Desde diferentes regiones de Antioquia, como Caucasia y Támesis, estas familias se unen en un dolor compartido y la búsqueda de respuestas ante la falta de información oficial sobre el paradero de los cuerpos y los procedimientos para su repatriación. La situación ha llevado a un llamado urgente a las autoridades colombianas para obtener claridad sobre lo ocurrido y poder iniciar los trámites necesarios.
El papá de uno de los militares fallecidos en Ucrania, Luis Eduardo Noya Pérez, ha solicitado con urgencia la repatriación del cuerpo de su hijo. Noya, de 39 años y residente en Caucasia, Antioquia, se encontraba en proceso de entrenamiento en una base militar ucraniana cuando perdió la vida en un bombardeo.
Según relata Eduardo Noya Álvarez, padre de Luis Eduardo, su hijo había decidido unirse a las fuerzas ucranianas motivado por la posibilidad de obtener ingresos significativos, ya que tras dejar el Ejército Nacional colombiano no estaba teniendo buenos resultados económicos.
La familia de Noya Pérez, así como la de otro militar oriundo de Támesis, Antioquia, que también falleció en circunstancias similares en Kiev, se encuentra a la espera de respuestas concretas por parte de las autoridades colombianas para iniciar el proceso de repatriación de los cuerpos.
La Defensoría del Pueblo y la Cancillería de Colombia están trabajando en conjunto para agilizar estos trámites, sin embargo, se enfrentan a desafíos logísticos y burocráticos que complican el proceso.