LAS PREVISIONES para que el desempleo cayera definitivamente este año a un dígito, y Colombia se pusiera a tono con cifras de la región o de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pierden fuerza ante la situación económica del país.
Con un bajo crecimiento, caída del consumo, la demanda y la inversión, el panorama para el país no es el ideal para la generación de empleo y por consiguiente para reducir la desocupación que en junio llegó a 10,3% y afecta a 2.646.000 personas.
De acuerdo con los analistas consultados por EL NUEVO SIGLO, esta situación se debe a que hay elementos en el mercado que impiden que la desocupación baje más, como lo son la informalidad, la reducción de la tasa de ocupación y la salida de trabajadores de la fuerza laboral.
En un análisis al respecto de los investigadores de ANIF, señalan que “el segundo trimestre del año cerró con lo que parece ser la convergencia entre la dinámica económica y el mercado laboral. En lo que va del año, la tasa de desempleo ha promediado 11,1%, siendo 0,2% más alta que en el mismo periodo en 2023 (10,9%). Teniendo en cuenta esta dinámica, proyectamos una tasa de desempleo promedio de 10,9% para 2024 y de 10,6% para 2025. Esto implicaría una leve mejora en los niveles de empleo en lo que resta del año; sin embargo, ese desempeño está asociado al factor estacional que explica los mejores niveles de ocupación en la segunda mitad del año”.
Mediciones
En la última medición del DANE, la tasa de desempleo en junio de 2024 fue de 10,3%, lo que representó un aumento de 1,0 puntos porcentuales respecto a junio de 2023. Pero se indica que la disminución en la tasa de ocupación (-1,2 puntos porcentuales) es la principal razón detrás del aumento en la tasa de desempleo. Y en las 13 principales ciudades, la tasa de desempleo aumentó 1,4 puntos porcentuales, lo que es preocupante dado que es donde se concentra la mayoría de la fuerza laboral.
Y allí como ha sido una constante desde el año pasado, las ramas de actividad que más afectaron negativamente la ocupación fueron la Administración pública, la construcción y las actividades profesionales”.
Señalan los expertos que con el resultado de junio “se rompe la tendencia vista en los meses de abril y mayo, en donde el desempleo había presentado caídas, sugiriendo un deterioro en el mercado laboral no solo en comparación con el año pasado, sino también respecto a los promedios prepandémicos para el mismo mes”.
En otras palabras, aunque la participación en el mercado laboral disminuyó, los puestos de trabajo se redujeron en mayor proporción, causando un aumento significativo en el desempleo nacional. Esto implica que, aunque menos personas participan en el mercado laboral, no hay suficientes puestos de trabajo para quienes sí permanecen activos. Las cifras son aún más preocupantes en las 13 principales ciudades del país, con un aumento de 1,4% respecto a junio del año pasado (8,8%). Esto indica que los centros productivos del país fueron los más afectados en sus niveles de empleo.
Las contribuciones
Puntualiza el análisis de ANIF, que “al revisar las cifras por rama de actividad, la convergencia entre la dinámica económica y el mercado laboral es más visible, ya que solo 4 de las 13 ramas presentaron incrementos en el número de ocupados. Las que contribuyeron al crecimiento del empleo en junio de 2024 fueron la industria manufacturera (+153.000), las comunicaciones (+124.000) y las actividades inmobiliarias (+77.000). En contraste, las actividades que más contrarrestaron la ocupación fueron la Administración pública (-172.000), la construcción (-129.000) y las actividades profesionales (-55.000)”.
Señalan, por otra parte, que “el aumento de ocupados en ramas como las comunicaciones y las inmobiliarias es una buena noticia en medio del panorama general, ya que son actividades con mayores salarios y niveles de productividad. Asimismo, la industria continúa con la tendencia positiva vista en mayo, lo cual podría ser una primera señal adelantada del sector en términos de dinámica económica. Sin embargo, la contracción en la Administración pública resulta alarmante, ya que ha sido la rama que más ha mantenido los niveles de empleo desde el segundo semestre del 2023. El sector de la construcción, por su parte, ha venido deteriorándose significativamente desde 2023, por lo que sus resultados no son una sorpresa”.
Menos puestos
Por otro lado, y de acuerdo con los investigadores del Bancolombia liderados por Laura Clavijo, “a pesar del buen desempeño general de la economía, se observó una disminución en la cantidad de puestos de trabajo en ciertos sectores, lo que provocó una reducción en la población ocupada del país. En paralelo, la tasa de informalidad laboral aumentó a 56%, lo que se explica en gran medida por la disminución de la población ocupada, especialmente en el sector formal (89% del total de la disminución)”.
En un estudio enviado a este Diario, sostienen que “aunque en las zonas urbanas se observó una leve disminución, las mujeres siguieron siendo las más afectadas por el desempleo, con una incidencia superior a 10% tanto a nivel nacional como urbano. Entre los hombres, por su parte, se mantuvo una tasa de desempleo inferior a 10%. Se registró una pérdida de 130.000 ocupados a nivel nacional, siendo los sectores públicos y de la construcción los más afectados, mientras hubo un crecimiento sorpresivo de la ocupación en las actividades de manufactura y de servicios. El sector público, salud y educación disminuyó en 172.000 la cantidad de ocupados, principalmente en los segmentos de práctica médica y odontológica sin internación y educación de primera infancia, preescolar y básica primaria. Por su parte, la construcción reflejó en la ocupación el débil desempeño económico reciente.
Sostienen que “esperamos que el mercado laboral incorpore gradualmente las señales de menor crecimiento económico y arroje un registro promedio de 10,8% en 2024 completo. Aunque el sector terciario ha aportado nóminas de forma relevante, prevemos que la baja actividad de sectores como la construcción y la industria hará contrapeso en la balanza y, hacia adelante, será artífice de un incremento en el nivel de desocupación. Además, los recortes del gasto en funcionamiento del Gobierno para este año restarían dinamismo al aporte de empleados que ha hecho el sector de Administración pública”.
Otra visión del mercado laboral
Por otra parte, en un análisis sobre el mercado laboral de Mirna Wilches, socia de Chapman Wilches, y conocido por este periódico, señala que “la tasa de desempleo desestacionalizada en junio de 2024 se situó en el 10,7%, lo que representa un incremento de 0,3 puntos porcentuales en comparación con el 10,4% registrado en mayo de este año, equivalente a 78.000 personas adicionales sin empleo. De este total, se estima que más de la mitad, es decir, 41.000, son mujeres. Si comparamos junio de 2023 (2.623.000) con junio de 2024 (2.646.000), se observa un aumento de 248.000 personas desempleadas en el mismo periodo. Este aumento se alinea con el incremento de la tasa de desocupación para el trimestre de abril a junio de 2024, que alcanzó el 10,4%, frente al 10,2% del mismo trimestre en 2023, lo que significa un aumento de 0,2 puntos porcentuales. Asimismo, se registró un incremento de 181.000 personas fuera de la fuerza laboral, ya que en mayo había 14.375.000 y en junio 14.556.000.
Manifiesta la experta que “este grupo está compuesto principalmente por 8.183.000 personas con responsabilidades de cuidado que no están trabajando ni estudiando, siendo la mayoría mujeres, lo que resulta preocupante, dado que, en comparación con junio de 2023, hay 138.000 mujeres más desocupadas en junio de 2024. Además, la población ocupada disminuyó en 108.000 personas, pasando de 23.030.000 ocupados en mayo de 2024 a 22.922.000 en junio”.
Indica que “es importante destacar el creciente número de trabajadores informales, que aumentó un 0,2% respecto a mayo (12.812.000), alcanzando los 12.836.000 en junio de 2024, en contraste con los 10.218.000 trabajadores formales. Esto demuestra que tener un empleo formal sigue siendo un privilegio en Colombia”.