Mucho se especuló desde el viernes pasado sobre si el respaldo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a la política migratoria puesta en marcha por Colombia para brindar atención humanitaria a los venezolanos, implicaba un primer paso en el mejoramiento de las relaciones bilaterales entre la Casa Blanca y la Casa de Nariño.
Sin embargo, la realidad es que estas nunca han estado en crisis ni experimentado el distanciamiento o frialdad que algunos sectores en Colombia han querido sobredimensionar por la molestia del partido Demócrata debido al apoyo de algunos dirigentes políticos de nuestro país al intento de reelección presidencial de Donald Trump.
Como se sabe, el viernes pasado se conoció el texto de una carta de Biden a Duque, en la que no solo destaca el paso dado por Colombia en la atención a los migrantes venezolanos, sino que reafirma el compromiso de la Casa Blanca para trabajar con nuestro país.
En la carta se deja en claro la necesidad de avanzar en una agenda "bipartidista" para una prosperidad compartida entre los dos países y que "contribuya a una paz duradera para todos los colombianos y que avance nuestra visión compartida de un hemisferio seguro, de clase media y democrático".
Según el excanciller Fernando Araújo, en diálogo con EL NUEVO SIGLO, “la carta lo que demuestra es que seguimos en la misma línea de trabajo, de cooperación entre los dos países, en un tono amable. Biden siempre usa un tono más amable que el de Trump”.
Por su parte, el también excanciller Julio Londoño consideró en diálogo con este Diario que “la impresión que tengo es que obviamente hay un reconocimiento al Presidente (Duque) por la decisión de regularizar a dos millones de venezolanos. (Reconocimiento) que no solamente ha provenido del presidente de Estados Unidos, sino del Papa, de Naciones Unidas y de varios otros estados”.
El hoy Decano de la Facultad de Relaciones Exteriores de la universidad El Rosario anotó que “naturalmente que eso es positivo, pero no creo que se pueda decir que con eso habrá una relación absolutamente modificada y extraordinaria. Yo creo que se va a seguir manteniendo una relación cordial con Estados Unidos, como ha venido hasta este momento”.
De otro lado, tras indicar que “las relaciones no son entre gobernantes, sino entre Estados”, Araújo recordó que “de Biden se sabe desde hace mucho rato que él tiene buenos amigos en Colombia. En tanto tiempo que estuvo en el Senado y después de Vicepresidente, tuvo mucho que ver con los temas acá en Colombia, la política de paz y demás. Él conoce bien los temas de Colombia. Ha estado aquí. Y digamos que en toda esta política que se ha desarrollado a nivel bipartidista con Estados Unidos, él ha estado ahí, ha sido un actor de primera mano”.
“Y en el tema particular de los migrantes, me parece que es una política que está siendo hecha de común acuerdo entre el gobierno de Colombia y el gobierno americano, que siguen trabajando juntos en los temas de Venezuela; que no consiste solamente en buscar que haya unas manifestaciones democráticas reales y que cambie el régimen de Venezuela, sino también en una cosa de más alcance, que tiene que ver con la propia población venezolana. Creo que en la política frente a Venezuela, Colombia y Estados Unidos están alineados”, comentó Araújo.
Cruce de elogios
Este fin de semana, Duque se refirió a la comunicación escrita que recibió de Biden.
“Agradecer esas palabras generosas frente a la decisión que hemos tomado de mostrarle a América Latina y al mundo que podamos tener una política migratoria fraterna, humanitaria, moderna, con información, con una base sólida para tratar al migrante, y hacerlo también convocando a la comunidad internacional para que contribuya con recursos efectivos”, precisó el mandatario colombiano.
“Ese gesto del presidente Biden cuando acompaña esa medida de Colombia lo agradecemos profundamente”, sostuvo.
Duque expresó también su gratitud porque en su carta Biden “reafirma los lazos de hermandad y de alianza con nuestro país, donde reafirma también el compromiso de acompañarnos en una agenda de Paz con Legalidad”.
Agregó que “también, como lo dice él en su misiva, estaremos trabajando, como lo hemos hecho históricamente, de manera bipartidista, bicameral, con Estados Unidos, para una agenda de principios comunes”.
“Así que, al igual que hemos agradecido los gestos del papa Francisco, de la Unión Europea, de tantos líderes del mundo, del Primer Ministro de Israel, del Primer Ministro de la República Popular China, esta semana también con los presidentes de Prosur, agradecemos este gesto de respaldo y reiteramos esa idea de construir de la mano”, puntualizó Duque.
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Política exterior
Cabe recordar que el 8 de febrero, cuando se promulgó el Estatuto de Protección Temporal para los migrantes venezolanos, el embajador de Estados Unidos en Colombia, Philip S. Goldberg, manifestó que “un paso como el que hoy da Colombia no es fácil, pero se fundamenta en valores que compartimos. Se basa en la premisa de que todos estamos más seguros, y somos más fuertes y prósperos con una política justa, ordenada y humana. Una política que permite a las familias comenzar de nuevo y convertirse en miembros que contribuyen a nuestras sociedades una vez más”.
Como lo publicó este Medio la semana pasada, esta manifestación se da en el contexto de que, contrario a lo que han expresado algunos críticos, el gobierno de Duque no solo tiene política exterior, sino que esta le ha permitido a Colombia ejercer liderazgo internacional en temas como el cerco diplomático al régimen de Nicolás Maduro y la atención de la población venezolana que huye de él.
Para la senadora Paola Holguín, del Centro Democrático, Duque “ha logrado mantener una agenda con Estados Unidos y la Unión Europea que es importante”. Destacó que “en el tema medioambiental, esa agenda de Colombia ha jugado un papel fundamental en la política exterior”. En tanto que para su copartidario John Harold Suárez, “en el contexto internacional, la administración del presidente Duque ha continuado la política de Estado, fortaleciendo los lazos de cooperación internacional, fomentando el comercio y la inversión extranjera”.
“Yo diría”, anotó Holguín, “que ha sido una política de apertura a los distintos países, de multilateralidad, de respeto, de cooperación y, además, una política muy generosa frente a la crisis de refugiados venezolanos que ha sido reconocida a nivel mundial”.
La propia canciller Claudia Blum le señaló a este Diario que “nuestra política exterior no se reduce a un asunto específico, y tiene ejes y prioridades de gran alcance que seguimos impulsando. Por ejemplo, la defensa de la democracia y la legalidad en distintos frentes; el liderazgo regional como presidentes en la CAN, Prosur y la Alianza del Pacífico, que es determinante en la reactivación frente a la pandemia; la agenda ambiental mundial que impulsamos pensando en las futuras generaciones; y el trabajo para afianzar el respaldo a la Paz con Legalidad, son algunas de esas prioridades”.