El lanzamiento del nuevo cohete de la NASA a la Luna fue cancelado el lunes debido a un problema técnico, pero podría tener lugar durante la próxima ventana de lanzamiento el viernes, dijo la agencia espacial estadounidense.
Cincuenta años después de que astronautas pisaran la superficie lunar por última vez en la misión Apolo 17, el vuelo Artemis 1 marcará el inicio del programa estadounidense para regresar a la Luna, con miras a permitir a la humanidad llegar eventualmente a Marte a bordo de la misma nave.
"Mantenemos la opción del viernes", dijo en rueda de prensa Mike Sarafin, responsable de la misión Artemis 1, y apuntó que se retomará el análisis el martes para tener una mejor idea del tiempo necesario para solucionar los problemas surgidos.
Si el despegue del cohete denominado SLS no se lleva a cabo el viernes 2 de septiembre, existe otra ventana de lanzamiento el lunes 5. Después, recién podría intentarse nuevamente el 19 de septiembre.
"Estoy un poco decepcionado, pero (...) no me sorprende", dijo a los periodistas en Florida el astronauta Stan Love, que ha trabajado en el programa durante dos décadas. "Es un vehículo nuevo, tiene millones de piezas, todas tienen que funcionar perfectamente".
Temperatura del motor
El lanzamiento estaba inicialmente programado para las 8H33 (12H33 GMT) desde la plataforma de lanzamiento 39B en el Centro Espacial Kennedy.
El llenado de los tanques del cohete con su combustible ultrafrío (hidrógeno líquido y oxígeno) había comenzado con una hora de retraso por riesgo de relámpagos. Luego, una fuga provocó una pausa durante el llenado del segmento principal con hidrógeno.
Sobre las 07H00 locales, apareció un nuevo y decisivo problema: uno de los cuatro motores RS-25, debajo del segmento principal del cohete, no podía alcanzar la temperatura deseada, condición necesaria para poder encenderlo. También se encontró un problema con la válvula, dijo Sarafin.
La cuenta regresiva se detuvo y, después de más de una hora y media de espera mientras se intentaba solucionar el problema, la directora de lanzamiento de la NASA, Charlie Blackwell-Thompson, tomó la decisión de cancelar.
La ventana de oportunidad duraba solo dos horas y no había tiempo suficiente para seguir intentando solucionar el problema.
"No despegaremos hasta que todo esté listo", dijo el jefe de la NASA, Bill Nelson, poco después de la cancelación. Los ingenieros "llegarán al fondo del problema, lo arreglarán y volaremos", dijo.
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"Sueños y esperanzas"
Miles de personas, incluida la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, se habían trasladado a las cercanías del centro espacial para presenciar el despegue.
"Aunque esperábamos ver el lanzamiento de Artemis 1 hoy, el intento proporcionó datos valiosos mientras probamos el cohete más potente de la historia", dijo Harris en Twitter. "Nuestro compromiso con el Programa Artemis sigue firme y volveremos a la Luna".
El objetivo de Artemis 1 es probar el cohete denominado SLS y la cápsula Orion en su parte superior.
Orion, sin tripulación, se pondrá en órbita alrededor de la Luna para verificar si el vehículo es seguro para los futuros astronautas, incluidos la primera mujer y la primera persona de color que caminarán sobre la superficie lunar.
La misión probará la resistencia del escudo térmico de la cápsula, que regresará a la atmósfera terrestre a casi 40.000 km/h y a una temperatura la mitad de la de la superficie del Sol.
En lugar de astronautas, se colocaron maniquíes a bordo, equipados con sensores que registrarán las vibraciones y los niveles de radiación.
La cápsula se aventurará hasta 64.000 km detrás de la Luna, más lejos de lo que ha llegado cualquier otra nave espacial tripulada hasta ahora.
A Marte
Tras esta primera misión, Artemis 2 llevará astronautas a la Luna en 2024, sin llegar a alunizar, un honor reservado para la tripulación del Artemis 3, pero que no será antes de 2025.
Para entonces, la NASA quiere lanzar cerca de una misión cada año para establecer presencia humana y constante en la Luna, construir la estación espacial Gateway que orbite a su alrededor e instalar una base en la superficie lunar.
Allí, la humanidad deberá aprender a vivir en el espacio profundo y desarrollar todas las tecnologías necesarias para un viaje de ida y vuelta a Marte, un viaje de varios años que podría tener lugar "a finales de la década de 2030", según Nelson.
Pero antes de eso, ir a la Luna también es estratégico, frente a las ambiciones de las naciones competidoras, en particular China.
"Queremos ir al polo sur (lunar), donde están los recursos", en especial agua en forma de hielo, dijo Nelson a la cadena NBC. "No queremos que China vaya a ese lugar y diga 'este es nuestro territorio'".