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Viernes, 29 de Noviembre de 2019
Redacción Política

Más insumos al pulso pensional

 

En momentos en que gran parte de la atención del país se centra sobre el cómo y cuándo de la reforma pensional, que fue uno de los motivos alegados por los convocantes de las protestas de los últimos días, la Asociación de Fondos Privados de Pensiones (Asofondos) presentó días atrás, en un foro de Fedesarrollo, su respectivo diagnóstico sobre cuál debe ser el norte del ajuste al sistema de jubilación en nuestro país. Se trata, sin duda, de uno de los enfoques más determinantes en el debate sobre la reforma, toda vez que el Gobierno ha insistido en que en estos momentos no hay borrador de la misma pero que el tema debe empezar a abordarse en la Mesa de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, con el fin de llevar una iniciativa consensuada al Congreso el próximo año, partiendo de la base de no subir la edad de pensión, tampoco las semanas mínimas de cotización y mucho menos afectar derechos adquiridos.

 

La tesis de Asofondos

 

Según la explicación que hizo el presidente del gremio, Santiago Montenegro, la propuesta de reforma al Sistema Integral de Protección para la Vejez, parte de la base de que Colombia tiene un sistema de protección a la vejez dividido en dos regímenes contributivos que compiten entre ellos y dos regímenes solidarios que dejan mucho que desear. Según el Presidente de Asofondos, el sistema contributivo de pensiones tiene bajísima cobertura y es muy inequitativo e insostenible en su componente público. A lo anterior Montenegro sumó que un sistema de reparto o un pilar de reparto puro, con jóvenes pagando pensiones de adultos mayores, es totalmente inviable dada la transición demográfica y la informalidad. Recalcó que esa es una pirámide financiera y un engaño a los jóvenes: la solidaridad intergeneracional ya no existe.

 

¿Qué hacer?

 

Para el Presidente de Asofondos una reforma al sistema de protección para la vejez debe unificar el régimen contributivo en uno solo. Dicho régimen debe ser de ahorro y capitalización, ya que el envejecimiento de la población y la informalidad hacen inviable el reparto total o un pilar parcial de reparto puro, pero puede tener un fondo de reserva, que se ahorra. El sistema puede ser administrado por entes públicos y privados. A ello hay que adicionar la eliminación gradual de los subsidios a las pensiones altas, lo que permitirá ampliar la cobertura de los pilares solidarios. Y, por último, se deben respetar los derechos adquiridos de los pensionados y las expectativas legítimas de quienes están a pocos años de pensionarse.

 

Inequidad

 

El Presidente de Asofondos indicó que la  distribución de los subsidios y su  desproporción, hacen que el sistema pensional colombiano sea bastante inequitativo. En ese orden de ideas, puntualizó que con los $1.000 millones de subsidio que recibe una persona de las más ricas en régimen de prima media, se puede dar un ingreso vitalicio de línea de pobreza a más de 30 personas.

 

Campanazo

 

¿Qué pasa si no hacemos nada? Esa fue la pregunta que Montenegro hizo en su presentación. Según esta, en Colombia existen diferentes programas subsidiarios para la población más vulnerable, pero los programas Colombia Mayor y de BEPS (Beneficios Económicos Periódicos), sin embargo hoy no funcionan correctamente. Advirtió el vocero de los fondos privados de pensiones que para 2055 vamos a contar con más de 14 millones de adultos mayores, si no hacemos nada más de 8 millones sin protección en la vejez. Recalcó que el sistema público es sostenible, solo en la medida que no pensiona a mucha gente.