A SUS 53 años y tras dedicar más de la mitad de su vida a la política, convirtiéndose en uno de los hombres más fuertes e influyentes de Florida, el senador Marco Rubio se ocupará desde este 20 de enero de la diplomacia estadounidense que tiene múltiples retos en el convulso escenario internacional.
Nacido en Miami, hijo de inmigrantes, encarnación del sueño americano, tan conocido como respetado entre los hispanos y otrora rival político de Donald Trump, fue escogido por el presidente electo como su Secretario de Estado por sus claras posiciones contra las dictaduras, la descontrolada migración ilegal, la desleal competencia comercial y la defensa de las libertades.
Inició su servicio público en el año 2000 como representante a la Cámara, donde fue reelecto y llegó a presidirla seis años después. Ahí comenzó una meteórica carrera que continuó en el Senado (2009-hasta la actualidad) y que se encumbra con el nombramiento para el segundo mandato de Trump, convirtiéndose así en el primero de origen latino en desempeñar ese alto cargo.
Rubio ganó popularidad e influencia a nivel nacional cuando participó en las primarias por la nominación presidencial republicana de 2016, en las que se enfrentó a 16 copartidarios, entre ellos, Jeb Bush (exgobernador de Florida y hermano del expresidente George W. Bush), Chris Christie (gobernador de Nueva Jersey), Ted Cruz (senador por Texas) y el ‘outsider’ Donald Trump, quien contra todo pronóstico ganó les ganó la candidatura y luego la Presidencia de Estados Unidos a Hillary Clinton.
Tras retirarse de esa contienda adhirió a su proyecto político y, desde el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, tuvo influencia en la política hacia Latinoamérica de su gobierno.
"Marco es un líder muy respetado y voz muy poderosa en defensa de la libertad. Será un firme defensor de nuestra nación, un verdadero amigo de nuestros aliados y un guerrero valiente que nunca se rendirá ante nuestros adversarios", destacó el electo mandatario republicano en un comunicado difundido por su equipo de transición.
A renglón seguido indicó que Rubio “no se detendrá hasta que la política estadounidense vuelva a centrarse en el sentido común y el bien común".
Tras hacerse oficial su nominación, el senador de Florida, el estado que en las elecciones de medio mandato (mid term), hace dos años, comenzó a levantar la ola roja que hoy tiñe casi todo el mapa político de Estados Unidos, Rubio calificó como “un honor” y “una tremenda responsabilidad” el cargo que asumirá.
Anticipó que “como secretario de Estado, trabajaré cada día para llevar a cabo la agenda internacional. Bajo el liderazgo del presidente Trump, entregaremos la paz a través de la fuerza y siempre pondremos los intereses de Estados Unidos y de los estadounidenses por encima de todo lo demás".
Conocedor del mundo político y sus movimientos en Washington, de las necesidades de los latinos en Estados Unidos, así como de las implicaciones que para la seguridad nacional tienen tanto los conflictos armados externos, las veladas guerras comerciales y el aumento de las tiranías en el mundo, el senador Rubio no sólo ha respaldado políticas para frenar esas ‘amenazas’, sino que ha hablado tan claro como duro.
Pregona el fin la guerra en Ucrania a través de una negociación, considera legítimo el derecho a la defensa que ejerce Israel contra Hamás desde el mortífero ataque a su territorio, cree que Irán es una amenaza para la paz mundial, es partidario de ejercer máxima presión sobre China y castigarla por el trato que da a Hong Kong, la minoría uigir y su estrategia comercial, con una competencia desleal en detrimento de los Estados Unidos.
Así, por ejemplo, en reciente entrevista con EWTN, una red de medios de comunicación católicos, Rubio dijo que Ucrania ha sido valiente en la lucha, pero ha alcanzado un "punto muerto" contra los invasores rusos y Estados Unidos debería mostrar "pragmatismo" en lugar de enviar millas de millones de dólares más en armas.
En cuanto América Latina es un duro crítico del gobierno cubano, la tierra de sus ancestros, de los dictadores en Venezuela (Nicolás Maduro) y Nicaragua (Daniel Ortega), al igual que de algunas decisiones en política internacional del gobierno de Gustavo Petro en Colombia.
“Hoy el pdte. de #Colombia (sic), partidario de Hamás, rompió relaciones diplomáticas con #Israel. Es muy triste ver que un país tan increíble, de personas que tanto han sufrido a manos de los narco-terroristas, esté actualmente gobernado por un simpatizante terrorista que quiere ser la versión colombiana de Hugo Chávez”.
El peso de los hispanos
Rubio fue, sin duda, un motor de movilización del voto de la comunidad hispana a favor de Trump -a quien también aconsejó sobre temas clave para este sector en los estados bisagra- no sólo en su natal Florida sino en todo el país. Y ello se evidenció en los resultados, donde tuvo un destacado repunte, especialmente entre los hombres jóvenes.
Ejemplo de ello: en la presidencial del 2020, Biden ganó los votantes latinos a nivel nacional con 65% frente al 32% de Trump. En la de hace una semana, éste último logró el 46% de ese apoyo frente a un 52% de Harris. Es decir, una diferencia de solo de seis puntos porcentuales, ganando un amplio terreno de 27 puntos en comparación a hace cuatro años.
En mediciones expuestas por la cadena CNN, se ve una cifra aún más impactante: el republicano ganó a los hombres latinos por 12 puntos, un cambio de 35 puntos desde 2020.
Así, la designación de este senador de origen latino es a la par un reconocimiento a su trabajo en pro de los hispanos, un espaldarazo a las políticas que éste ha impulsado para esa comunidad y un claro mensaje a las decisiones que puede prever frente a los regímenes latinoamericanos que han llevado al exilio forzado a millones de personas.
Rubio es católico, se casó con su novia de toda la vida, Jeanette Dousdebes, una exanimadora de origen colombiano de los Miami Dolphins de la NFL, con quien tiene cuatro hijas.
"Bienvenido de nuevo”
Con esta frase, en tono cortés, Joe Biden recibió a Donald Trump en la Casa Blanca durante una reunión en la que hablaron sobre el traspaso del poder.
Después de un apretón de manos con el jefe de Estado saliente en el Despacho Oval, Trump, que fue el 45º y pronto será el 47º presidente estadounidense, aseguró que la transición será "lo más fluida posible".
Los dos hombres se sentaron junto a la chimenea e hicieron breves declaraciones antes de comenzar la reunión, a la que asistieron sus respectivos jefes de gabinete: Jeff Zients, por Biden, y Susie Wiles, por Trump.
"Haremos cuanto podamos para asegurarnos de que tiene todo lo que necesita", dijo Biden después de darle la "enhorabuena".
"La política es dura, y en muchos casos no es un mundo muy agradable. Hoy es un mundo agradable y lo aprecio mucho", opinó Trump.
La reunión fue "muy cordial, muy cortés y sustancial", declaró la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, quien añadió que Trump llegó con "una lista de preguntas detalladas".
Previo al encuentro, el presidente electo recibió los aplausos de sus compañeros republicanos en el Congreso, en una reunión en el Capitolio en la que se le festejó como "el rey retornado", en palabras del líder conservador de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, quien fue reelecto en el cargo.
"Está bien ganar", dijo Trump, ovacionado por unos republicanos que arrebataron el control del Senado a los demócratas y revalidaron su mayoría en la Cámara de Representantes, ya que superaron la barrera de los 218 sin haber concluido el escrutinio.
"Habéis trabajado mucho para conseguirlo y me habéis ayudado", dijo Trump antes que la reunión continuara a puerta cerrada y tras bromear con la hipótesis de volver a presentarse como candidato a la Casa Blanca, algo prohibido por la Constitución.
Los senadores republicanos escogieron a John Thune, congresista por Dakota del Sur, como nuevo líder republicano en la Cámara Alta, tras lograr el apoyo de 29 de ellos contra 24 que se decantaron por John Cornyn, congresista por Texas y que tenía el respaldo de Trump.
Así se confirma que la victoria de los republicanos fue redonda: Presidente a bordo (ganando voto nacional, los siete estados bisagra y alcanzando 312 grandes electores) y mayoría parlamentaria en Senado y Cámara de Representantes. Una vez se certifiquen los resultados oficiales, Trump se convertirá en el primer mandatario republicano en lograr tal hazaña en los últimas dos décadas.
Un mandato “poderoso y sin precedentes” como Trump lo dijo en el discurso de victoria para cumplir su proyecto de “hacer América grande de nuevo”.