El informe mundial de las Naciones Unidas sobre el estado del narcotráfico en el mundo muestra entre líneas la interdependencia de las dos naciones

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1. Producción

La fabricación mundial de cocaína alcanzó un máximo histórico de 1.976 toneladas en 2017, esto se debió principalmente al aumento en Colombia, donde, según las estimaciones, se produjo aproximadamente el 70%.

Este hecho impacta directamente a Estados Unidos, el cual ha señalado que más del 90% de la cocaína que se consume en ese país es colombiana. Sobre el particular la jefa de investigación de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), Ángela Me, sostiene que "se trata de una mala noticia. Es una mala noticia para los países productores. Lo que está pasando en Colombia es preocupante".

 

2. Más consumo

Según las estimaciones, 18,1 millones de personas consumieron cocaína en el último año; los mayores índices se registraron en América del Norte (2,1%) y Oceanía (1,6%). Entre 2006 y 2012 se produjo una disminución del consumo de cocaína en América del Norte, pero todo parece indicar que ha vuelto a aumentar, al igual que en Europa Occidental y Central, Oceanía y algunos países de América del Sur, señala el informe.

Ello tiene directa relación con Colombia que, como se dijo, produce el 70% de la cocaína mundial, 90% de la cual va a Estados Unidos.

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3. Más muertes

El Informe Mundial sobre Drogas de la Oficina de Naciones Unidas contra este flagelo indica que creció el número de personas que murieron por razones asociadas al consumo de alcaloides, al pasar de 450.000 decesos en 2017 a 585.000 en 2018.

El informe dice que la mayor carga de morbilidad se encuentra en Asia Oriental y Sudoriental, América del Norte y América del Sur, lo que es reflejo del alto número de consumidores de opioides y de personas que se inyectan drogas que hay en esas subregiones.

En Estados Unidos se producen cerca de 90.000 decesos cada año por sobredosis, muchos de ellos con cocaína llegada desde Colombia.

 

4. Servicios de salud

En el mundo hay unos 35 millones de personas que padecen trastornos por consumo de drogas y necesitan tratamiento, cifra superior a la estimación anterior de 30,5 millones de personas, señala el informe de Unodc.

En el caso de Estados Unidos ha ganado terreno entre los consumidores los opioides sintéticos, pero no por eso han perdido vigencia en este mercado la heroína y la cocaína, especialmente esta última proveniente de Colombia.

La atención de personas adictas cuesta miles de millones de dólares al sistema sanitario norteamericano, lo que explica desde el punto de vista económico la presión de esta potencia a Colombia para que reduzca la oferta.

 

5. Interdicción

La producción de opio y la fabricación de cocaína se mantienen en niveles récord, no obstante las cantidades incautadas también son más altas que nunca. Por ejemplo, la cantidad de cocaína incautada aumentó en un 74% en el último decenio, mientras que la fabricación se incrementó en un 50% en ese mismo período, lo cual indica que la actuación de los organismos encargados de hacer cumplir la ley se ha vuelto más eficaz, dice el informe.

Colombia tuvo en esta tarea un importante papel pues al cierre de 2017 incautó 435 toneladas de cocaína, lo que ha sido aplaudido por Estados Unidos.

 

6. Voluntad política

La Unodc destaca en su informe la voluntad política y los esfuerzos desplegados por Colombia para reducir la producción de cocaína tras el acuerdo de paz alcanzado en 2016 con las Farc. “Las iniciativas de desarrollo alternativo han permitido que los campesinos de algunas de las regiones centrales del país que anteriormente se hallaban bajo el control de las Farc abandonen el cultivo de arbusto de coca y se incorporen a la economía lícita”.

A pesar de que Estados Unidos pide reiniciar las fumigaciones aéreas a los cocales, de igual forma ha destacado este programa de sustitución.

 

7. Cannabis

La gran mayoría de las incautaciones de hierba de cannabis siguen concentrándose en América. América del Sur fue responsable del 38% del total mundial en 2017 y América del Norte, del 21%. No obstante, en años anteriores América del Norte había ocupado la primera posición. Las incautaciones de cannabis en América del Norte vienen decayendo desde hace tiempo y en la actualidad se sitúan un 77% por debajo del nivel alcanzado en 2010. Esto se refleja en los datos sobre incautaciones mundiales, que son 20% inferiores a los correspondientes a 2016.

El informe señala que en Colombia hay 173.000 hectáreas de marihuana, parte de la cual llega a Estados Unidos, aunque en menor medida que en los años 70 porque en el país del norte en algunos estados es permitido ahora el cultivo.

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8. Mercados

La mayor parte de la cocaína con que se trafica en los países andinos de América del Sur (Colombia, Perú, Bolivia) está destinada a los principales mercados de consumo de América del Norte y Europa Occidental y Central. Las incautaciones efectuadas en América del Norte se han duplicado con creces en los últimos años, de 94 toneladas en 2013 a 238 en 2017. El segundo mayor flujo de tráfico de cocaína en todo el mundo es el que procede de los países andinos con destino a Europa Occidental.

 

9. Cooperación

El informe de la Unodc indica que no cabe esperar que las incautaciones de drogas por sí solas desestabilicen los mercados de las drogas. Por ello dice que es necesario además de la sofisticación en el accionar de las autoridades una coordinación efectiva entre las instituciones nacionales, regionales e internacionales.

Colombia y Estados Unidos desde hace décadas mantienen una estrecha relación contra el narcotráfico, no obstante Bogotá ha pedido a Washington mayores esfuerzos especialmente para frenar el consumo.

 

10. Legalización

Uno de los aspectos que más ha llamado la atención  del informe de la ONU es el respectivo a la legalización del cannabis, al indicar que la legalización impulsó el consumo de esta droga principalmente en Estados Unidos.
En Colombia desde hace un par de años que fue legalizada la producción de marihuana con fines medicinales. Sin embargo se ha anunciado por parlamentarios de la Alianza Verde, el Partido Liberal, el Polo, la UP, la Farc, La U y Cambio Radical un acuerdo para buscar desde el Legislativo cambiar la política contra las drogas, por considerarla ineficiente, dentro de lo cual a través de un proyecto de ley se propondría legalizar el cannabis con fines recreativos.