De acuerdo con varios analistas consultados por EL NUEVO SIGLO, la tendencia alcista de las tasas de interés continuará al menos durante los primeros meses del próximo año. El Banco de la República, con el ajuste al alza de su política monetaria, pretende mitigar la inflación y que ceda de tal forma que se puede detener la subida de tasas que ha estado presente durante 2022.
Cabe recordar que la meta del banco Emisor es del 3 % en el dato de inflación a mediano plazo. Por ahora el Índice de Precios al Consumidor (IPC) está en 12,53 %, según el último reporte del DANE. Se espera que para 2023 la inflación continúe subiendo y solo a mediados de año empiece a ceder. Mientras eso no suceda, de acuerdo con expertos del mercado, el alza en los tipos será inminente.
Pero, más allá del dato total, la principal preocupación para la Junta del Emisor es que el alza de la inflación básica no dé tregua. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la inflación es una tendencia en todo el mundo y que bancos centrales han tenido que subir sus tipos con el objetivo de mitigar el IPC.
El mensaje
En su última reunión, el pasado 16 de diciembre, la Junta Directiva del Banco Central, subió 100 puntos básicos (p.b) los intereses, llevándolos a 12 %. De ahí que el mensaje hacia los consumidores siga siendo preferir instrumentos de ahorro o depósitos remunerados, en lugar de adquirir nuevas deudas. El costo del crédito se está incrementando; además, la tasa de usura supera el 40 % y las señales del Banco de la República sugieren ser un poco más prudentes con esas decisiones de gasto.
En este sentido David Cubides, director de Investigaciones Económicas de Alianza Valores, le dijo a EL NUEVO SIGLO que el mercado ya esperaba un incremento de tasas de interés de 100 puntos básicos como efectivamente se entregó por parte del Banco Central.
Aseguró que las alzas de tasas de interés funcionan para intentar controlar las expectativas del IPC, “ya que realmente la inflación de cortísimo plazo observada no cambia con los movimientos de tasas de interés, es decir, que a través del canal del crédito se empiezan a ajustar las tasas del Banco Central y posteriormente las de toda la economía, con el objetivo de que se entre a una senda de moderación económica y eventualmente también la inflación empiece a retroceder. Pero esto por supuesto toma un tiempo”.
De acuerdo con el analista, se espera que la inflación ceda eb 2023. “Desde Alianza estamos pronosticando una caída de la inflación del 12,5 % al cierre de este año a un 9,4 % para el próximo año", señaló.
Políticas
Desde la academia, Andrés Felipe Giraldo, director del departamento de Economía de la Universidad Javeriana, sostuvo a este diario que lo primero que hay que tener en cuenta es que la intervención del Banco de la República está aún por debajo de la inflación observada (12,53 %), “seguramente el IPC al final del año va estar entre el 12,3 % y 12,5 %, y con la tasa de intervención aun cuando haya aumentado, la tasa de interés real continuaría siendo negativa, teniendo en cuenta que la inflación actual es del 12,53 %”.
De acuerdo con el analista, es muy probable que el Banco Central continúe elevando sus tasas de interés de manera tal que “la tasa de interés real pase a terreno positivo y así combatir las presiones inflacionarias por las que pasa Colombia”.
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“Sin embargo, considero que no aumentarán de manera significativa porque el mismo Banco de la República, el Ministerio de Hacienda y en general las proyecciones para el otro año son que se bajen las presiones inflacionarias y por ende los intereses”, agregó el experto.
Hay que tener en cuenta que el Emisor prevé que para finales de 2023 la inflación total se encuentre alrededor del 7,5 %, por lo cual no se requerirá que sigan subiendo los tipos.
De esto modo es posible que cuando se evidencie el descenso de la inflación, el Emisor podría bajar las tasas de interés. De acuerdo con Giraldo, en caso de ser así, las tasas de interés podrían situarse entre el 9 % y 10 % a finales del siguiente año.
Equilibrio
Sin embargo, lo más probable es que a inicios de 2023 el Banco de la República aumente la tasa de interés real hasta que llegue a terreno positivo, es decir, que iguale o sobrepase la inflación. De igual forma se espera que cuando la entidad evidencie que el IPC cede, posiblemente el Banco Central decida no solo parar su tendencia alcista, sino que empiece a bajar las tasas.
Por su parte, Corficolombiana sostiene que el permanente alto costo de los alimentos y el grupo de energéticos, la depreciación adicional del peso colombiano respecto a otras divisas de la región y la dinámica sobresaliente de la demanda interna están configurando un escenario preocupante de inflación más elevada y persistente frente a los países comparables de Latinoamérica.
Entre tanto Carlos Sepúlveda, decano de Economía de la Universidad del Rosario, le dijo a este medio que “actualmente algunos bancos centrales ya han empezado a disminuir sus tasas de interés, por lo que se espera que el próximo año se pueda observar un decrecimiento lento de las mismas en el país”.
Reserva Federal
En su última reunión la Reserva Federal (Fed) de EE.UU. aumentó su tasa de interés al rango entre 4,25 % y 4,50 %, en línea con lo esperado por el mercado. A la vez se prevé que la tasa de interés llegaría al rango entre 5,0 % y 5,25 % a inicios de 2023 y se mantendría en ese nivel durante todo el año. Estas decisiones monetarias, de acuerdo con los analistas de mercado, pueden estar enviando señales para que otros bancos, como es el caso de Colombia, continúen con tendencia alcista en sus tasas.
En este sentido, Diego Alejandro Gómez, analista de mercados externos de Corficolombiana, le dijo a EL NUEVO SIGLO que sí se espera que la FED continúe subiendo sus tipos, aunque "hay una divergencia en el sentimiento del mercado y el discurso de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal".
"En el mercado de futuros, por ejemplo, ve 50 puntos básicos adicionales (25 en febrero y 25 en marzo) y ahí se detendrá la Fed. Pero Powell acogió un discurso mucho más hawkish (cuando los bancos centrales se muestran dispuestos a comenzar con una política más restrictiva) en la última reunión, pues atribuyó una parte importante de la inflación al mercado laboral, que sigue fuerte y no cerró la puerta a aumentos más allá de lo esperado por el mercado".
Por ello Gómez considera que una buena parte de la política monetaria de la FED el próximo año dependerá de la evolución del mercado laboral y sus efectos sobre la inflación.