Nos estamos inundando de basuras, el mundo produce actualmente 0,30 kilos diarios per cápita de basura, dos mil millones de toneladas diarias, pero la tendencia a 2050 según el Banco Mundial será alarmante, se triplicará superando los seis mil millones de toneladas.
De estas basuras el 12% son producidas por los plásticos, cuya degradación supera el siglo. La basura reutilizable, o sea el reciclaje, todavía es incipiente aunque va en crecimiento, es una línea que en Colombia, está en manos de personas de bajo nivel cultural y sin preparación empresarial. El reciclador en su mayoría es el habitante de la calle, cuyo trabajo en muchos casos es para consumir droga, otros se camuflan para robar y algunos trabajan ordenadamente.
Las empresas recolectoras de basuras en su gran mayoría se ocupan de llevar los desechos a botaderos, siendo pocas las ciudades en el mundo que cuentan con plantas de reciclaje de orgánicos, ferrosos, trapos, madera, plásticos, cauchos y desechos tecnológicos de reutilización.
Si el mundo fuera más consciente de la inmensa riqueza que genera la basura, no la ignorarían. Por ejemplo, San Andrés Islas podría reutilizar todos sus desperdicios en energía, en material apto para fortalecimiento de suelos con los desechos orgánicos; aún más, el excremento humano como el animal, háblese de aves, vacunos o porcinos, tiene un alto componente para abonos convirtiéndolo en compost, además energía que reemplaza al carbón, muchos estudios ya se han realizado con comprobado éxito. En Kenia hay una empresa que convierte las heces humanas en bloques de este tipo; en Haití, Perú, Nepal y otros países existen experiencias exitosas.
El mundo lleno de basura tendrá que entrar en la era de la reutilización de una inmensa riqueza, la economía del mañana en gran parte será la de energías limpias, el reciclaje, la reutilización de los desechos orgánicos y solidos. Antes de mitad de siglo la industria de basuras empezará a cotizar en la bolsa acciones de valor, pero mientras esto sucede, nuestras calles, carreteras, ríos, quebradas, playas y mares continúan inundadas de basuras por falta de conciencia ciudadana, de políticas publicas ambientales solidas que enseñen a las nuevas y actuales generaciones a no tirar la basura, a que los gobiernos municipales y nacional sean mas estrictos en sus leyes ambientales, que en los colegios desde kínder eduquen a los niños en el manejo de basuras, que exista la cátedra para la reutilización de desechos, que los padres de familia sean ejemplo a sus hijos, que las empresas necesariamente no dejen a un lado sus empaques, es que hagan de ellos algo útil y que genere ingresos en vez de tirarlos.
En fin, estamos en un mundo de basuras, pero tenemos un mundo de riqueza por delante si somos realistas y proactivos con uno de los mayores problemas que enfrenta la humanidad, pero por otro lado hay una inmensa oportunidad de riqueza y bienestar. Ojo, las basuras de hoy serán riqueza del mañana.