Myanmar: Golpe de Estado y estado emergencia | El Nuevo Siglo
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Lunes, 1 de Febrero de 2021
Redacción web con Anadolu y AFP

El Ejército de Myanmar anunció el lunes que tomó el poder y gobernará el país durante al menos un año, después de detener a sus principales líderes políticos.



Los militares declararon el estado de emergencia y detuvieron a la consejera de Estado, Aung San Suu Kyi, al presidente, Win Myint, y a otros miembros de alto rango del partido gobernante, la Liga Nacional para la Democracia (NLD, por sus siglas en inglés), unas horas antes del inicio de la primera sesión del nuevo Parlamento.

El Ejército afirmó que las medidas se estaban llevando a cabo debido a un "fraude electoral" en las elecciones del 8 de noviembre de 2020, que dieron como vencedor al NLD de Suu Kyi en el Parlamento. Los críticos dicen que los militares utilizaron las acusaciones de fraude electoral para justificar el golpe de Estado.

La institución militar también anunció que el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing, fue nombrado presidente del país.

La detención de importantes figuras políticas se produce tras días de crecientes tensiones entre el Gobierno militar y civil, explicó el portavoz de la NLD, Myo Nyunt.

"Quiero decirle a nuestra gente que no responda precipitadamente y quiero que actúen de acuerdo con la ley", declaró Nyunt inmediatamente después de los arrestos y agregó que también esperaba ser detenido.

Mientras continuaba el debate en el país sobre los resultados de las elecciones de noviembre del año pasado, el jefe de Estado mayor del Ejército anunció el 27 de enero que la Constitución podría terminarse si las leyes electorales no se aplicaban adecuadamente.

Una declaración posterior por parte del Ejército, también conocida como Tatmadaw, había afirmado que la declaración de Hlaing no era una amenaza de "golpe".

En la capital del país, Naipyidó, y la ciudad más grande, Rangún, los soldados salieron a las calles el lunes temprano luego de que las líneas telefónicas e internet fueron cortadas en Naipyidó.

Además, las familias de los ministros en 14 regiones dijeron que los funcionarios habían sido "sacados" de sus hogares por soldados.

Stephane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo en un comunicado el viernes que el secretario estaba "siguiendo con gran preocupación los últimos acontecimientos" en el país del sudeste asiático, e instó a todas las partes a "abstenerse de toda forma de provocación, respetar el resultado de las elecciones generales del 8 de noviembre y se adherirse a las normas democráticas ".

La Comisión Electoral de Myanmar ha negado las acusaciones del Ejército de manipulación electoral.

En noviembre del año pasado, el principal partido opositor, el Partido Unión, Solidaridad y Desarrollo (USDP, por sus siglas en inglés), expresó su apoyo a los militares y pidió un recuento.

Liderada por Suu Kyi, la NLD obtuvo 346 escaños de los 642 en la Asamblea Nacional, lo que le permitió alcanzar una mayoría para formar un Gobierno.

El USDP quedó en segundo lugar con 25 escaños, mientras que el partido Liga de Nacionalidades Shan para la Democracia (SNLD, por sus siglas en inglés), que representaba a los grupos étnicos en el estado de Shan, ocupó el tercer lugar con 15.

En Myanmar, una Constitución redactada por los militares en 2008 impide que el partido gobernante obtenga el control del Parlamento.

El Senado bicameral de Myanmar consta de 224 escaños, mientras que la Cámara de Representantes tiene 440 miembros.

Nigel Adams, ministro de Estado británico para Asia, dijo que las elecciones en Myanmar estaban bloqueadas para ciertas minorías y que los funcionarios de Myanmar deberían celebrar elecciones libres y justas en la primera oportunidad.

La UE también pidió al Gobierno de Myanmar incluir a todos los grupos étnicos, religiosos y minoritarios, incluidos los musulmanes rohinyá, en el proceso democrático del país.

En las elecciones del 8 de noviembre, participaron 37 millones de votantes, cinco millones de los cuales votaron por primera vez, mientras que alrededor de 7.000 candidatos compitieron por escaños en un total de 1.171 consejos nacionales y locales.

El general Min Aung Hlaing, ambicioso jefe del ejército birmano

El jefe del ejército birmano, Min Aung Hlaing, debía retirarse dentro de seis meses pero después del golpe de Estado militar perpetrado en su país, el futuro de este general, que se atribuyó el mérito de la transición democrática de 2011, podría ser muy diferente.

Como si quisiera preparar a la opinión pública de cara al golpe, el tercero desde la independencia en 1948, había denunciado irregularidades en las legislativas del pasado noviembre, que ganó la Liga Nacional por la Democracia, el partido de Aung Suu Kyi.

Este lunes, el Parlamento debía celebrar su primera sesión pero el ejército detuvo a Aung San Suu Kyi, jefa de hecho del gobierno civil, proclamó el estado de emergencia por un año y colocó a sus generales en los principales puestos de mando.

Antes incluso de este golpe de Estado, Min Aung Hlaing, de 64 años, ya era seguramente el hombre más poderoso del país, al estar al frente de un ejército no controlado por el gobierno civil.

En los últimos años, la sangrienta represión ejercida por los militares contra la minoría musulmana rohinyá hicieron de él un paria para los países occidentales. 

El general siempre ha rechazado las acusaciones de violaciones generalizadas de los derechos humanos en el oeste del país, afirmando que la operación militar de 2017, que obligó a cerca de 750.000 rohinyás a huir al vecino Bangladés, únicamente buscaba atajar la rebelión local.

Min Aung Hlaing se convirtió en comandante en jefe en 2011 y se atribuyó el mérito de la transición democrática que hizo posible que en 2015 se celebraran las primeras elecciones libres en medio siglo en el país, una excolonia británica.