Franco y las elecciones españolas | El Nuevo Siglo
Martes, 5 de Noviembre de 2019

“Si el Psoe gana no se augura nada nuevo”

El próximo domingo se celebran elecciones generales en España porque el Psoe no logró conformar gobierno luego de las elecciones del 28 de abril pasado. Es una contienda reñida por la multiplicidad de partidos pero, sobre todo, por las diferencias ideológicas abismales entre los contendientes.

Desde el gobierno de Rodríguez Zapatero, el Psoe se dedicó a reabrir las viejas heridas de la guerra civil, especialmente en el campo religioso. El gobierno de Rajoy, del PP, fue un fracaso porque no supo defender la ideología del partido y se vio abrumado por la corrupción. Dos partidos de centro y derecha, Ciudadanos y Vox, han tratado de abrirse campo en la defensa de los valores democráticos y cristianos.

Todos pensábamos que con la muerte de Franco en 1975, luego de un largo gobierno desde su victoria en la guerra civil en 1939, y con la nueva Constitución española de 1978 que, para muchos, es un modelo de democracia, España se había encaminado definitivamente por el camino de olvidar los resentimientos y dejar de lado las venganzas. Pero no ha sido así. Pedro Sánchez, el actual presidente del gobierno, quien forzó la salida de Rajoy por una moción de censura, aunque nació en 1972, es decir no vivió la “dictadura” de Franco, ha buscado vengarla con un odio repugnante: desalojando el sarcófago de Franco de El Valle de los Caídos, lo que consumó el 24 de octubre pasado, y llevándolo al cementerio de Mingorrubio y no a la Catedral de Almudena, a donde había solicitado su familia.

Desde su elección Sánchez optó por no jurar, como era la tradición, sobre la Biblia y la Cruz y  propuso una reforma laicista a la Constitución. Ahora pretende desenterrar también los restos de José Antonio Primo de Rivera, fundador de La Falange, fusilado por los republicanos en 1936, aunque para trasladarlos a otro lugar no preeminente del mismo Valle de los Caídos.

El Valle de los Caídos es un conjunto monumental que comprende, entre otros, una basílica católica y una abadía. Allí se encuentran enterrados, por orden de Franco, 33.833 combatientes de ambos bandos, caídos “sin distinción del campo en que combatieran en la guerra civil”, según lo ordenó Franco. Según el PSOE, Franco no podía estar entre sus víctimas y no lo estaba.

Vox habló de una “profanación” porque se forzó la entrada a desenterrar a Franco sin la autorización del abad o de la Santa Sede e incluso se bloqueó el acceso de la gente al lugar durante varios días. 

Ahora se pretende demoler la gigantesca Cruz de 150 metros de altura y brazos de 24 metros cada uno para “desacralizar” el lugar y poner un museo de Memoria Histórica. Allá como aquí, la memoria histórica quiere ser escrita por un solo bando.

Se ha calificado esto como “un show electoral y necrófago” (Vox) en preparación a las elecciones próximas. Pero no estoy seguro de que eso vaya a favorecer las aspiraciones del Psoe, aunque haya habido algunas manifestaciones a los gritos de “viva la República” -ochenta años después de muerta-. Si el Psoe gana las elecciones, no se augura nada bueno para el futuro español.

Coda uno: Si Claudia López cumple lo que anunció en su campaña hará una buena alcaldía. Buena suerte. Pero no me gustó la foto rodeaba de Mockus, Robledo, Navarro, Cristo, Rivera y su combo de viudas de Santos.

Coda dos: La mayoría de gobernaciones y alcaldías de capitales, incluyendo  Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cali fueron ganadas por coaliciones. Eso demuestra que los partidos tradicionales no están muertos.