Un equipo que hasta hace un poco más de dos meses estaba refundido en la mitad de la tabla de posiciones y por el que nadie daba un céntimo, el Deportivo Cali, terminó como campeón del rentado colombiano en el segundo semestre.

En el camino dejó nada menos que al defensor del título, el Deportes Tolima, que llegó con la gran opción de conquistar su cuarta corona tras empatar 1-1 en el juego de ida y cimentó sus aspiraciones con un gol de Julián Quiñones, pero no logró defender la ventaja.

Los ‘Pijaos’, tras la anotación al minuto 14, se replegaron, le dieron espacios a su rival y apostaron por el contraataque para buscar aumentar la cuenta y bien lo pudieron hacer, solo que fallaron en la puntada final o el golero Guillermo de Amores lo impidió.

El visitante, que nunca bajó la guardia, insistió sobre el pórtico defendido por William Cuesta, hasta que en la segunda parte llegó la paridad a través de Jhon Vásquez y luego al minuto 75, una mano en el área fue sancionada como pena máxima y Harold Preciado se encargo de transformarla en el gol que a la postre le dio la victoria y con ella el título al Cali.

Esta vez Tolima fue desordenado, no tuvo en sus extremos los jugadores desequilibrantes porque Anderson Plata demostró que fue apurado en su recuperación para utilizarlo en este partido, mientras que Albornoz estuvo muy por debajo de su nivel.

Los cambios no le funcionaron al técnico Hernán Torres, quien al final apostó por el juego aéreo para buscar llegar al empate y aunque le causó algunos sobresaltos a la zaga rival, no tuvo argumentos para equilibrar la cuenta.

En cambio, a Rafael Dudamel le salió lo planteado en la segunda mitad y se convirtió en el primer técnico venezolano en llegar a un club colombiano a la conquista de un título.

Cali, durante buena parte del partido tuvo la iniciativa, buscó el gol, remontó y celebró algo que en la era del técnico uruguayo Óscar Arias parecía imposible y cuyo camino enderezó Dudamel.

Los ‘Azucareros’ tuvieron en Ángelo Rodríguez su mejor arma porque aunque no marcó, generó espacios, se asoció y cumplió con la tarea que esta vez no hizo Teo Gutiérrez.

El barranquillero no apareció en el partido, no fue ese jugador que manejaba los hilos de un Cali que se convirtió en el mejor equipo de los cuadrangulares, que ganó sobrado el grupo A, pero su lugar lo tomó Rodríguez.

También dijo presente Preciado, no solo por el gol de pena máxima, sino por el sacrificio para ayudar en la marca, por auxiliar a sus defensas, que esta vez empezaron nerviosos pero al final se asentaros y junto al golero De Amores respondieron a la exigencia.

Para Tolima, que suma tres estrellas, esta vez tampoco pudo romper ese fucú de que en casa le cuesta ser campeón. Las oportunidades en que ha dado la vuelta olímpica lo ha hecho fuera de casa.

Fue un partido en el que el local se vio mal, quedado físicamente y en el que algunos de sus jugadores no pudieron responder a las expectativas, mientras que del otro lado estuvo un grupo compacto y que supo sacar provecho de las ventajas que le dieron.

Este Cali fue de menos a más durante el semestre. Luego de la salida de Alfredo Arias del equipo, Dudamel llegó a hacerse cargo de una ‘papa caliente’. Pero el entrenador no renunció a sus ideales y cambió la mentalidad de la plantilla, potenció a jugadores que no eran muy tenidos en cuenta y le dio fortaleza a la columna vertebral de la escuadra.

Con este resultado Cali clasificó directamente a la fase de grupos de la Copa Libertadores, relegando a Millonarios al repechaje, en el que chocará nada menos que con el brasileño Fluminense.