El coronavirus ha cobrado la vida de más de 700 mil personas en el mundo y contagiado a más de 21,2 millones. En los últimos siete días, casi la mitad de las muertes han ocurrido en Latinoamérica y el Caribe, donde se registran cerca de 240 mil fallecidos desde el inicio de la pandemia.
Esta región del mundo sumaba más de 6 millones de contagios el fin de semana.
Brasil, con 3,3 millones de casos y 107.232 muertos es el país más afectado de la región. Pese a ello, los principales puntos turísticos de Rio de Janeiro, entre ellos el icónico Cristo Redentor, reabrieron sus puertas al público, tras cinco meses de cierre.
"La reapertura del Cristo simboliza la reapertura de Brasil al turismo", dijo el ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles.
Los visitantes tendrán que usar máscara, mantener una distancia mínima de dos metros entre sí y no podrán recostarse en el suelo, algo habitual entre quienes buscan el mejor ángulo para sacarse fotos con la gigantesca estatua.
La pandemia no afecta la popularidad del presidente Jair Bolsonaro a quien un 47% de brasileños lo exime de responsabilidad por los efectos negativos de la pandemia.
Al trágico saldo le sigue Perú, que el sábado registró un récord de 9.507 casos en 24 horas y 219 decesos, para un total de 525.803 casos y 26.075 fallecidos.
Perú es proporcionalmente el de mayor cantidad de muertes en relación a la población de 32,9 millones, con 784 por cada millón de habitantes. En Brasil hay 501 fallecimientos por millón de personas, sobre una población de 212 millones.
A Perú le sigue México (511.369 infectados y 55.908 muertos), cuyo gobierno declaró 30 días de luto nacional a partir de este fin de semana.
El impacto de la pandemia se refleja también en Argentina, donde el gobierno extendió hasta fin de agosto el aislamiento social que suma 148 días.
También Ecuador, que superó los 100.000 casos, con más de 6.000 decesos, extendió hasta el 13 de septiembre el estado de excepción que rige desde marzo.
En el mundo, Estados Unidos es, de lejos, el país con las cifras más críticas, al sumar más de 168.446 muertos y 5,3 millones de casos.
En Europa, en pleno verano, el temor crece con la llegada de una segunda ola del virus, y países como Francia y Reino Unido aceleraron la reimposición de medidas preventivas.
Francia registró más de 3.300 nuevos casos en las últimas 24 horas, unas cifras que no se registraban desde mayo. La alcaldía de París amplió las zonas en las que es obligatoria la mascarilla, días después que varias ciudades europeas tomaran esta decisión.
Reino Unido impuso también una cuarentena de 14 días a los viajeros procedentes de Francia, Holanda y Malta. La medida ya estaba vigente para España, Bélgica, Andorra y Bahamas.
En España, con 3.000 infecciones diarias en los últimos dos días, el gobierno decretó la prohibición de fumar en la calle si no hay distancia de seguridad, además de cerrar discotecas y bares nocturnos.
En Asia, Corea del Sur reforzó las restricciones en Seúl y sus alrededores, en momentos en que el país registra su mayor número diario de nuevas infecciones en más de cinco meses.
Esperanza por una vacuna
Como se recordará Argentina y México anunciaron esta semana un acuerdo para producir la vacuna diseñada por AztraZeneca y la Universidad de Oxford.
Estados Unidos, que invirtió más de 10.000 millones de dólares en seis proyectos y firmó contratos que le garantizan aprovisionamiento, prometió vacunar gratis a sus ciudadanos.
En medio de estos esfuerzos y la angustiosa lucha contra el virus, muchos países no se libran de la corrupción. El gobierno boliviano paralizó una compra de reactivos para pruebas Covid-19 que registró supuestas irregularidades en su adjudicación.
Finalmente los investigadores occidentales siguen mostrándose escépticos frente los anuncios de la vacuna rusa y avanzan en diversos.