El boyacense, que ya fue dos veces subcampeón y una tercera, se preparó especialmente para el Tour de Francia
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Aunque en los últimos años ha estado lejos de las posiciones de cabeza, Nairo Quintana (Movistar) sigue siendo un aspirante serio al sueño amarillo de convertirse en el primer colombiano en ganar el Tour de Francia, pese a la competencia de su emergente compatriota Egan Bernal (Ineos).
En 2015, cuando Quintana se disponía a participar por segunda vez en la ronda gala, el Movistar lanzó en redes sociales la campaña ‘Sueño Amarillo’ para animar a su ya jefe de filas en su gran objetivo de vestir con el color del sol en los Campos Elíseos de París.
Quintana venía de deslumbrar con un exitoso debut en el Tour-2013 (segundo por detrás del británico Chris Froome) y con un aplastante triunfo en el Giro de Italia-2014, que le consagraba como figura del ciclismo mundial.
Cuatro años más tarde el sueño amarillo no se ha hecho realidad, pero tampoco se ha desvanecido.
Quintana repitió en 2015 subcampeonato en el Tour pero a partir de aquel momento comenzaría a tener peores resultados en las carreteras francesas, con un solo podio -3º en 2016- en las siguientes ediciones.
Sus dificultades quedaron adscritas en un primer momento a la ‘Grande Boucle’, pues se coronó campeón de la Vuelta a España en 2016 por delante de su máximo oponente, Froome, y se le escapó en los compases finales el Giro-2017 en favor del holandés Tom Dumoulin, quedando subcampeón.
Pero en las últimas carreras de tres semanas el boyacense ha quedado alejado de los tres primeros y tiene marcado en rojo este Tour (6-28 de julio) para volver por sus fueros.
Una baza a su favor en este Tour es el hecho de que hay menos kilómetros de contrarreloj.
“En muchas de las carreras de tres semanas de los últimos años nos han metido más de 50 kilómetros de contrarreloj. El último Giro que perdí, lo perdí el último día en una contrarreloj”, explicó en una rueda de prensa en Bogotá a finales de mayo.
“Pienso que este Tour está muy bien balanceado. Tenemos que llegar frescos y aprovechar sobre todo la alta montaña que supera los 2.500 metros sobre el nivel del mar”, añadió sobre el recorrido de este año.
Quintana ya demostró el año pasado que no se le ha olvidado ganar, con un magistral triunfo en la 17ª etapa, y en este 2019 ha sumado una etapa en la Vuelta a Colombia y un 2º puesto en la París-Niza que ganó Bernal.
Desde su bautizo en el Tour en 2013, Quintana ha querido ser el único e indiscutible líder de su equipo, pero Movistar mantuvo una especie de bicefalia con el colombiano y el veterano Alejandro Valverde más o menos hasta los años 2015 y 2016.
Finalmente jefe, la condición de cabeza de lanza del conjunto español de Quintana se vio de nuevo amenazada con el fichaje en 2018 del español Mikel Landa, quien en los días previos a este Tour avisó que es tan líder como el sudamericano.
Esta situación ha dado pie a que los medios colombianos y españoles esbocen una salida de Movistar del pedalista de Cómbita, en busca de un cambio de aires, y los nombres de equipos como el Emirates, el CCC polaco o el Arkéa francés han sido mencionados como posibles destinos.
Pero Nairo Quintana no quiere pensar demasiado en eso y su mente en este momento está únicamente en el Tour de Francia, en el que la ruta irá definiendo si el colombiano o Landa serán la apuesta del Movistar en la lucha por el triunfo final.
El colombiano ha demostrado su clase y que es capaz de seguir aspirando al sueño amarillo de convertirse en el primer ciclista de su país en ganar el Tour. Con permiso de Egan Bernal.