Nuevas dudas en versión de Córdoba sobre crimen de Gómez | El Nuevo Siglo
PIEDAD CÓRDOBA, congresista del Pacto Histórico, declaró ante la JEP ayer.
Foto JEP
Jueves, 6 de Octubre de 2022
Redacción Política

La versión de Piedad Córdoba que señalaba a las Farc como las presuntas autoras del asesinato del dirigente conservador Álvaro Gómez Hurtado, en noviembre de 1995, continúa generando controversia.

Como se sabe, la primera en señalar que las Farc estarían detrás del asesinato del periodista y excandidato presidencial fue la hoy senadora del Pacto Histórico, en una audiencia ante la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) en marzo de 2020.

La afirmación sorprendió, ya que hasta ese momento las distintas hipótesis nunca habían apuntado en esa dirección, sino en el rastro de un “crimen de Estado”, tal y como lo ha sostenido de forma reiterada la familia del inmolado líder del Movimiento de Salvación Nacional.

Tras ese primer señalamiento de Córdoba, la cúpula de la antigua guerrilla (desmovilizada en 2016 tras el acuerdo de paz y convertida en partido político) aceptó sorpresivamente ante la JEP, en septiembre de 2020, su autoría en este magnicidio y otros crímenes. Ante ello, la familia del dirigente asesinado advirtió que se trataba de una maniobra de la exguerrilla para evitar que la justicia encontrara a los verdaderos autores materiales e intelectuales.

Alias ‘Carlos Antonio Losada’ afirmó que el asesinato fue cometido por una célula de la milicia urbana ‘Antonio Nariño’ y que todos los guerrilleros que participaron estaban muertos.

 

Nuevo capítulo

Ayer Córdoba volvió a comparecer ante la JEP. Reiteró que una persona de nombre 'Chucho' o 'Lucho' la había abordado en Bogotá, a la entrada de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), y le dijo que necesitaba un abogado porque había participado del crimen de Gómez Hurtado e incluso le habría disparado. Según la congresista, dijo ser exguerrillero y que se desmovilizó individualmente.

Dando a entender que ella fue una especie de testigo de oídas, la parlamentaria aclaró sobre ese encuentro que “… no recibí detalles, me asusté, fue algo fugaz. Me asusté porque me pareció extraño que me buscara a mí. ‘Carlos Losada’ ha dicho que los autores están muertos”.

Agregó que le dijo que “fuera a las autoridades porque su testimonio podía ser muy importante”, y aunque después trató de contactarlo, no lo logró. "De este señor no puedo dar fe ni de su nombre, ni si efectivamente participó en dicho homicidio, ni siquiera si fue parte de las Farc o si era un sicario".

Precisó que no era “testiga de ningún hecho relacionado directamente con el crimen del doctor Gómez Hurtado, sino testiga de que fui depositaria de unos relatos”.

También pidió a la JEP citar al excongresista uribista José Obdulio Gaviria, quien también habría tenido la misma información de la culpabilidad de las Farc en el magnicidio.

La congresista igualmente dijo que un asesor suyo, Héctor Moreno (ya fallecido), la citó en su casa de Medellín, en agosto de 2020, con dos personas “cercanas” al partido Conservador, de las cuales dijo no conocer sus nombres (salvo que se identificaron como Ramón y Carola), y que estas también le confirmaron que las Farc habían matado al exdesignado conservador. Esa información la habrían obtenido de un infiltrado de las Fuerzas Militares en el secretariado de las Farc.

También dijo que a Henry Acosta, empresario y mediador de paz, alias 'Santrich' le había confirmado que las Farc sí asesinaron a Gómez Hurtado.

La familia Gómez 

El abogado y excandidato presidencial Enrique Gómez Martínez le hizo varias preguntas a la congresista con el fin de establecer las circunstancias de modo, tiempo y lugar de sus afirmaciones.

“Se confirmó ante el país y ante la JEP que Córdoba no sabe nada que tenga valor probatorio en relación con el homicidio de Álvaro Gómez. Ella se autodeclara testigo de oídas, pero no lo es, ya que cuando alguien se declara así, debe decir de quién oyó y qué oyó, y aquí lo que quedó demostrado es que Córdoba no sabe con quién habló, ni quién era la persona, ni qué legitimidad tenía, en relación con los visitantes, los fantasmas que fueron a su casa”, precisó el abogado a EL NUEVO SIGLO.

Agregó que “después construyó un relato rocambolesco, que es el que le permitió en 2020 decirle a la prensa que había hablado con el autor material del homicidio de Álvaro Gómez, y resulta ser que una persona se cruzó con ella en un andén de una calle de Bogotá y le dijo que había matado a Álvaro Gómez y que era de las Farc. Y en eso tampoco Córdoba conoce la identidad ni tiene ningún elemento que le dé credibilidad a su dicho”.

Tras puntualizar que todas estas versiones de Córdoba son producto de su “imaginación desbordada” y “que terminaron en un circo patético en la autoincriminación de las Farc”, el abogado insistió en que la Fiscalía retome el caso y profundice en la hipótesis de que se trató de un crimen de Estado.