ANDRÉS MOLANO ROJAS* | El Nuevo Siglo
Lunes, 24 de Junio de 2013

Palabras fáciles

 

En   el mundo de la política internacional -como en la arena política interna de cada país- abundan palabras que se dicen fácilmente, pero en las cuales subyace una compleja realidad cuyo sentido resulta menos fácil desentrañar.  Palabras comodín, palabras aceptadas por las reglas universales de la corrección política (y por lo tanto, esencialmente incontrovertibles en público), y también palabras ficción o palabras mito que encarnan una idea eventualmente nunca realizada, pero en la que conviene creer porque así todo parece más simple y más sencillo.

-Se dice fácilmente “libre autodeterminación de los pueblos”.  Pero acaso, ¿no implicaría la aplicación más coherente de este principio la implosión del orden internacional vigente, esencialmente estadocéntrico? ¿Qué gobernante estaría dispuesto a llevar la práctica de este principio -y otros tantos- hasta sus últimas y más lógicas consecuencias?

-Se dice fácilmente “comunidad internacional”, aunque nadie la haya visto nunca en realidad, ni esté realmente claro quiénes la integran, ni qué valores efectivamente comparten.  Pero ¡qué cómodo resulta invocarla cuando nadie quiere involucrarse realmente en algún asunto espinoso, cuando nadie quiere asumir sus responsabilidades, cuando se requiere un chivo expiatorio para encubrir la propia negligencia o darle rienda suelta al cinismo!

-Se dice fácilmente “responsabilidad de proteger”, y no obstante:  ¿proteger a quién? ¿De quién? Y exactamente ¿cómo? Se dice fácil “responsabilidad de prevenir”, pero ¿cómo prevenir lo imprevisible, y cómo hacerlo sin violar al mismo tiempo el principio de “no intervención” y sin conceder ciertos poderes a quienes eventualmente ya son bastante poderosos?  Se dice fácil “responsabilidad de reconstruir”, aunque el recaudo de los fondos necesarios para hacerlo sea siempre algo más engorroso y a veces haya que admitir sobre el terreno -sin micrófonos ni retórica altruista- que se está reconstruyendo en vano.

-Se dice fácilmente también “paz y seguridad internacionales” aunque todo el mundo sepa que a la larga la seguridad internacional es… lo que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas -con el consentimiento de las 5 grandes potencias- quiere que sea, sin importar la gravedad de los hechos, ni el sufrimiento de muchos, sino sólo las reglas del interés nacional.

-Se dice fácilmente “potencia emergente”, “dependencia”, “imperialismo”, “revolución”, “línea roja”, y en los últimos años “primavera”. Hay que tener cuidado con las palabras que se dicen fácilmente, que aparecen en medio del discurso como el conejo que sale de la chistera del mago y cuya sonoridad es inversamente proporcional a su sustancia, o que de tanto decirse ya no significan nada.

*Analista y profesor de Relaciones Internacionales