Dudas deja laboratorio de paz del Gobierno en Buenaventura | El Nuevo Siglo
TRAS un consejo de seguridad en la Casa de Nariño, encabezado por el presidente Petro, el ministro de Defensa, Iván Velázquez, anunció el incremento del pie de fuerza en Buenaventura.
Presidencia
Miércoles, 5 de Julio de 2023
Redacción Política

LOS RECIENTES vídeos que muestran a jóvenes encapuchados en Buenaventura con armas de corto y largo alcance ostentando un supuesto poder y amenazando, abren un interrogante sobre qué ha sucedido con la política de paz del Gobierno en lo urbano, que allí calificó como un laboratorio, pues comenzó y espera replicar en otras regiones.

El alivio en la seguridad que se vio inicialmente en este Distrito luego de los diálogos exploratorios del Gobierno con bandas delincuenciales parece desvanecerse, mientras que desde distintas orillas consideran que estas conversaciones que se propone el presidente Petro para la desmovilización de los jóvenes que las integran son insuficientes si no hay, al tiempo, una respuesta del Estado con inversión social contra la pobreza y con la Fuerza Pública para garantizar el orden.

La política de paz total del Gobierno contempla para las áreas rurales negociaciones de tipo político con las guerrillas (con el Eln, ya establecida, y posiblemente con el Estado Mayor Central, disidente de las Farc); y negociaciones de carácter judicial con los grupos multicrimen para su sometimiento a la justicia.

En tanto que en lo urbano se plantea negociar la desmovilización de las principales bandas delincuenciales que azotan capitales y municipios importantes ejerciendo control sobre barrios enteros, que consideran sus territorios, pues establecen fronteras invisibles para desarrollar actividades como la extorsión y el microtráfico.

El Gobierno inició el año anterior esta estrategia en lo urbano, precisamente en Buenaventura, en donde en el último tiempo estas bandas han recrudecido su actividad delincuencial y la violencia contra la ciudadanía; y entre ellas mismas peleando por los territorios, incluso al punto del surgimiento de las llamadas casas de pique en donde se cometen asesinatos de uno y otro bando.

La Oficina del Alto Comisionado para la Paz inició acercamientos con ‘Los Espartanos’ y ‘Los Shottas’, las dos principales bandas que dominan el negocio del narcotráfico en Buenaventura, que desde hace tiempo se enfrentan en las calles por el territorio, cobrando víctimas, no solo entre sus integrantes, sino de la población civil por el cruce de disparos.

Producto de esos acercamientos ‘Los Espartanos’ y ‘Los Shottas’ anunciaron en septiembre pasado que levantarían las fronteras invisibles que han establecido en la ciudad, lo que permitió que los pobladores transitaran sin restricciones especialmente en las comunas 6, 7 y 11.

Sin embargo, en las últimas semanas se han disparado los indicadores de inseguridad, los muertos y la violencia, dentro de lo cual se enmarca la situación ya referida de jóvenes con armas de alto calibre haciendo amenazas, que pertenecerían a la banda ‘Los Roberts’.

La situación que hoy vive Buenaventura ha hecho que muchos pobladores y gremios manifiesten su escepticismo frente a la política de paz urbana que impulsa el Gobierno nacional. Otros consideran que se debe continuar con esta iniciativa. No obstante, tanto unos como otros piden que el Estado garantice la seguridad a través de una efectiva presencia de la Fuerza Pública.

La gobernadora del Valle, Clara Luz Roldán, pidió al Gobierno militarizar este Distrito para garantizar la seguridad de sus habitantes. “Presidente Gustavo Petro y ministro de Defensa, Iván Velásquez, Buenaventura necesita que el Ejército llegue, ocupe todo el territorio, proteja a la comunidad y se quede”, dijo.



Por su parte el Ministro de Defensa reconoció ayer que la situación en esta ciudad es crítica, al tiempo que subrayó que la acción de la Fuerza Pública no debe depender de que haya diálogos o no con las bandas delincuenciales.

“Lo que digo es que el accionar de la Fuerza Pública no puede depender de la existencia o no de esos pactos entre bandas. Los pactos significaron mucho cuando se cumplieron, fundamentalmente el año pasado y hasta tal vez principios de este año, reducción importante en términos de homicidios”, expresó Velázquez.

Ante la difícil situación el Gobierno realizó ayer en la Casa de Nariño un consejo de seguridad encabezado por el presidente Petro, en el cual se tomaron varias medidas. Además, se anunció que el próximo jueves en Buenaventura se realizará un consejo extraordinario de seguridad.

El ministro Velázquez explicó que: “Vamos, además a ampliar en la capacidad para el control urbano con Fuerzas Militares, igualmente la Policía Nacional. El señor director Salamanca (director de la Policía) ha dispuesto que se ampliará con personal de inteligencia particularmente, pero también de un incremento de policías”.

¿En qué queda la política de paz urbana?

La Oficina del Alto Comisionado para la Paz anunció en un comunicado que “el acercamiento con ‘Shottas’ y ‘Espartanos’ ha permitido avanzar hacia el inicio en las próximas dos semanas de espacios de conversación sociojurídica que contará con testigos nacionales e internacionales y veedurías civiles, y partirá de una base de compromisos públicos".

Mientras que la viceministra para el Diálogo Social, Lilia Solano, dijo ayer que: “ En este Gobierno logramos mejorar temporalmente la situación con el liderazgo local en Buenaventura, pero lamentablemente se vuelven a levantar estos enfrentamientos; es la población joven la que estamos perdiendo”.

Por su parte, Danilo Rueda el alto Comisionado para la Paz, aseguró que Los ‘Espartanos’ y ‘Los Shottas’ siguen firmes en los diálogos exploratorios con el Gobierno.

“Estas violencias que hoy se presentan se derivan de sectores que están en oposición y en saboteo a los sectores de ‘Shottas’ y ‘Espartanos’, que están comprometidos con la paz total”, dijo el Comisionado.

Por lo pronto volvió la zozobra a los habitantes de Buenaventura. Jenny Riascos, representante legal de la Asociación de Estudiantes Afrodescendientes del Valle del Cauca, quienes trabajan en educación de la primera infancia, compartió a EL NUEVO SIGLO que “no hay tranquilidad, la forma de vivir ha cambiado mucho porque uno tiene que estar muy resguardado y son muchas las situaciones anómalas, sobre todo los fines de semana”.

Agregó que “iniciando el año, como en dos o tres meses, sí se notó un cambio bastante significativo, pero ahora volvió todo como a empeorar”.

En tanto que el representante a la Cámara por el Valle, Hernando González, de Cambio Radical, dijo a este Medio que: “Lo que veo en Buenaventura es algo muy delicado, creo que el Presidente tiene una buena intención con su Comisionado de Paz, y ellos quieren hacer la paz, pero me parece que lo han dejado ahí, como que con el primer diálogo que tuvieron ellos creían que habían calmado la cosa. Y no, a eso hay que hacerle seguimiento”.

Agregó que a Buenaventura: “Más que militarizarlo, más que meterle fuerza, que es necesario”. Necesita “primero educación, segundo hay que meter toda la fuerza del Estado en lo social. Buenaventura necesita una mirada del Gobierno nacional porque hoy no solamente la población rural, sino la urbana está a merced de los violentos que los tienen atemorizados”.

Seguridad e inversión social

El secretario de Paz Territorial y Reconciliación del Valle del Cauca, Orlando Riascos Ocampo, le dijo a EL NUEVO SIGLO que “el tema de Buenaventura es complicado, no solamente ahora, es de hace muchos años, porque allí hay incidencia del narcotráfico en la zona urbana, en la zona rural”.

Sostuvo que “en el Valle del Cauca apoyamos el proceso de paz urbana que ha desarrollado el Gobierno nacional por el tema de ‘Los Shottas’ y ‘Los Espartanos’, por la mediación de la iglesia católica”.

Además, agregó que: “Nos parece que es trascendental e importante mirar la vía del diálogo, pero por supuesto tiene que estar la seguridad en cabeza de todos estos procesos, la presencia de la Fuerza Pública en todos los sectores como debe ser. Y por supuesto el acompañamiento de la justicia para acabar con la criminalidad que allí existe”.

Finalmente, destacó que: “En Buenaventura, un territorio de mucha desigualdad, de mucha pobreza, tiene que haber cumplimiento de los acuerdos, por ejemplo, con el comité del paro; la presencia social del Estado en todos los niveles, departamental, municipal, nacional”.