Escenarios para aumento del salario | El Nuevo Siglo
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Martes, 23 de Octubre de 2018
Redacción Economía

A raíz del comienzo de los debates sobre el incremento del salario mínimo para 2019, surgen cuatro escenarios ante las decisiones que se puedan tomar

 

3,5%

Por qué sí

La inflación proyectada para este año está entre 2% y 4% con una media de 3%, de acuerdo con lo establecido por el Banco de la República. Es decir, que la media es de 3%. Actualmente la inflación anual a septiembre está en 3,23% si se considera que la cifra para el final de año puede llegar a 3,5%. Este escenario será el que tomarán los negociadores a la hora de establecer una base para el aumento. En los últimos incrementos, como el del año pasado, se tuvo en cuenta que el IPC en noviembre llegó a 4,12% en su variación anual y el aumento del salario para 2018 fue de 5,9%, es decir, casi dos puntos por encima. En la decisión no se tuvo en cuenta que la inflación proyectada del Emisor era de 3%.

Por qué no

En la decisión que se tome sobre el incremento, tanto trabajadores y empresarios, así como el Gobierno, quien es el que decreta el alza, deben tener en cuenta que la cifra que acuerden debe estar por encima del 3,5%. Sin embargo este aumento no llegaría a lo que actualmente piden los sindicatos que es del 13% así como lo que ha establecido la Asociación de Instituciones Financieras (ANIF) que no sea superior al 4%. Los empresarios financieros consideran que si se presenta un aumento cercano al 10% eso afectaría sin duda el costo de vida y la situación de las empresas. Señalan que más que beneficiar a los trabajadores un aumento desbordado terminaría por reflejarse en un mayor costo de vida y por ende en menor capacidad de pago.

6%

Por qué sí

Uno de los aspectos que se tiene en cuenta para calcular el incremento del salario es la inflación anual así como la productividad del país. En ese sentido, el rango meta de inflación, tanto del Gobierno nacional como del Banco de la República, está por el orden del 3%. Sin embargo, la inflación proyectada podría terminar este año en 3,5%. Como siempre sucede hacia el final del año, la cifra de productividad que la miden los empresarios, en los últimos dos años ha estado por debajo del 1%. Es más, de acuerdo con el DANE, el índice de productividad en 2017 fue negativo y llegó a -0,24%, reflejando la crisis del sector industria. Se considera que para este año la productividad puede ser también negativa dado el comportamiento del sector manufacturero.

Por qué no

Si se tiene en cuenta que tanto la inflación como el índice de productividad  finalicen el año por encima de lo proyectado, los analistas no consideran que se decidan por un aumento similar. Es decir, si el IPC termina en 3,5% y el dato de productividad es negativo, los negociadores no van a tener en cuenta este aspecto como definitivo para establecer el incremento del salario mínimo. Sería ingenuo pensar que decidan incrementar el salario mayor a tres o cuatro puntos por encima con lo que el aumento podría llegar al 7% u 8%. Esa cifra no será aceptada por los empresarios dados su efecto sobre los costos de nómina y el incremento en la competitividad laboral, sobre todo en estos momentos que el sector industrial apenas está levantando cabeza luego de un año continuo de resultados negativos.

5,5%

Por qué sí

Al analizar los datos de inflación en que podría terminar el año de 3,5%, el Gobierno deberá hacer un esfuerzo para contemplar un incremento similar al del año pasado de 5,9%. Prácticamente sería dos puntos porcentuales más y es un incremento similar pero menor al de este año. No debe olvidarse que el incremento para 2018 logró, a último momento, llegar a una concertación entre los trabajadores y los empresarios, con una mediación del gobierno. Este aumento no impactaría con fuerza a los empresarios, pero no se sabe si esto satisface lo que desean los trabajadores. Como ya es costumbre este dato llegaría hasta casi la mitad de lo que quieren los sindicatos.

Por qué no

Uno de los mayores riesgos que tiene este incremento del 5,5% si se presenta, es que es la ideal para llegar a una concertación entre trabajadores y empresarios. Pero a la vez puede ser la más atacada, ya que los trabajadores van a sostener que es un incremento menor al de este año y que no se tiene en cuenta que el costo de vida ha subido. Los empresarios, asimismo, van a sostener que cómo los van a obligar a realizar el mismo sacrificio de comienzos de año, cuando tuvieron que gastar más en los costos de nómina. Este incremento que beneficia a 2,5 millones de trabajadores, no significa que esté de acuerdo con lo que tiene establecido el Gobierno de bajarle los costos laborales a las empresas y los impuestos.

8%-10%

Por qué sí

A todas luces un aumento salarial que esté por encima del 8% o del 10%, dejaría contentos a los trabajadores. Con este incremento el Gobierno mataría dos pájaros de un solo tiro. De un lado se ganaría a los trabajadores ante las perspectivas de incrementar el año entrante el IVA del 19% y trasladarlo a los productos de la canasta familiar. Sería una especie de zanahoria y garrote para los empleados. Pero de otro lado tendría el visto bueno de los sindicatos que han reclamado alzas superiores al 13%. Dicho aumento podría representar una mejor capacidad de los trabajadores para ahorrar algunos recursos. Además, tendrían una mejor capacidad de pago para obtener créditos con lo que puedan mejorar su calidad de vida.

Por qué no

Aunque la ministra de Trabajo Alicia Arango ha afirmado que el Gobierno le apuesta el 100% a lograr en esta oportunidad a una concertación en la mesa de diálogos, se considera que los empresarios van a oponerse a un incremento entre el 8% y el 10%. Debe tenerse en cuenta que el sector corporativo está saliendo del impacto que les provocó la última reforma tributaria del Gobierno Santos. Y por el contrario ahora con el presidente Iván Duque esperan pagar menos impuestos pero también disminuir su carga en los costos laborales. Además debe tenerse en cuenta que también para el Gobierno se requiere del visto bueno de los empresarios para adelantar la reforma tributaria y pensional que están pendientes.