En estos días se vive con bastante intensidad un ambiente preelectoral donde abundan los discursos y los debates que se prestan para que los candidatos aprovechen para decir cuánto disparate se les ocurre para así poder convencer a sus votantes. Digamos que esto se ha normalizado en nuestra sociedad porque sin darnos cuenta terminamos convencidos de todo lo que nuestro candidato propone y no nos detenemos a pensar si esto realmente es cumplible o no, y si simplemente lo que dicen lo utilizan como una manera de aumentar mi descontento y mi rabia, que me llevará a pensar que existe un salvador que me ayudará a resolver esto que tanto me molesta.

Eso pasó en días pasados cuando el candidato presidencial Gustavo Petro propuso en un debate que había que cambiar el modelo de salud hacia un modelo preventivo, que tuviera médicos comunitarios y salubristas que visitaran las casas para promover la prevención de la enfermedad y que las EPS deberían acabarse o quedar restringidas sólo al tratamiento de enfermedades catastróficas o de III nivel. Inmediatamente muchos de sus seguidores salieron a las redes sociales a apoyarlo manifestando todo el descontento que hay hacia las EPS o Entidades Promotoras de Salud. 

Esto, finalmente, es bastante problemático debido a que, si bien tenemos un Sistema de Salud con muchas cosas por mejorar y con deficiencias, éste a lo largo de los años se ha venido transformando, ampliando y buscando como cumplir con los objetivos iniciales de Universalidad, Solidaridad, Oportunidad entre los más importantes. Por ejemplo, hoy nuestro precario sistema, según algunos, tiene una cobertura cercana al 98% de la población y es de los sistemas que menos gasto de bolsillo tiene comparado con la mayoría de los países de Latinoamérica, que no son datos despreciables y que adicionalmente, tuvo un comportamiento ejemplar durante esta dura pandemia con un crecimiento nunca visto en prestación de servicios y de camas UCI que ayudó a que muchas personas no murieran a causa del virus del covid-19.

Desafortunadamente estos datos son desconocidos y aún peor gran parte de las personas que se quejan y son víctimas de las mentiras de los candidatos desconocen sobre cómo funciona nuestro sistema de salud, cuáles son las funciones de gestión que tienen las EPS, y cuales son de la IPS. No conocen por ejemplo que hace mucho tiempo existe el modelo preventivo y que además se aplica, pero que desafortunadamente la carga de enfermedad en nuestra población es tan alta que la mayoría de las acciones están enfocadas en tratar las patologías más frecuentes, más catastróficas y complejas de muchas personas que las padecen. De seguro muchos de estos que se quejan tiene la falsa creencia que el objetivo de un sistema sanitario es buscar la erradicación o la curación de todas las enfermedades, cuando definitivamente el gran objetivo es generar el mayor bienestar posible a la población entendiendo que la gran mayoría de las enfermedades no se pueden curar.  Por eso terminan criticando el uso de uno de los mejores analgésicos de la historia como lo es el acetaminofén pensando que lo formulamos para salir del paso o porque es barato.

Definitivamente, y para concluir, mi invitación es que cada persona estudie y revise a profundidad sobre nuestro sistema sanitario para que logre entenderlo y aprender a valorar mucho de lo que se ha logrado hasta el día de hoy y ayudemos entre todos a mejorar lo que falta. Por eso los invito a dejar de creer en falsas promesas y buscar candidatos con el verdadero conocimiento y experiencia en este tipo de temas.