasando de 40% a por lo menos 55% hasta 2030, un objetivo que definió como “ambicioso” y “alcanzable”.
“Reconozco que este aumento de 40% a 55% es demasiado para algunos y no suficiente para otros. Pero nuestro estudio de impacto claramente muestra que nuestra economía e industria pueden gestionarlo. Y así lo desean”, dijo Von der Leyen ante el Parlamento Europeo en su discurso del Estado de la Unión Europea.
Señaló que las evaluaciones de esta meta que ha elaborado la Comisión apuntan a que “pondrá a la UE en el camino firme para ser un continente climáticamente neutro en 2050”, esto es, para que la UE emita solo el CO2 que sea capaz de absorber en su territorio.
También permitirá al continente europeo cumplir con los compromisos que exige el Acuerdo de París, añadió Von der Leyen, que dijo también que si otros países siguen este camino “el mundo logrará mantener el aumento de la temperatura media global por debajo de los 1,5 grados centígrados”.
“Estoy al tanto de que muchos de nuestros socios están lejos de este punto, pero tenemos que liderar con el ejemplo. El objetivo es ambicioso, realizable y beneficioso para Europa. Podemos hacerlo”, reiteró.
La presidenta de la CE subrayó que el Pacto Verde Europeo es “el mapa para lograr esa transformación” e incidió en que en su núcleo está “la misión de ser el primer territorio climáticamente neutro en 2050”.
El pasado 4 de marzo, la Comisión Europea había presentado el borrador de su propuesta de ley del Clima, uno de los elementos principales del Pacto Verde Europeo (Green Deal).
El principal elemento de la propuesta se refería a la idea de reducir las emisiones de gases para el año 2050.
La ley establecía como meta legalmente vinculante la llamada neutralidad climática para la UE en 2050.
Dicho objetivo supone que, en el año 2050, el volumen de emisiones de gases de efecto invernadero lanzadas a la atmósfera en la UE (tras una importante esfuerzo de reducción) deberán ser compensadas, capturadas o neutralizadas mediante sumideros (bosques o u otros sistemas o fórmulas tecnológicas).
A partir de esa fecha, el volumen de las absorciones de gases deberían ser superiores a las emisiones que se produzcan (para lograr un balance neto negativas).
Todo esto supone la transformación en ley de una de las prioridades centrales anunciadas por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la de convertir en vinculante el objetivo de alcanzar la neutralidad climática en 2050.
El objetivo es vinculante, para el conjunto de los 27 países de la UE, pero no específicamente para cada uno de ellos individualmente considerado.
Energías renovables
Para 2030, el objetivo obligatorio para la UE es una cuota mínima del 32% de las energías renovables en el consumo final de energía, lo que incluye una cláusula que contempla revisar al alza el objetivo en 2023 a más tardar.
Ya en 2018 se revisó al alza el objetivo inicial del 27%.
Eficiencia energética: al menos un 32,5 % de mejora
Para 2030 se establece un objetivo general de eficiencia energética del 32,5%, que la UE deberá alcanzar colectivamente y con una cláusula de revisión al alza en 2023 a más tardar.
Para asegurarse de avanzar hacia los objetivos climáticos y energéticos de 2030 y cumplir sus compromisos internacionales según el Acuerdo de París, la UE ha adoptado una serie de normas integradas de seguimiento y notificación.
En el marco del sistema de gobernanza, los Estados miembros tienen la obligación de adoptar planes nacionales integrados de energía y clima para el período 2021-2030. Los Estados miembros tenían que presentar sus proyectos de planes antes de finales de 2018 y los planes definitivos antes de finales de 2019.
Además, en el sistema de gobernanza, los Estados miembros tienen la obligación de elaborar estrategias nacionales a largo plazo y de garantizar la coherencia entre dichas estrategias y sus planes nacionales de energía y clima./ENS-AFP