Avanza inclusión financiera rural

El lunes en Corferias, el embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker, liderará la presentación de los resultados de la Alianza por la Inclusión Financiera Rural, programa de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) creado en agosto de 2015. A esta Alianza se sumaron 30 entidades financieras con el objetivo de mejorar la productividad, promover el crecimiento económico y alentar la inclusión de las familias rurales al sistema financiero para contribuir al mejoramiento de la calidad de vida en 197 municipios del país, ubicados en los departamentos de Antioquia, Bolívar, Caquetá, Cauca, Córdoba, Huila, Magdalena, Meta, Nariño, Sucre, Valle del Cauca y Tolima.

Muestran resultados de cuatro años

Los resultados de esta Alianza se presentarán en el marco del Congreso Nacional de Inclusión Financiera Rural, que contará con la participación de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez y el administrador adjunto de Usaid para América Latina y Caribe, John Barsa. Asimismo, contará con la presencia de representantes del sector financiero, autoridades nacionales, regionales y locales, líderes de opinión, representantes gremiales, productores rurales y líderes sociales. En cuatro años de implementación, la Alianza permitió que las entidades financieras ampliaran su cobertura y movilizaran más de 848 millones de dólares en servicios financieros, y facilitaran la inclusión de 633.638 habitantes de las zonas rurales de Colombia más golpeadas por la violencia, para que accedieran por primera vez a una cuenta de ahorros o a un crédito para impulsar su negocio.

Acompañamiento para llegar al campo

Solo el 11% de los productores rurales accedían a servicios financieros formales, pues se enfrentaban a barreras como distancia, complejidad de los procesos de crédito y altos costos transaccionales. La Alianza, y en particular la Iniciativa de Finanzas Rurales de Usaid, acompañó a bancos, cooperativas, ONG financieras y compañías de financiamiento comercial en el ajuste de sus metodologías de ahorro y crédito, el fortalecimiento de sus equipos comerciales y de comunicaciones, el diseño de productos y servicios adecuados a las necesidades de la población rural, y el desarrollo de innovaciones tecnológicas y canales alternativos para llevar la banca hasta la ruralidad dispersa.