El presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, es tal vez el dirigente gremial que más empeño ha puesto en el país para analizar y criticar las reformas que actualmente adelanta el Gobierno.

Pero sus dardos apuntan sobre todo contra el proyecto de reforma laboral que el Ejecutivo va a presentar la próxima semana al Congreso. Cabal señala que, de aprobarse esa iniciativa como está, los costos laborales se van a incrementar 35 % y eso va a impedir que las empresas abran más puestos de trabajo.

Indica el dirigente de los comerciantes que al analizar el contenido de la reforma sobresale el empeño del Gobierno de proteger a las personas que ya tienen trabajo, pero no a los desempleados. Gracias a la colaboración de Crowe, Jaime Alberto Cabal expuso sus argumentos a EL NUEVO SIGLO

Gusto a sindicatos

EL NUEVO SIGLO: Se ha dicho que la reforma laboral les está dando gusto a los sindicatos, pero no pone ese mismo empeño con las empresas, que son las que generan empleo. ¿Tiene usted esa misma percepción?

JAIME ALBERTO CABAL: La percepción que se tiene es que no se va a generar más empleo si esa reforma pasa tal como está en el proyecto. Nosotros hemos dicho que ese proyecto favorece más a los que hoy tienen trabajo, pues les mejoraría sus prebendas y su remuneración, pero se olvida del acceso al trabajo de los desempleados y de los informales, que es hacia donde debería estar orientada cualquier reforma laboral.

ENS: La inquietud que tiene la gente es que esta cascada de reformas se quiere meter apresuradamente. ¿Usted ve mucho afán del Gobierno por impulsar todas estas reformas al mismo tiempo?

JAC: Particularmente una cosa es que haya reformas que son importantes y otra cosa es la forma como se están introduciendo, sin dejar pensar mucho a la opinión pública y por supuesto al propio Congreso, que tiene que discutirlas y sacarlas. El problema y la complicación es dejar de hacer el análisis, que ha sido mínimo sobre una reforma, hay una carga de profundidad del Gobierno que no se explica. Desde luego que uno quiere la transformación, pero obviamente lo que se interpreta es que el Gobierno  está tratando de aprovechar todavía su capital político y así aprobar en un corto plazo reformas tan trascendentales como la de la salud, la laboral y la pensional.

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Las cuentas

ENS: Respecto a la reforma laboral, a usted lo hemos escuchado que se van a incrementar los costos para las empresas en por lo menos el 35 %. ¿Cómo analiza usted eso?

JAC: En una encuesta que hicimos en el sector del comercio con amplio desarrollo, se hicieron los cálculos. Entre los empresarios salió a la luz que el impacto de los costos de la reforma laboral para el comercio, el turismo, restaurantes, hoteles, centros comerciales, almacenes pequeños y medianos, pasa por esa cifra, teniendo en cuenta que el cambio, por ejemplo de la jornada después de las 6 de la tarde a las 6 de la mañana o el incremento de los costos laborales de los empresarios para estos sectores, que trabajan precisamente en esos horarios, es nefasto porque prácticamente sería hasta de un 17 %. A eso se le suma el impacto de la reducción de la jornada de 48 a 47 horas, que es un 12 % más, y a eso se le incrementamos el salario mínimo de este año. Entonces, de prosperar la reforma, los empresarios pagarían entre 35 % y 40 % más de costos laborales que en el año 2022.

Competitividad

ENS: ¿Eso también afecta la productividad y la competitividad empresarial?

JAC: Desde luego que eso incide en la competitividad y afecta su viabilidad y obviamente, antes que generar nuevos empleos, tendría un impacto negativo. Por el contrario, habría una disminución del empleo en Colombia.

ENS: Como representante digamos de un sector importante que es el comercio en el país, ¿usted sí ve que de pronto el Gobierno tiene la voluntad de consultar con el sector privado las reformas y que lo está comunicando oportunamente y eficazmente?

JAC: Digamos que los espacios de conversación no son muchos. En el caso de la reforma laboral, reconocemos el espíritu de la ministra del Trabajo de querer dialogar y escuchar, pero esperamos ser tenidos en cuenta. Por ejemplo, le hemos planteado la necesidad de postergar la radicación de la reforma laboral, que no se presente este 16 de marzo, sino en el segundo semestre, para tener más tiempo de discusión. Pero lamentablemente eso hasta ahora no lo hemos logrado.

Inoportuna

ENS: ¿Cómo ve usted que se presenten estas reformas cuando el país atraviesa por una crisis de alta inflación y altas tasas de interés? ¿Cree que este es el momento para adelantarlas o por el contrario es el momento más inoportuno?

JAC: Estoy de acuerdo, totalmente de acuerdo en que el momento de presentarlas es inoportuno, porque precisamente estamos entrando en un proceso de desaceleración de la economía, en un proceso altamente inflacionario, con volatilidad del dólar, con altas tasas de interés, o sea que esta reforma no es beneficiosa ni para la economía ni para el desarrollo social del país.

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La encuesta de Fenalco

La Federación Nacional de Comerciantes realizó una gran encuesta a los comerciantes, empresarios de restaurantes, servicios, hotelería, tenderos, soluciones tecnológicas, empresas de vigilancia privada, funerarias, estaciones de servicio, casinos, organizadores de eventos, firmas de consultoría, instituciones de la salud, grandes superficies, establecimientos educativos, entre otros, sobre la reforma laboral propuesta por el Gobierno Nacional.

Según los datos de la encuesta, se confirma que, en caso de aprobarse estas iniciativas, las empresas tendrían que asumir unos sobrecostos que podrían superar el 20 %, más si se tiene en cuenta la jornada laboral, que cada año, a partir de 2023, se le restará una hora hasta llegar a los 42 semanales. Con el incremento del salario mínimo del 16 % los costos laborales de este año, frente al año 2022, serían superiores entre el 35 y 40 %.

De acuerdo con la encuesta de Bitácora Express, de llegar a aprobarse la reforma tal como se conoció en un primer borrador, afectaría al 85 % de las empresas del comercio, toda vez que este porcentaje realiza actividades en horario diurno, nocturno, domingos y festivos. Por tanto, un encarecimiento de la contratación de personal en las horas de la noche afecta prácticamente a la totalidad de los comerciantes, al igual que a los negocios de comidas, bares, alojamientos, transporte, entretenimiento y empresas de vigilancia y seguridad privada, entre otros.

Así mismo, el 55 % de los empresarios haría ajustes relacionados con la reducción de nóminas y disminución de personal. Un 27 % evitaría al máximo la contratación de nuevo personal y un 71 % descartaría, reduciría o disminuiría sus inversiones.