Los aficionados al fútbol, los mismos que lo vitorearon mientras lució la camiseta del América y los que, sin ser seguidores de los escarlatas lo admiraron por su talento y humildad, tendrán la oportunidad de rendirle un último homenaje al coloso Freddy Rincón, en el estadio Pascual Guerrero.

Justo allí, luego de brillar en El Campín con la camiseta de Santa Fe, tras recibir a primera oportunidad por parte del técnico Jorge Luis Pinto, realizó grandes gestas, las que luego repitió en Brasil o Italia.

Ya Buenaventura, su tierra natal, le rindió homenaje con una multitud que no se cansó de corear su nombre y de recordar aquél gol que le marcara a Alemania en el Mundial de Italia 90.

Tras ser llevado el féretro ayer desde el puerto de Buenaventura a Cali, hoy está en cámara ardiente para que por última vez los amantes del buen fútbol, los que lo recuerdan como uno de los más grandes en su puesto y no olvidan sus actuaciones con la Selección Colombia, le digan por última vez “gracias Reddy, nunca lo olvidaremos porque usted ya no es un ídolo, sino una leyenda”.

Rincón, quien falleció el miércoles sobre la medianoche tras un accidente de tránsito que es investigado por las autoridades, se unió al equipo de Andrés Escobar y Jhon Mario Ramírez, pero su recuerdo permanecerá para siempre en la memoria de los aficionados al fútbol que disfrutaron su clase, la misma que hoy se año porque con el transcurrir de los años no ha surgido un jugador tan completo y que se acerque a sus características.

Es por ello que hoy se espera que el Pascual Guerrero está a reventar, cuando el cuerpo de Rincón esté en cámara ardiente.

El primero de los momentos que se tendrá, va a ser de 10:00 a.m. a 12:00 m., en el que se adelantará la actividad religiosa y guardia de honor. Allí estará su familia, amigos, aquellos que formaron parte de la Selección Colombia y las autoridades del deporte.

Posteriormente, entre las 12:00 m., hasta las 4:00 p.m., la comunidad podrá visitar el féretro y participar de la despedida.

Después de las 4:00 pm., el cadáver de ‘La Espiga’ será trasladado hacia el cementerio Metropolitano del sur, donde será sepultado.

Mientras en Cali se decretaron tres días de duelo, con la bandera del Valle del Cauca a media asta y dos días de duelo, al igual que en todo el departamento del Valle del Cauca.

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En Buenaventura

Tras los esfuerzos de los médicos de la Clínica Imbanaco y de luchas tres días, Rincón falleció el miércoles sobre la medianoche. Ya el jueves Santo fue traslado al municipio que lo vio nacer, Buenaventura, en donde, en el Coliseo Roberto Lozano Batalla, sus coterráneos le dieron un último adiós a su ídolo, al inolvidable volante.

En la misma noche del se llevaron a cabo sus honras fúnebres, luego de que miles de personas acompañaran el féretro desde el aeropuerto hasta el coliseo.

Allí se escucharon los emotivos mensajes de los familiares y los demás asistentes tuvieron la oportunidad de acercase a la tarima donde se había ubicado la cámara ardiente el cuerpo del ídolo convertido en leyenda tras su deceso.

“Han sido horas muy difíciles. Estamos pendientes de todo, confiamos en que las autoridades van a resolver este caso lo antes posible. Esperamos poder limpiar el nombre de mi papá, porque él no era el que iba manejando, también espero que se recupere el conductor del bus”, dijo Sebastián Rincón, uno de los hijos de Freddy.

“La voluntad de Dios siempre es perfecta, aunque a veces uno no la entienda. Para mí fue un orgullo de ser su hijo y lo disfruté mucho”, aseguró Sebastián Rincón.

En el lugar el féretro permaneció hasta ayer, cuando fue llevado a la casa materna de Fredy en donde los familiares realizaron un acto privado para despedirlo y dar paso a su traslado al aeropuerto de donde regresó a Cali.

Tras quedaron las caravanas de motos, de gente caminando y que gritó y aplaudió al coloso de Buenaventura.

Hoy ya está en Cali para ser despedido por el mundo del fútbol, no solo por los hinchas del América, sino por todos aquellos que admiraron su talento, su clase y corearon sus goles con la Selección Colombia.

Un gigante

Freddy será recordado como un gigante con magia y pólvora en los pies, uno de los mejores volantes ofensivos en décadas de Colombia y un jugador disciplinado y decisivo como pocos.

El espigado exjugador murió el miércoles a los 55 años tras las graves heridas que sufrió en un accidente de tránsito a inicios de semana. En 18 años de actividad profesional (1986-2004), escribió páginas épicas con la selección Colombia y el balompié brasileño, principalmente.

Pasó por el Nápoles y el Real Madrid aunque con poca fortuna. Sin embargo, se hizo a un nombre en las canchas, que hoy lamentan su partida entre los recuerdos de su juego fino y potente. "Nunca quise ser como otro jugador. Por raro que suene, yo quería ser Freddy Rincón. Y eso fue porque todo me salía muy bien y cada vez jugaba mejor". Así resumía el colombiano su unicidad.

Rincón nació en Buenaventura. Como muchos futbolistas en América Latina, conoció la pobreza desde niño.

Tenía 14 años cuando decidió ser un jugador en serio. Se impuso una disciplina que rápidamente lo diferenció del resto de sus compañeros: “jugaba de siete de la mañana a diez de la noche, sin parar, todos los días”.

El exseleccionador Jorge Luis Pinto, quien lo entrenó en sus primeros años en el Santa Fe, cree que Rincón fue ante todo un deportista disciplinado. “Un hombre que no le dolió nunca una pierna para trabajar, un hombre que se dedicó al fútbol”, dijo.

Recuerda Pinto que llegó a probarlo en todas las posiciones, excepto la de arquero.

Rincón tuvo un debut accidentado con el Santa Fe. Llevaba 20 minutos en la cancha cuando fue expulsado por una violenta entrada.

Sin embargo, tras ello comenzó a cosechar triunfos. Más adelante llegó al América de Cali con el que se coronó dos veces en la liga colombiana (1990-1992). Por su fortaleza física se ganó el apodo de ‘El Coloso’, también fue llamado ‘La Espiga’.

El volante ofensivo hizo parte de la primera generación dorada de la selección de Colombia. Un gol suyo ante Alemania, en la Copa Mundo de Italia-1990, le valió la gloria y a los cafeteros el primer paso a los octavos de un Mundial.

Rincón también escribió una era inusual en el fútbol brasileño. Jugó para Corinthians, Santos y Palmeiras, los clubes rivales de Sao Paulo.

Del ‘Verdão’ saltó al Real Madrid y pasó luego por Nápoles. Con el equipo merengue jugó poco y enfrentó el racismo.

En 2013 sobrevivió a un accidente de tránsito que le dejó varias fracturas, cuando manejaba su vehículo en una vía del suroeste del país. El lunes no corrió con la misma suerte y en un violento choque con un autobús sufrió un trauma craneoencefálico severo, que finalmente le costó la vida, pero la verdad está por conocerse. Se asegura que no era Freddy quien conducía la camioneta y los hijos esperan que quien iba al volante, diga la verdad.

Por ahora, mientras el mundo del fútbol sigue llorando su partida, hoy serán sus honras fúnebres y su nombre será recordado como uno de los grandes del fútbol colombiano, por siempre.