Dos majaderías y una coda | El Nuevo Siglo
Martes, 23 de Junio de 2020

Cuando vivíamos en Europa nos impusieron un par de veces, identificados simplemente por las placas del vehículo, “fotomultas”. Es una práctica universal. En febrero pasado la Corte Constitucional determinó que no se puede sancionar sino a quien maneja el vehículo porque no se puede trasladar la responsabilidad a un tercero, el dueño. Es una teoría de responsabilidad desueta. No hay tecnología que permita identificar al conductor y, ahora con tapabocas, mucho menos. La sentencia fue publicada cuatro meses después de proferida, lo que habla mal de la corte “legisladora”. Esa majadería hace inútil una de las herramientas más adecuadas para el control del tránsito en el siglo XXI, que es, si no me equivoco, el siglo en que vivimos.

Igual de majadero es el senador Roy Barreras que pretende que las fuerzas armadas se cercioren, antes de atacar, si hay menores en las filas de los criminales que los reclutan forzadamente. Ya lo había hecho una vez por unos menores muertos en un bombardeo (San Vicente del Caguán, noviembre 2019). Pretendía que los pilotos se asomaran a la ventana del avión y con un megáfono dijeran: “señores dígannos si hay menores porque vamos a bombardear” o “todos los menores retírense que vamos a bombardear”, como pretendió doña Cecilia López Montaño que criticó a la inteligencia militar porque no había identificado previamente a los guerrilleros. En aquella oportunidad, los senadores Barreras, Petro y Cepeda, los batallones de La U, Cambio Radical y liberales (dirigidos por Iragorri, Vargas Lleras y Gaviria) y una cauda de mamertos, coreados por los grandes medios, hablaron del “asesinato de ocho niños”, (Cable Noticias habló, de “ejecución”). Se trataba (y Barreras trata ahora) de evitar que las fuerzas armadas pudiera actuar contra la guerrilla. ¡Vaya usted a saber por qué!

Según la Convención sobre Derechos del Niño, “niños” son los menores de 18 años. Pero hay que tener en cuenta que en el lenguaje corriente se es niño hasta los doce años, de ahí en adelante adolescente hasta los dieciséis, y luego joven y adulto. Un muchacho que está saliendo del bachillerato, se afeita y tiene novia no es un niño, ni una vez que cumple dieciocho pasa inmediatamente de ser niño a tener derecho de votar. Y menos si es capaz de empuñar armas.

Como lo dije entonces y lo repito ahora, según el derecho de guerra quien empuña un arma es un combatiente, independientemente de la edad que tenga y es objetivo militar. Si esos “niños” estaban en un campamento guerrillero y portaban armas, murieron como combatientes y no “asesinados” como niños.

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Coda: Mi esposa y yo somos adultos mayores y las cédulas son impares. El día sin IVA no podíamos salir. No teníamos que comprar aparatos electrónicos ni otro producto importado exento del impuesto, solamente unos cartuchos de impresora. Nos encontramos, en primer lugar, con que algunos comercios, como Falabella, subieron los precios una semana antes de la fecha, con lo cual estaban engañando a la gente. Tratamos de usar la web de Panamericana pero al abrirla vimos que los pedidos hechos por internet no estaban exentos del impuesto. Llamamos entonces a K-tronics y, luego de dos periodos de quince minutos de “uno de nuestros agentes lo atenderá”, el sistema colgaba, así que desistimos. Y finalmente vimos en la TV las aglomeraciones en unas tiendas que no fueron capaces de organizar el día.

Conclusión: el comercio no estaba preparado para la avalancha y la alcaldesa fracasó en prevenir la pelotera. No, señora alcaldesa, la responsabilidad no fue del Presidente que la había delegado en usted.